Los masones seres liberados de las ataduras del mundo profano.

La masonería ha recurrido a analogías para expresar realidades  que están más allá  de la mente ordinaria  profana. Aún hoy es relativamente frecuente que quienes leen apuntes de masonería no dispongan de la madurez necesaria para captar aquellas verdades masónicas  que pertenecen a niveles superiores de la consciencia, y las historias masónicas, al menos, les ayudan a percibir cierto grado de instrucción de la mística masónica.

Es claro, que los masones a lo largo de los siglos han transmitido verdades de otro orden diferente, cuando menos  al conocido por el resto de las personas, el significado oculto e iniciático que reside en las enseñanzas ha sido a menudo desfigurado totalmente; unas veces deliberadamente, y otras por ignorancia. Como resultado, el mensaje masónico se ha tergiversado  y la gran mayoría de los ritos ahora simplemente se repiten mecánicamente;  en lugar de ser valiosos instrumentos de poder, que evocarían e invocarían una tremenda fuerza Universal, se han tornado adormideras.

Situada en su original contexto histórico, esotérico y social, la figura de la Masonería destaca en su papel de reto continuo para los detentores del poder político y religioso; porque una institución así del tipo liberal y revolucionario, es un centro que incuba a hombres y mujeres peligrosos para los que prefieren seguir  estando dormidos, para esos que prefieren las almohadas de la ciencia, las camas de la religión  y las sabanas de la política de Estado.  Esta casta de hombres y mujeres liberados de las falsedades de las ciencias de los profanos y de las mentiras de la religión, comenzaron a agruparse en Logias hace ya tiempo, y fueron revolucionarios.     

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