Prologo:
No pretendo imponer o influenciar un concepto de Dios, porque esto es
algo muy personal y respetable. El presente solo son reflexiones que
quizás mañana sean algo distintas a las de hoy, porque el hombre
siempre modificara su concepto en la medida de su evolución y grado de
consciencia. Erich Fromn expresa que el hombre le tiene “Miedo a la
Libertad”, y esto me recuerda una frase de Zaratustra (F. Nietzsche)
“Y ahora, ¿quien salvara al hombre de su salvador?”... Si, pareciese
que el hombre al verse libre de ataduras corre en pos de nuevas
cadenas.
“CUESTIONÁNDONOS SOBRE DIOS”
El concepto de Dios, nos habla de un ser Omnipotente, Omnisapiente,
Omnipresente, Omnisapiente, Omnibenevolente y de más Omni que le
quieran agregar, en pocas palabras tiene las mismas cualidades del
hombre pero elevadas a la Omniedad, es el súper hombre de Friedrich
Nietzache, es el anhelo oculto en el inconsciente del hombre ha
realizar.
Quizá todos estos “Omni” no nos digan gran cosa, de ahí, que los
cabalistas a Dios lo nombran como “Ain” o “Ayin” que quiere decir la
nada, pero no es la nada como la inexistencia absoluta, si no la nada
como capacidad de concebir cualquier cosa, Pitágoras lo representaba
con el cero, y lo ejemplarizaba como un cuarto vacío, y decía “En un
cuarto lleno, no es posible agregar nada, todo esta ocupado por algo,
y continuaba diciendo: Dios es como un cuarto vació en capacidad de
concebir cualquier cosa” este era el “Ain” de la cabala…la nada y el
todo en posibilidad de ser.
Annie Besant en su libro <> como algunos
escritores de la calidad y altura de Papús, Eliphas Levi, Israel
Regardie, Cornelio Agripa, entre otros más, nos hablan de los
“Elementales” creados por el pensamiento y la emotividad humana, seres
que algunas almas devotas crean inconscientemente a travez de la
devoción y la oración, como existen otros que con premeditada y
consciente intención crean en los mundos sutiles y que tienen algunos
una efímera otros más larga vida, y el único objetivo de su existencia
es la idea que los creo. Se “Dice” que estos seres buscan ansiosamente
servir a su creador en un intento por prolongar su existencia y en
ello esconden un anhelo inconsciente por llegar ha alcanzar o concebir
dentro de ellos, la chispa divina que creo y posee el teúrgo
convirtiéndose en hombre… Por cierto, esto me recuerda <
Sofía>> de Jostein Gaarder, y la historia de Pinocho, ¿Verdad?
Por otra parte E. P. Blavazky nos habla de la consciencia, y hace una
comparación con una lámpara de petróleo, en la cual el hombre al ver
la mecha encendida piensa que es la mecha la que arde, cuando en
realidad es el petróleo que la empapa, la llama encendida en la mecha
es la mente objetiva que existirá mientras el petróleo o sea la
consciencia del alma la impregne… Si no es igual al concepto de los
elementales, si es algo similar, donde el yo objetivo tiene un
consciencia virtual, mientras la computadora este encendida, o sea
mientras el alma este presente… la consciencia objetiva es la que nos
mantienen enfrentando las circunstancias diarias de la vida, es el yo
virtual que existe mientras el alma este presente, y… ¿Quien es él que
esta escribiendo, el alma o el ser objetivo?... o ¿El ego o el Ser?
“Dicen” algunos escritores, que el hombre como el universo, es un
pensamiento sostenido en la mente de Dios, entonces podemos
“conjeturar” que somos virtuales y que existimos mientras Dios nos
mantenga en su pensamiento, se nos “Dice” también que Cristo nos
salvo, que es el redentor de la humanidad, podrimos preguntar ¿Nos
salvo de que? Y enseguida los religiosos presurosos responden “Del
Infierno” y nos describen el infierno de Dante, donde todo es fuego y
dolor por una eternidad, ¿Cómo es que lo conocen tan bien?
Cristo existe, pero no es solo uno, podríamos hablar del Cristo de
carne y hueso, el Cristo Histórico, el Cristo Mítico, el Cristo
Místico, El Cristo Solar, El Cristo Cósmico, etc. como también existe
el Cristo que esta clavado en la Cruz del cuerpo físico por tres
clavos y una corona con doce espinas, el Cristo que existe como alma
en cada persona, y que da vida, consciencia y existencia al hombre…
sin descalificar a los demás, ¿Será éste el redentor de la humanidad?
¿Somos elementales en la mente de Dios y como mente objetiva servimos
al alma con el fin de ser uno con ella y convertirnos en una alma
viviente como Adán?... ¿Esta es la salvación prometida por el Cristo?
Conclusión:
La fe ciega es la sabiduría del ignorante. Quizás por las
características y facultades de nuestra mente, no podamos comprender
en cabalidad y certeza lo que es Dios. En el área de psicología se
podría decir que es la fuerza instintiva o la pulsión psicológica de
sobrevivencia, si, sobrevivir después de la muerte en los mundos
divinos. El hombre más que comprender, siente la omnipresencia de eso
que llamamos Dios. En el hombre es una necesidad la existencia de
Dios, al grado que algunos psicólogos hablan del Dios inconsciente, el
Dios oculto que habita en todo hombre, aún en los ateos en la mente
inconsciente.
Podría terminar todo el presente, alegando que el hombre imperfecto,
finito y de mente relativa, no le es posible comprender lo absoluto,
perfecto, e infinito de Dios. Pero aun así, El hombre tiene el
legitimo derecho ha cuestionar y buscar respuestas en la medida de sus
facultades ¿Que es esa omnipresencia que él siente y que llama Dios?
La fe es el confort de los ignorantes, la apatía e indolencia del
hombre por importarle no la religión, ni la Deidad, sino él mismo,
porque desde el momento en que le damos presencia en nuestra vida, por
medio de la fe, religiosidad, intelectualidad, presencia etérea, o
como gusten. La integramos sentimental y psicológicamente ha nosotros,
entablando una relación parecida ha algo simbiótico, donde Dios y
Hombre se afectamos mutuamente. El hombre debería preocuparse por
conocer, entender, y comprender todo aquello que de algún modo ingresa
tanto ha su cuerpo físico, como en lo sentimental, Intelectual y
espiritual. En pocas palabras, en su vida, porque en ese momento lo
hace suyo… La fe sumada ha la ignorancia crea fanáticos que se inmolan
en nombre de un Dios que nada tiene que ver con los conflictos de los
hombres.
Mucho se podría hablar de los Dioses solares, como: Cristo, Horus,
Mitra, Baco, Dionisio, etc. pero es tema para otro trabajo. Hay un
libro <> de Moreau de Jonnés como también
<> de Annie Besant entre otros, que hablan de
las religiones actuales y las de nuestros ancestros, presentando
teogonías, cosmogonías, teosofías, comparadas, que pienso que además
de gustarles se sorprenderán.
Pensar que alguna religión pudiese saciar su sed de Dios, es un error,
y los religiosos más radicales, en algún momento de sus vidas se darán
cuenta de ello. El hombre terminara formando su propia religión o
mejor dicho su propia religiosidad Porque ha Dios lo llevan dentro de
ellos, no fuera. La religiosidad es muy personal, y nada tiene que ver
con ningún Rito, Pastor, Ministro o Sacerdote. Dios paradójicamente es
inmanente y trascendente al hombre, y ha pesar de que todos llegaran a
llamar a Dios por el mismo nombre y le adorasen en el mismo altar,
cada quien tiene su propio Dios.
La magnitud y profundidad de la visión del hombre, va en proporción de
la cultura y evolución de él mismo, es como una ventana de distinto
tamaño y tipo de cristal, ha través del cual observa, algunos tendrán
la visión de un Dios pequeño, deforme o sanguinario, mientras otros
tendrán un Dios más grande, benévolo y comprensivo…la ventana es
nuestra consciencia.
Para no dejar claro-oscuros: el concepto de elementales “huele” a
teurgia, pero visto desde el área de la psicología, se puede decir que
son fuerzas en tensión de la psique que dan origen a un ser
psicológico que nuestra consciencia percibe como real… Después de
todo, el hombre es consciencia y Dios es lo que es.
Añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, Amor” 2 P.1:5-7.
Fraternalmente
Lázaharo Hael,',
Sublime Principe del Real Secreto 32º
Nota:
El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no
necesariamente representan la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.
Glosario de Enciclopedia Wikipedia:
El concepto teológico, filosófico y antropológico de Dios hace
referencia a una suprema deidad.
Dios es el nombre que se le da en español a un ser único omnipotente y
personal en religiones teístas y deístas (y otros sistemas de
creencias) quien es: o bien la única deidad, en el monoteísmo, o la
deidad principal, en el politeísmo.[1]
Dios también puede significar un ser supremo no personal como en el
panteísmo, y en algunas concepciones es una mera idea o razonamiento
sin ninguna realidad subsistente fuera de la mente, como en los
sistemas materialistas.
A menudo Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor
del universo. Los teólogos han adscrito una variedad de atributos a
las numerosas concepciones diferentes de Dios. Entre estos, los más
comunes son omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia,
omnibenevolencia (perfecta bondad), simplicidad divina, y existencia
eterna y necesaria. Dios también ha sido concebido como de naturaleza
incorpórea, un ser personal, la fuente de toda obligación moral, y el
"mayor ser concebible con existencia".[1] Estos atributos fueron
sustentados en diferentes grados por los primitivos filósofos-teólogos
judíos, cristianos y musulmanes, incluidos Maimónides,[2] San Agustín,
[2] y Al-Ghazali,[3] respectivamente. Muchos destacados filósofos
medievales y filósofos modernos desarrollaron argumentos a favor de la
existencia de Dios.[3] En forma análoga numerosos filósofos e
intelectuales de renombre han desarrollado argumentos en contra de la
existencia de Dios.
Su conceptualización ha sido tema de debate en diversas
civilizaciones[
En español, al igual que en las otras lenguas romances, la palabra
«dios» viene directamente del latín deus, ‘deidad, dios’.
Como curiosidad, podemos decir que es idéntica en pronunciación al
griego Διός (diós), forma genitiva de Zeus (nombre del dios principal
de los griegos). Incluso algunos filólogos consideran que la palabra
latina deus proviene del griego Ζέυς (Zeus); aunque también es muy
plausible que sea una simple variación fonética de θεός (theós), que
significa igualmente ‘deidad, dios’. En lenguas precolombinas, teotl
significa dios, este término también es similar a deus.
Porcentajes de creencia en Dios en Europa.
El latín deus, en otras lenguas romances, derivó en deus (gallego y
portugués), dieu (francés), dio (italiano) y déu (catalán).
Una deidad o un dios es un ser postulado sobrenatural, normalmente
(aunque no siempre) con un poder importante, adorado, concebido como
santo, divino o sagrado, tenido en alta estima y respetado por sus
adeptos y seguidores. Asume gran variedad de formas, pero con
frecuencia se le representa con forma humana o animal. A veces se
considera blasfemo imaginar a la deidad con cualquier forma concreta.
Suele ser inmortal. Normalmente se asume que tienen personalidades y
poseen conciencias, intelectos, deseos y emociones como los humanos.
Se le atribuyen fenómenos naturales tales como rayos, inundaciones y
tormentas, así como milagros, y pueden ser concebidos como las
autoridades o controladores de cada aspecto de la vida humana (tales
como el nacimiento o la otra vida). Algunas deidades son consideradas
las directoras del tiempo y el propio destino, los dadores de la
moralidad y las leyes humanas, los jueces definitivos del valor y el
comportamiento humanos y los diseñadores y creadores de la Tierra o el
universo. A algunas de estas deidades no se les atribuye poder alguno;
simplemente son adoradas.
La personalidad es un constructo psicológico, con el que nos referimos
a un conjunto dinámico de características de una persona. Pero nunca
al conjunto de características físicas o genéticas que determinan a un
individuo, es su organizacion interior la que nos hace actuar de
manera diferente ante una o varias circunstancias.
Teúrgia (o Teurgia) (del griego θεουργία) es una práctica mágico-
religiosa que consiste en la invocación de poderes ultraterrenos
(ángeles) a fin de comunicarse o unirse a ellos atrayendo beneficios
espirituales o para manipularlos por medios mágicos.
Esto se pone de manifiesto a través de operaciones rituales, de
carácter ceremonial -posturas inefables dirigidas con precisión y
solemnidad- que utilizan símbolos, fórmulas o cosas por el estilo, de
sentido analógico, que son adaptados para atraer la energía
sobrenatural deseada. Los símbolos, las posturas y el lenguaje
utilizado no deben ser necesariamente comprensibles y tampoco debe ser
conocido racionalmente. Los mismos nombres de las entidades invocadas
son en "lengua bárbara", antigua o desconocida por los practicantes.
La eficacia del ritual depende de la suspensión de la racionalidad
humana a fin de conseguir la activación de los elementos psíquicos
superiores que reciben la energía divina o demoníaca.
Una forma particular de teúrgia es la "teléstica", de donde deriva la
palabra "talismán" y sirve para cargar o animar estatuas u objetos que
de esta manera pueden poseer una función mágica o propicia o ser
usados en rituales religiosos.
Célebres teúrgos de la antigüedad fueron Hermes Trismegisto, Juliano
el Teúrgo y los filósofos Yámblico y Proclo; y en el medioevo el
mentado Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim.
En la Edad Media tal práctica fue demonizada y considerada maléfica e
inaceptable, ya que la llegada del cristianismo implicaba el eclipse
de todos los "daimones" paganos, que en ese tiempo fueron considerados
máscaras de los ángeles caídos junto a Lucifer. La práctica de la
teúrgia pasó a llamarse "ars goetia", locución derivada de una palabra
griega que significa "brujería", "magia negra", con lo que obviamente
se contrapone a la liturgia sacramental católica, considerada como la
nueva y la verdadera teúrgia, que es la obra salvífica y santificada
de Dios a través de sus clérigos.