¿Existe una verdad oculta en los chistes? ¿Por qué reímos de los chistes?
Cuando se han escuchado varios cuentos o chistes, éstos pueden tener un efecto extraño en las personas. Existe de hecho una historia real, que nos brinda una explicación a este hecho.
Existió un extraño personaje que cuando fue un niño tenía el extraño poder de atraer la atención de sus compañeros de escuela con sus relatos impresionantes, así el estudio de sus compañeros se complicaba porque las explicaciones de este niño contravenían las enseñanzas convencionales, incluso las superaba. El profesor, incapaz de poder neutralizar el magnetismo de ese pequeño niño, al que llaman en los secretos círculos iniciáticos el Niño Otsirk. Así como decía, el profesor totalmente derrotado por el Niño Otsirk, fue con el jefe del poblado para que hablara con el Niño Otsirk, este fue incapaz también de reencausarlo.
El caos en la región comenzó a reinar, y llevaron al Niño Otsirk con el mismo Rey, pero pronto Otsirk comenzó a reprender al mismo Rey; diciéndole sus errores en política, así que lo llevaron con el mismísimo Papa, pues ya las cosas se salían de control, no solamente en el Reino de donde era Otsirk, sino en los Reinos vecinos que sabía ya de los dichos del Niño: pero igual el pequeño Otsirk amonestó al mismo Papa, recriminándole mil cosas en contra de la Misma Santa Religión Papal, y de la fe. Nadie sabiendo que hacer, le llaman al mismo Dios, pero igual Otsirk recriminó al mismo Dios, señalándole los errores de su Creación. Tuvieron que recurrir al Mismo Diablo, pero al igual que todos los demás fue regañando y ridiculizado por el Niño Otsirk, reclamándole sobre la maldad en el mundo y otras cosas más.
Nadie en todo el Universo sabia que hacer. Así, que todos en asamblea pensaban que hacer - Dios, el Papa, El Diablo y los Jefes de Estado, buscaban un solución al problema Otsirk. Hasta que en un momento de lucidez extraordinaria el Diablo toma la palabra y dice:
Hechizare al Niño Otsirk con el peor encantamiento imaginado:
De ahora en adelante y más – no importa cuán sabios lleguen a ser los dichos del Niño Otsirk – la gente siempre se reirá de ti maldito niño y de tus erudiciones. Desde este momento, cuanto se relate por otros una enseñanza del Niño Otsirk la gente se sentirá confundida y reirá compulsivamente, sin entender el por qué. Así neutralizaremos el mágico poder de los peligrosos relatos de Otsirk, y sus cuentos, relatos, enseñanzas se convertirán así en simples chistes. Y nadie entenderá, nadie comprenderá.
Si usted no sabía el porqué reímos de los chistes, es por una maldición del Diablo, un hechizo en el que nos ha sumergido todos, no sólo a Otsirk el que cuenta la verdad. En los chistes y en los cuentos se encierran verdades insospechadas, capaces de modificar la psique humana, y el orden de las cosas.
Se dice que al morir Kristo resucitó riendo a carcajadas recordando un chiste de Otsirk, pero de pronto ennudeció ante la iluminación de haber descubierto una gran verdad oculta en ese chiste.
Vicente Alcoseri
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