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General: fragmentos del libro tibetano de los muertos
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De: Alcoseri (message original) |
Envoyé: 26/06/2011 15:34 |
Fragmentos del libro tibetano de los muertos
A la falta de esa fuerza vital se le llama la vacuidad (sunyata; en tibetano: stongpanyid). El propósito y el deber de la mística búdica es sentir, experimentar, vivir en su propio cuerpo esa vacuidad, esa carencia de fuerza vital. La expresión «carencia de fuerza vita1» parece una descripción negativa, pero esa experiencia mística turbadora se siente como una plenitud, cümo una luz muy penetrante. Es de una intensidad tan grande, que el hombre ordinario no la soporta. Incluso cuando los Budas se manifiestan en esa luz deslumbrante, la mayoría de los hombres no pueden reconocerla; tanto les ciega que huyen, sin saber lo que significa esa luz. Así el muerto no sabe reconocer el ser verdadero de esa luz que se manifiesta a él en el Buda de las cinco sabidurías. Cuando aumentan las visiones, la revelación de la naturaleza del ser se hace más terrible, según la experiencia que ha adquirido el hombre a lo largo de su vida. La Verdad en Sí, que no ha podido reconocerse en su luz deslumbrante, se siente ahora como un miedo existencial. El temor lo producen ahora diferentes apariciones espantosas. Paralelamente a los cinco Budas, surgen los cinco Herukas, que no son nuevas entidades, sino sólo una forma distinta de aparición de las mismas potencias. Por eso los Herukas llevan los mismos emblemas que los cinco Budas, ¡aunque sean tan espantosos como para paralizar a un muerto! Al igual que el mandala de los cinco Budas está rodeado por los poderosos detentadores del conocimiento, los Herukas están rodeados de otros seres más horrorosos de lo que se pueda imaginar. Entre estos seres surgen los ocho mamo---Noble hijo, si la influencia de tus actos te obliga a tener que entrar en la matriz, te voy a dar otra instrucción para elegir la puerta de la matriz. ¡Escucha! Cualquiera que sea la matriz que se te aparezca, no entres en ella. Si llegan las furias y no puedes evitar el ir hacia la matriz, medita sobre la deidad de Hayagriva. Puesto que posees cierto poder de clarividencia, reconocerás uno detrás de otro todos los lugares de nacimiento. Elige, pues, con discernimiento adónde quieres ir . »Existen dos enseñanzas. Una es la transferencia de conciencia en los Puros Campos de Buda; la otra es la que permite elegir una matriz en el ciclo impuro de la existencia. »He aquí cómo se dirige a los seres con facultades superiores en los Puros Campos del Gozo del Espacio: "Aunque haya estado en ellos durante eras innumerables, períodos de tiempo sin comienzo, he aquí que aún hoy me hundo en la ciénaga del círculo de las existencias. Tantos Budas han alcanzado el Despertar y yo aún no estoy liberado. Hoy ya nada quiero de ese ciclo de las existencias. Mi corazón le teme y lo rechaza sin cesar." Ahora que estás huyendo, piensa que has de nacer de forma sobrenatural en una flor de loto, o en el Reino del Oeste, llamado los Campos de Felicidad (143), a los pies de Buda Amitabha. Aspira profundamente fijándote con diligencia en ese pensamiento de nacer en los Campos de Felicidad; o bien, concéntrate en el Reino Celestial que prefieras: la perfección de los actos puros (144), o la alegría manifiesta (145), o el despliegue de fuente luminosa (146), o la gloria esplendorosa o el de los sauces tupidos (147), el del Monte Potela (148), o en el palacio de luz de loto a los pies de Padmasambhava (149). Y ahí no te distraigas. Inmediatamente después, nacerás en ese Reino Celestial. Pero si deseas llegar junto a Maitreya en el Reino de Tushita, con toda su concentración, tienes que pensar:Ahora, he aquí que me ha llegado el momento, en el estado intermedio, de poder acercarme al invencible Ajita, Rey del Dharma, en el Reino de Tushita. " » Y te encontrarás entonces de forma sobrenatural en el centro de una flor de loto a los pies de Maitreya. Si eso no fuera posible, o si deseas de buen grado entrar en la matriz, o si debes entrar en ella, existe una instrucción para elegir la puerta de la matriz de los mundos impuros. ¡Escucha pues! Como antes, déjate aconsejar en cuanto al mundo en el que buscas nacer. Con tu don de clarividencia, puedes verlo, entra pues allí donde el Dharma esté extendido. Si tienes que renacer espontáneamente en un montón de basura, te parecerá que esa masa fétida está llena de olores agradables, serás atraído por ella y renacerás en ella. Por eso, de cualquier forma que se te aparezcan las visiones, no te aferres a ellas, no demuestres ni atracción ni repulsión. Elige la matriz buena. Importa que te concentres y que pienses esto: "Ah, cuánto me gustaría nacer como salvador de todos los seres, rey que rige todo el universo (150), o como Brahmán semejante al gran árbol, el sala, o como hijo de un gran santo realizado (siddha), o en una familia con una línea de transmisión pura del Dharma, o en una familia en la que los padres tengan perfecta confianza en el Dharma. Así pueda yo obtener un cuerpo y todas las cualidades necesarias para ayudar a la salvación de todos los seres animados." 91 »Concentrado en esos pensamientos, entra en la matriz; y en el momento en que penetres en la matriz, implora a todos los Budas y Boddhisattvas en las diez direcciones del cielo, así como a tu Yidam divino, y en particular al Señor de Gran Compasión. Pídeles que bendigan (151) esa matriz como un palacio divino y que te transfieran su poder de realización (iniciación). Y de ese modo entra en esa matriz. »Pero al elegir así tal puerta de la matriz, subsiste el peligro de equivocarse, ya que, por efecto de tu karma, puedes confundir la puerta de una matriz pura, tomándola por una matriz impura, y viceversa. Puesto que subsiste el peligro de un error, un buen consejo adquiere gran importancia en ese momento. ¡Actúa, pues, de la siguiente manera! En cuanto se te aparezca una puerta de matriz pura, no sientas ninguna atracción, y en cuanto veas una puerta impura, no sientas ninguna aversión. Sin apoderarte de lo bueno y sin rechazar lo malo, tienes que permanecer en la gran ecuanimidad desprovista de afectos y de aversiones. Es la profunda instrucción clave. »Excepto para el reducido número de quienes han tenido la experiencia de la realización, resulta difícil librarse de los vestigios de esa enfermedad que son las malas tendencias. Incluso para aquellos que no pueden librarse del afecto y de la aversión, para aquellos cuyas facultades son las más bajas e incluso para los grandes pecadores que son como animales, puede conjurarse la suerte por la toma de refugio. »Noble hijo, como no sabes elegir una matriz, si no puedes librarte del afecto y de la aversión, cualesquiera que sean los fenómenos que se te aparezcan y de los que te he hablado antes, ¡pronuncia el nombre de los Tres Raros y Sublimes! Toma refugio. Implora al Gran Compasivo. ¡Márchate con la cabeza alta! ¡Reconoce, pues, realmente el estado intermedio! Deja de odiar o de amar a tus allegados que dejaste tras de ti, a tus hijos y a tus hijas, y a todos tus seres queridos. Eso no te ha de ayudar. Ahora entra en la luz azul del mundo de los humanos y en la luz blanca del mundo de los dioses. Entra en los palacios de piedras preciosas y en los jardines de delicias.» Se le explica esto al muerto hasta siete veces. Luego se invoca a los Budas o Boddhisattvas. Por último se lee hasta siete veces las siguientes plegarias: Protección frente a los Espantos del Estado Intermedio (152), Palabras Fundamentales para el Estado Intermedio (153), Liberación del Camino Vertiginoso del Estado Intermedio (154). Luego se lee con voz clara el texto: Liberación por la Aplicación de los Mantras sobre el Cuerpo (155), Liberación de los Agregados (156) y Rito para la Liberación de las Tendencias Inconscientes (157). Si se hace esto, los yoguis de alta realización podrán en el momento de la muerte transferir su conciencia y no tendrán que entrar en el estado intermedio. Alcanzarán la liberación cuando penetren en el infinito de la más alta realización. Algunas personas que tengan práctica, en el momento del bardo de la muerte reconocerán la Clara Luz y, en el infinito de la suprema realización, se convertirán en Buda. Aquellos que vienen después en el orden de la realización, pasan al estado intermedio de la Verdad en Sí, en donde verán aparecer durante dos semanas las visiones de las deidades apacibles e iracundas. En ese momento, según la irradiación de sus actos pasados y de sus cualidades particulares, algunos alcanzarán o no alcanzarán la liberación. Si uno de los medios no nos libera, otro la permitirá. Aquel que sabe reconocer las apariciones tiene la ventaja incomparable de llegar a un lugar favorable para renacer. Incluso los más viles, aquellos que son semejantes a los animales, pueden evitar caer en los estados inferiores de la manifestación, si se refugian en los Tres Raros y Sublimes http://club.telepolis.com/shailam/Padmasambhava_Bardo_Thodol_El_Libro_Tibetano_de_los_Muertos.pdf
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