Conózcase a usted mismo a través de la Auto Observación

Para llegar a conocerse, un francmasón, una francmasona, deben observarse a sí mismos constantemente. Sin la observación de sí no puede haber conocimiento de sí- y no puede así mismo un conocerse a sí mismo real.

Las gentes del mundo profano, claro está, imaginan conocerse a sí mismas y viven en esta ilusión. Es precisamente esta ilusión lo que les impide entender que no se conocen a sí mismas y que en lugar del conocimiento de sí tienen retratos imaginarios de ellas mismas sin parecido alguno a lo que son realmente y que sólo les complican la vida con simulaciones y las llevan a ciento y una direcciones falsas.

Mirando esas distorsionadas  imágenes de sí mismos, por así decirlo, como preciosas fotos, rara vez tienen una vislumbre de sí y, si la tienen, coleccionan sus fotografías en un Álbum de fotografías seleccionadas, como las mejores y en los mejores momentos, nunca fotografían golpeando a sus esposas o gritándoles insultos a sus maridos.

La mente de un masón colecciona las fotografías de cuando toma su cargo como Gran Maestro de una Logia  Masónica,  pero no cuando ya,  en un cargo se encarga afanosamente de expulsar o irradiar a sus hermanos que le parecen antipáticos. La mente de los masones no registran cuando movidos por el morbo concurren a una Tenida de Gran Logia para ver cual Corrida de Toros como le inventan delitos al pasado Gran Maestro.

Al decir esto, no exagero en modo alguno. Esto es lo que nos enseñó la Cuasi Masonería en sus Famosas Tenidas de Gran Logia, y después de haber pasado muchos años en el Trabajo Masónico reconozco que es una pérdida de Tiempo asistir a las Tenidas de Gran Logia.

Vivimos en Masonería  con las ideas más ridículas sobre nuestra actividad como masones libres, simplemente porque no somos libres de las pasiones, y de resultas de ello somos incapaces de cambiar, de crecer y así nada nuevo podemos entender.

Todos se pasan gran parte del día mirándose en un sucio espejo. ¿No lo han notado?. Pero en realidad no es un espejo. Un verdadero espejo no deforma cosa alguna y refleja exactamente sin criticar lo que está ante él. Este es el espejo que necesitamos —un espejo verdadero, objetivo y no uno imaginario, ya sea auto-elogioso, o auto-compasivo, o auto-degradante, auto- tolerante y se lo reemplaza por uno veraz? ¿No enloqueceríamos todos al vernos exactamente como somos?

 Un francmasón una francmasona en su caso debe penetrar muy profundamente en sí mismo antes de poder aguantar tal experiencia de auto observación imparcial. Su conciencia de lo que está en él tendría que ampliarse considerablemente. Su conocimiento de sí habría de ser hondo y genuino, fundado en una observación de sí prolongada e imparcial —y luego, claro está, si ocurriese así, toda su idea y sentido y sentimiento de sí tendría que haber cambiado a tal punto que ya estaría a la vista del "Yo" de hermano masón Real, que es nuestra verdadera meta, y hasta podría captar una vislumbre del Masón Real que puede emerger en un momento determinado.

Aprehendamos claramente que toda' aproximación al "Yo" francmasón  Real es imposible para una  casi masón lleno de ilusiones, mentiras y simulaciones acerca de sí mismo.

Ahora bien, en lo que respecta a la observación de sí, nosotros los masones no solemos  seguir lo que enseña el Trabajo Masónico. Tomemos, por ejemplo, la depresión. La gente en el Trabajo dice, tal como suele decirlo en la vida: "Me siento deprimido", y creen haberse observado a sí mismas. Pues bien, no lo han hecho, no se han observado a sí mismas. Si se desea observarse lo que descuidadamente llamamos depresión, es preciso observar su origen.

 ¿De qué parte de nosotros proviene la depresión? Por ejemplo, puede provenir de la actitud mental. Dirá: ¿Cómo puede originarse la depresión en una actitud mental equivocada? De seguro, las depresiones siempre surgen de percepciones erróneas de la vida".

Ahora por cierto no se ha observado a sí mismo. La mente Emocional puede rebosar de alegría y empero percibe que en algún lugar de su persona existe depresión. Ahora bien, si no puede acostumbrarse a la idea de no ser una sola persona, una persona invariable, sino de ser una multiplicidad de "Yoes y egos" y así de contradicciones, nunca lo comprenderá si no se conoce a usted mismo.

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