ELIAS ASHMOLE Y LOS TRES GRADOS DE LA MASONERÍA
Uno de los personajes más enigmático y controversial en la masonería es indudablemente Elias Ashmole. Nace este ilustre masón en Litchfield, Inglaterra el 23 de marzo de 1617 y muere en Londres el 18 de mayo de 1662. Sabemos que fue iniciado en Warrington el 16 de octubre de 1646, entrando a formar parte de la Cofradía de Constructores. Por muchos años se destacó como anticuario y coleccionista de manuscritos y documentos antiguos, siendo famoso por su catálogo de manuscritos Ashmoleanos de Oxford. Fundó el museo Ashmolean de Oxford. Para la época de su iniciación comenzaban a incursionar en la orden personas ajenas al arte de construir. Ashmole estuvo ligado fraternalmente a muchos de los más famosos ocultistas, rosacruces, alquimistas y astrólogos de su época. Hay evidencia de su estrecha amistad con el erudito masón y astrólogo notable, el inglés William Lilly, también con el sabio alquimista y rosacruz Robert Fludd,
quien según los tratadistas, vivió en Coleman Street, al lado del Mason Hall de Londres. Refieren los investigadores en masonería…
“…era admirado de las doctrinas de Michael Maier y Robert Fludd, amigo de Thomas Warton y William Lilly (el astrólogo)”.
Sus profundas investigaciones como anticuario lo acercaron a la alquimia y la Rosacrucismo. Según la tesis de Ragón (1860) sobre la continuidad de la masonería operativa en la especulativa, ésta es la época de su fusión, transformació n y continuidad. Para Arthur Edward Waite; Elias Ashmole, y la gente que lo rodeaba a mediados del siglo 17 son los responsables de facilitar el cambio de la masonería operativa para adaptarla en su propósito a la modernidad. Posiblemente, dice Waite, es este el momento en que la orden rosacruz se asimila a la masonería. Aunque; existen unos versos de 1638, donde Henry Adamson ya comentaba sobre las dos órdenes.
“For we are Brethen of the Rosie Cross
We have the Mason and Second Sight”.
Otros afirman que fue Ashmole quien fundó en Inglaterra en 1646 la orden rosacruz D. Wright publica en 1924 en Londres la obra Elias Ashmole, archeologist, astrologer, historian, Rosicrucian and Freemason; demostrando la muy posible y casi evidente conjunción que se manifiesta entre ambas ordenes fraternales. En su diario dice Ashmole que se hizo masón el 16 de octubre de 1646.
“He sido convertido en francmasón en Warrington, Lancashire, con el coronel Henry Mainwaring, de Karichan, Cheshire”.
Para el investigador masónico Jean Palou, la fraternal unión entre Rosacruces y masones se da gracias a Ashmole.
“Por otra parte una tradición muy arraigada pretende que Elias Ashmole había sido rosacruz y que por él, la corriente rosacruz se introdujo en la masonería, lo que justificaría la transmisión regular y por ello mismo el valor iniciativo del grado 18 de la francmasonerí a actual”.
Precisaba el Dr. Mackey que para la masonería era una gran pérdida el que Ashmole no utilizara su proyecto de escribir una historia de la masonería.
“Sentimos mucho que la intención expresada por Ashmole al escribir una historia en la masonería nunca la llevó a efecto”.
Añadía el mismo autor:
“Nos conducía a esperar de su anticuaria pluma una relación del origen y progresos anteriores de nuestra institución de más valor que ninguno de los que ahora poseemos”. Refiriéndose indudablemente a su proyecto escrito nunca realizado. Para Lorenzo Frau Abriles, (Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Tomo I, Pág. 135).
“Ashmole notó entonces la marcha decadente de la sociedad de obreros y se ocupó en la tentativa de regenerarlas bajo el velo de la arquitectura por medio de una representació n de los misterios…con este fin, y siendo profundo conocedor de la alquimia, de la cábala, de los misterios antiguos…emprendió la gran tarea de escribir las bases de la organización de los tres grados en que debía basarse su sistema de solidaridad y perfeccionamientos humanos”.
Según un cursillo para grandes instructores redactado por la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, se afirma que: “Fue Ashmole quien redactó por primera vez los rituales de los grados…impartiéndoles una tendencia reformista y regeneradora”. Según nuestras investigaciones, redacta el primer grado en 1647, el segundo en 1648 y el tercero en 1649. Posiblemente su trabajo fue un conjunto con colaboradores y amigos, todos iniciados en órdenes diversas. Pero el fruto más excelente de su ardua tarea fue la obra alquímica titulada “Theatrum Chemicum Britannicum” (1652) colección de manuscritos sobre el Hermetismo y la Piedra Filosofal.
Es mucho lo que podemos aprender de este sabio masón; debemos “buscar para encontrar la respuesta” a tantas interrogantes y dudas. No podemos afirmar categóricamente que fue el creador de los grados pero sí cabe la posibilidad que contribuyera a su reforma y colaborara con la introducción de elementos alquímicos que se habían olvidado y fueron nuevamente introducidos por Ashmole.
Victor A.Cabello
Cidra,Puerto Rico
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