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General: ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?; y ¿A dónde vamos?
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 06/02/2011 16:12 |
¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?; y ¿A dónde vamos?
En el universo en el que vivimos, nada se pierde. Todo proviene de un nivel superior y, luego más o menos transformado, evoluciona o involuciona dentro de nosotros. Nada en la Creación es permanente, y cada cambio sirve para algún propósito. Nosotros los seres humanos no podríamos ser una excepción a la regla Universal. Nosotros dotados de pensamientos ¿podríamos pasar nuestras vidas sin interrogarnos a nosotros mismos?; y , dotados sentimientos, ¿podríamos quedarnos indiferentes ante tales grandes interrogantes? :¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?; y ¿A dónde vamos?
Cada hombre o mujer que nace; con su nacimiento sirve a una causa, cuando menos para hacer ganar dinero al partero o la partera de la maternidad, luego muere para que ganen los de los servicios fúnebres. Esta es la Historia de muchos Nacer y Morir, como un animal más del Planeta. ¿Está usted de acuerdo en ser parte de todo eso?; o bien ¿quiere resolver el enigma del por qué está usted aquí?
Si por alguna causa de esfuerzo propio y dedicación, una persona llega algún día, a una respuesta que le parece para él o para ella valida, ¿puede de ahí en adelante consagrarse a otra cosa distinta de hacer crecer por todos los medios está respuesta y consagrarse de entero a llevarla a cabo?
A partir del momento en el que un hombre ha sentido que tenía que ir hasta el fondo de sus preguntas o interrogantes, que ya no podía limitarse a vivir solamente como se lo pedía el mundo profano, que ahora le parece bastante ordinario, y se plantea una pregunta sobre lo que él mismo es y sobre el sentido de su propia vida, su manera de buscar y su manera de platearse esta pregunta puede tomar al comienzo formas muy diversas, hacerse de una religión para que esta le dicte dogmas y las acepte ciegamente, puede ingresar a una universidad y masturbarse mentalmente con las mentiras que la ciencia le dicta, puede acercarse a un partido político y dejarse manipular por una ideología ya obsoleta de derecha o de izquierda, por un socialismo o un capitalismo ya inoperantes. Puede incluso ingresar a la Masonería y luego de un tiempo no permitirse evolucionar como masón, y convertirse en algo peor que una masa de carne, ocupar altos puestos y luego embarrar de mierda todo alrededor.
Pero finalmente, ¿no se trata acaso en este campo, más allá de los aspectos parciales – los únicos que aparecen al principio –de una búsqueda personal: la de saber quiénes somos, más allá de las apariencias, lo que somos en realidad?; quien se platea una pregunta de esta índole ¿no es en definitiva esencialmente un buscador de la Verdad? Pero cuidado, una vez que descubras que eres una brillantísima Gran Luz envuelta por una durísima capa de mal oliente excremento, ¿Qué harás al respecto?
Alcoseri
http://groups.google.com/group/secreto-masonico |
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ILLUMINATÍ y MASONERÍA. ¿Cuál es la Realidad? Si algo queda de los Illuminati, se encuentra resguardo exclusivamente dentro de algunas pocas y exclusivas Logias Masónicas del presente, bajo estricta observación, tal cual un potente virus (ideológico ) dentro de un Laboratorio de seguridad. Ciertos analistas han confundido a los Illuminatí con los francmasones. Si bien son dos organizaciones distintas, lo cierto es que existen paralelismos, por ejemplo en los rituales iniciáticos que conformaban el escalafón jerárquico de ambas sociedades. Como es sabido, los Illuminati eran unos anticlericales radicales y deseaban acabar con las realezas europeas. Los masones eran como hoy defensores de la fraternidad humana y, aunque estaban en contra del dogmatismo en todos sus aspectos, no querían un cambio violento ni en el orden político ni en el religioso. A pesar de estas diferencias, ambas órdenes bebían de fuentes de pensamiento clásico esotérico, concretamente del pitagorismo y del culto a la abstracción de un Dios Genérico para cualquier religión, denominado Geómetra o Arquitecto . La Masonería nace como un movimiento que surge de las distintas corrientes ideológicas de las mayores civilizaciones antiguas: Egipto, Grecia, Caldea … Adam Weishaupt quedó fascinado por una de estas: el pitagorismo esotérico . Fundada por el matemático griego Pitágoras , que basaba en desarrollarlo todo a través de las matemáticas y afirmaba que solamente mediante el conocimiento se conseguía la pureza del espíritu. Unos planteamientos que encajaban a la perfección con la ideología ultra-racionalista tanto de, los masones como de los Illuminati. La otra fuente de inspiración fue el Zoroastrismo; que también daba mucha importancia al desarrollo de la mente racional y que tuvo una gran expansión a principios de nuestra civilización , a tal punto que llegó a contender seriamente con el cristianismo. La competencia por el poder de ambas doctrinas resultó tan fuerte que algunos elementos de esta religión tuvieron que ser adoptados por la Iglesia Cristiana. Los Illuminati nacieron con un muy ambicioso programa, pero en sus primeros momentos tuvieron serios problemas para atraer seguidores. Ante este panorama tan poco alentador , en 1780, Weishaupt decidió recurrir a la ayuda de Adolph Franz Friedrich Ludwid, barón de Knigge, un destacado franc-masón alemán que había demostrado cierto interés por la nueva orden de los Illuminati . Este noble otorgó a los Illuminati de estatutos y de grados iniciáticos para atraer a nuevos adeptos. Entonces la nueva estructura de los Illuminati era prácticamente una copia vil y grosera de la de las logias masónicas: trece pasos ritualísticos que representaban las etapas que debían recorrer los aspirantes hasta alcanzar la plenitud esencial y de conocimiento. El éxito repentino de este organigrama cuasi- masónico significó para los Illuminati dejar de ser unos pocos centenares para contar entre 2.000 y 3.000 adeptos. Luego se extendieron por diversos países europeos, como Dinamarca, Austria, España, Inglaterra, Suecia, Polonia, Italia y Rusia, hasta llegar a los Estados Unidos. Los nuevos reclutas eran estudiantes, abogados, pequeños burgueses, catedráticos de las universidades e incluso miembros de la nobleza, como el duque de Brunswick. También destacaron algunas figuras destacadas , como los escritores Goethe y Herder. Otro de los factores que fomentan la distanciación entre los Illuminati y los masones deriva de la orden que Weishaupt dio a sus seguidores para que se infiltraran en las logias francmasónicas con el objetivo de llegar a controlarlas, cosa que le fue imposible, cuando Weishaupt se dio cuenta ya los Francmasones controlaban a los Illuminati por completo. Ya los masones desenmascararon hábilmente en 1777 la perfidia de los Illuminati, aunque algunos permanecieron en las logias y sus planteamientos extremistas provocaron que los sectores más conservadores vieran a los Illuminati como peligrosos agentes revolucionarios. TODO SE TERMINÓ En el año 1783, los Illumínati habían expandido fugazmente sus actividades. Aunque parecía que vivían su momento de esplendor y gloria , no estaban en situación de iniciar una insurrección por toda Europa. Pero más que la falta de adeptos para lograr sus nefastos propósitos, fueron las trifulcas internas y el freno impuesto por las autoridades masónicas las que iban a desencadenar una profunda crisis de la que la orden ya no se recuperaría jamás. Adam Weishaupt envidiaba la poderosa influencia que había conseguido el Francmasón Adolph Franz Friedrich Ludwid barón de Knigge al reformar la organización. El enfrentamiento entre ambos no tardó en surgir y el aristócrata masón abandonó a los Illumínati, harto del carácter tiránico e irascible del bávaro Weishaupt, que quería controlar despóticamente todo lo que sucedía en la orden. Esta disputa ayudó a minarla y destruirla definitivamente. A esto, las autoridades eclesiásticas y civiles de Baviera decidieron actuar contra los Illuminati. El duque Karl Theodore, alarmado por las tendencias agitadoras de la orden, promulgó, a partir de 1784, una serie de edictos contra los Illuminati que cada vez eran más duras. Dicha normativa prohibía cualquier orden que no se hubiese formado bajo expresa autorización del Estado Germano; se amenazaba con la pérdida de sus cargos a aquellos funcionaríos que fueran adeptos, e inclusive el último edicto lanzado contra la orden en agosto de 1787 castigaba a los Illuminatí con la pena de muerte. La Iglesia Católica tomó, asimismo, sus propias providencias. El papa Pío VI inhabilitó las actividades de los Illuminati en dos cartas dirigidas al obispo de Freising. La Inquisición, animada entonces por los ataques del abad Braudel, uno de los escritores más contrarios a las sociedades secretas Illuminati , colaboró de buen grado con las autoridades bávaras en la persecución de los seguidores de Weishaupt. Todas estas medidas debilitaron apresuradamente a los Illuminati. El golpe de gracia llegó en octubre de 1786, cuando la Policía arrestó a uno de los dirigentes más importantes, Xavier Zwack. En el posterior registro de sus casas, las autoridades encontraron mucha documentación sobre la orden, y listas de nombres de sus adeptos, lo que permitió acabar con lo poco que quedaba de ella. A finales de ese mismo año, los Illuminati habían dejado de operar para siempre. De forma irónica , este postrero golpe, que aseguró a las autoridades el éxito definitivo, también ayudo para aumentar hasta hoy la leyenda de la orden . Los sectores más moderados de aquella época y los modernos investigadores quedan horrorizados por los planes de Weishaupt y sus locos seguidores, por lo que hasta el día de hoy, muchos ven la mano oculta de la organización tras las revoluciones que se desatarían en Europa en aquella remota época, hasta ver su influencia en las guerras del mundo actual. Ante el acoso de las autoridades, Weishaupt tuvo que exiliarse. En 1787 se instaló en la ciudad de Gotha (Alemania), donde abandonó sus deseos de instaurar un Gobierno Mundial y una Religión universal que destruyera el absolutismo político y el dogmatismo religioso, suprimiendo fronteras y acabando para siempre con las para él decadentes religiones . El profesor bávaro pasó sus últimos días escribiendo interesantes tratados de filosofía. Murió el i8 de noviembre de 1830. Los Illuminati habían pasado definitivamente a la historia. Y si algo queda de los Illuminati, se encuentra resguardo exclusivamente dentro de algunas pocas y exclusivas Logias Masónicas del presente, bajo estricta observación, tal cual un potente virus (ideológico ) dentro de un Laboratorio de seguridad.
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Masonería- lucha contra el fanatismo
Pensar desapasionadamente en nuestras arraigas creencias es muy difícil. Sobre todo para aquellos que han vivido su fe ciegamente, sin cuestionar nada, pues aparte de las raíces que las creencias religiosas echan de por sí en el alma, todo aquello que hemos creído y practicado desde siempre, se funde tenazmente al fondo de nuestra psique y obnubila la mente impidiéndole verlo que pueda tener de negativo. Es necesario que haga un esfuerzo, que deje de lado todos sus prejuicios y eche un vistazo desapasionado a ciertos aspectos de sus propias creencias religiosas o de otra índole . Fijémonos primeramente en los resultados de todas las religiones. Las creencias religiosas abren un poco la mente hacia ciertas verdades, pero la cierran a otras que no estén de acuerdo con esas creencias. En otras palabras, hace fanáticos. Curiosamente fanático, significa «el que va al templo» (en latín, «fanum» = «templo»), contrariamente a profano, «el que se queda fuera del templo». Algunos de estos fanáticos viven sus creencias con tal rigorismo que se convierten en peligrosos santos, pues muchos de ellos se hicieron santos por haber matado o cristianos, o judíos, o musulmanes, indistintamente. De ellos, los que van por el camino del amor son todavía aceptables, pero los que van por la vía del rigor pueden llegar a ser monstruosos. Ejemplo, Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como Dominicos, que organizó por toda Europa la Inquisición y fue el responsable de la muerte de miles de pobres brujas, o Mahoma por haber matado enemigos de su fe, fue para muchos el gran profeta de Dios. Este fenómeno de producir fanáticos es común a todas las religiones, aunque en unas es más virulento que en otras. Las víctimas mortales que este fanatismo religioso ha generado son innumerables en el mundo entero a lo largo de los siglos y en todas las religiones, ¿usted cree que esto fue cosa del pasado? Pues, se equivoca. La Orden masónica lucha contra el fanatismo en todas sus manifestaciones, como la religiosa y la política ¿por qué lucha contra el fanatismo? Porque va en contra de los principios de tolerancia y amor a Dios, Dios no pide se mi fanático y mata seres humanos. Esto no deja de ser extraño en unas instituciones que comienzan siempre hablando del amor a sus semejantes, y terminen matando semejantes a nombre de esa institución política o religosa. Otro resultado de la religión son las diferentes culturas y tradiciones que vemos en el mundo. Si bien es cierto que una cultura puede moldear una religión y transformarla en algo, es aun más cierto que las religiones no sólo transforman sino que son capaces de crear culturas. Las culturas occidental y arábiga están ambas modeladas por sus respectivas religiones. Ni el mundo occidental ni el mundo árabe serían como son si no hubiesen existido un Jesucristo y un Mahoma. El rigor o la laxitud de sus creencias y de sus mandamientos se concretan primeramente en tradiciones y al cabo de los siglos se echan de ver en los usos y costumbres diarios. Las palabras y el pensamiento de sus fundadores llegan a traducirse en detalles tan específicos como la manera de vestir o tan concretos como los estilos del arte. Detrás de cada cultura o tradición determinada, como dándole aliento y profundidad, está una religión o una creencia. A veces estas tradiciones enraizadas en la religión pierden su significado, pero el pueblo sigue aferrado a ellas porque sus raíces son inconscientes y muy profundas. Tomemos por ejemplo las romerías campestres alrededor de la ermita de un santo. De la fiesta religiosa apenas si queda nada, porque lo que la gente quiere es que empiecen las bandas y orquestas para poder bailar y pasarlo bien. La gente sigue yendo y hasta se asoma a la capilla por curiosidad. Pero del bendito santo o virgen que siglos atrás originaron todo aquello apenas ni sospecharon de las atrocidades que vendrían luego. Otro resultado de las religiones es el aislamiento en que sume a sus fieles. La raza humana está dividida en muchas fracciones, algunas de ellas completamente aisladas del resto, debido únicamente a las religiones. En algunas sectas se llega incluso a prohibir el trato con gentes de otras creencias. Y para encontrar ejemplos de esto no tenemos que ir a Mongolia, a la India o a Manchuria donde habitan pueblos y castas completamente aislados por su religión, sino que nos bastará con asomarnos a nuestra Biblia en donde encontramos a un Yahvé prohibiéndole a su «pueblo escogido» relacionarse con los amorreos y cananeos pecadores. Y no sólo eso sino que les ordenaba que no se mostrasen nada benévolos con ellos y aun que los exterminasen sin perdonar siquiera a los lactantes. Y no nos olvidemos de que ese mismo Yahvé era y sigue siendo el Dios del cristianismo. El aislamiento y la separación que la religión produce lo podemos ver en nosotros mismos. Ante un marroquí o un tunecino de religión musulmana nos sentimos diferentes. Hay algo profundo que nos separa de ellos, no importa lo amables o correctos que puedan ser. Nos parece que allá en el fondo no tenemos nada que ver con ellos y pensamos que están radicalmente equivocados. Y la realidad es que hay cerca de mil millones de personas que en religión piensan fundamentalmente igual que ellos y de las que, lógicamente, también nos sentimos distanciados. Otro resultado de las religiones es que tranquilizan el alma con la falsa promesa que hacen de un más allá feliz, pero por otro lado la llenan de miedo con amenazas de castigos eternos y terribles sí no se cumplen en esta vida determinados mandamientos. Esto tiene más peso en el alma de muchos cristianos que las promesas de un más allá feliz y por eso muchos de ellos se han pasado la vida con temor a la muerte y a lo que les pueda suceder después. En la Edad Media los monasterios y conventos se llenaban de gentes que renunciaban a vivir como personas normales, aterradas por las predicaciones de unos frailes fanáticos que hacían mucho más hincapié en los castigos que en las recompensas y que se regodeaban en presentar a un Dios terrible y vengativo. Al fin y al cabo, no hacían más que predicar al Yahvé del Antiguo Testamento. En los monasterios y cenobios se aislaban no sólo de la sociedad, sino de las propias familias. Las palabras del fundador del cristianismo, predicadas con todo rigor por sus predicadores resonaban en sus oídos: «El que quiera venir en pos de mí que deje a su padre y a su madre...). San Francisco Javier, uno de los santos eminentes de la Iglesia, cuando estaba ya destinado a las Indias Orientales, de las que no volvería, pasó por Navarra cerca de donde vivía su madre y no fue a verla porque pensó que con ello agradaba más a Dios. ¡Bárbara manera de concebir la religión! Y si así piensa un santo, que es un guía en el camino hacia Dios, ¿qué les espera a los pobres creyentes que sigan sus enseñanzas? En resumen, las religiones, aunque comienzan hablando de amor, desunen, aíslan, llenan el alma de miedo y complejos, cierran las mentes y no permiten al ser humano disfrutar de las muchas cosas buenas que hay en el mundo. Según la doctrina cristiana tradicional, las mejores cosas de la vida son pecado y en todas las religiones vemos cómo el sacrificio, la renunciación, la mortificación de los sentidos, la penitencia, los votos, la muerte al mundo y hasta los tormentos son moneda común para agradar a Dios. Es cierto que al que está atribulado lo consuelan con promesas para el más allá, pero no le ayudan a vencer la causa de su desconsuelo ni le dan una visión optimista de esta vida. Como no tienen nada que dar acá, centran todas sus prédicas en el más allá. Pero el más allá comienza en esta vida. Y ahora algo fundamental acerca de las religiones que entronca con lo que dijimos de los otros niveles de realidad. Algo que explica todo el misterio de ellas y su razón de ser y que aunque sea difícil de admitir es, sin embargo, la clave para explicar lo extraño del fenómeno religioso en todas las culturas, en todas las épocas y en todas las latitudes. La religión no es tanto hechura de los hombres cuanto imposición de los señores del mundo, es decir, de aquellas entidades a las que cuando hablábamos de seres inteligentes no humanos que nos dirigen desde las sombras algunos los llaman illuminati, otros extraterrestres, otros superiores desconocidos etc . Las religiones son una formidable estrategia que ellos usan para tres fines: a.-Para mantenernos desunidos de modo que no progresemos y usemos toda nuestra energía en disputar entre nosotros. b.-Para que nos hagamos la guerra de la cual algunos de ellos sacan una gran beneficio. Esto lo lograron en gran medida en tiempos pasados. c.-Para sintonizar nuestras mentes y enfocarlas hacia una idea común y para mantenerlas expectantes, porque a la mayor parte de ellos les interesan mucho las ondas que en ese estado de ánimo producen nuestros cerebros. Esto ya ha sido expuesto largamente en conferencias en Logias masónicas El viejo lema divide y vencerás tiene una perfecta aplicación en esta estrategia. Nadie puede negar que las religiones a lo largo de la historia hayan sido la principal fuente de guerras y de discordias. Predicando el amor —a los que piensan como ellos— hacen la guerra — a los no creyentes—.¿algo muy extraño no les parece? Esta es una paradoja que tiene que hacer reflexionar a cualquier persona pensante. Si la humanidad hubiese gastado tanta energía en mejorar sus instituciones y en progresar como ha gastado en hacer templos y en guerrear por la fe, hoy la raza humana no estaría en el estado lastimoso en que está. En esta reevaluación de la religión los masones y los no masones tendremos que repensar a fondo las creencias y descubrir sus profundas contradicciones. Algunas las acabamos de señalar, pero quedan todavía muchas otras que tienen que descubrir por sí mismo. Deberá comparar usted su fe con otras fes diferentes para ver cómo coinciden en cosas absurdas y cómo, por el contrario, se contradicen en puntos básicos. Coinciden, por ejemplo, en la exigencia del dolor, en la personificación de la divinidad, en la humanización de Dios, en la virginidad de la madre del hombre-dios, en su -Segunda venida-, en hacer de los sacrificios de sangre el centro de la religión, etc. Y en cambio son contradictorias en cuanto a sus mandamientos concretos y ritos. Ante un cuadro así uno deduce que todas no pueden ser verdaderas y una sola tampoco, porque esto diría muy poco de la equidad, justicia y providencia de Dios. Un masón o no masón tendrá que repensar en particular el más allá que predica el cristianismo con su resurrección de la carne, sus infiernos eternos y visiones beatíficas que no gozará la mayor parte de la humanidad que no ha creído ni obrado conforme a las enseñanzas de Cristo. ¿En qué cabeza caben tantos disparates? Por lo tanto, sea usted masón o no tiene que tener el valor de destetarse de semejantes enseñanzas y perder el miedo a pensar libremente acerca del más allá. La religión trata a sus fieles como tonitos que no tienen inteligencia, y en este particular, el catolicismo ha sido el ejemplo perfecto del padre superprotector que a fuerza de defender a su hijo de peligros lo convierte en un tarado que no puede valerse ni pensar por sí mismo. Las autoridades eclesiásticas prohibieron prácticamente pensar sobre los misterios de la fe. Había que limitarse a oír y a creer lo que ellos decían. Por eso, muy lógicamente, prohibieron leer la Biblia ya que su lectura es capaz de quitarle la fe a cualquier persona que reflexione un poco sobre todos los disparates que contiene. Se puede asegurar con toda certeza que las creencias de cualquier religión son un insulto a la inteligencia humana. Lo malo es que hay muy pocos, aun entre las personas cultas, que tengan la valentía de hacer un examen crítico detallado de todas sus creencias. Existe algo que reviste una gran importancia, convendrá que nos detengamos un poco en analizar la esencia del poder que hace que unos hombres tengan dominio sobre otros y los hagan infelices al someterlos a sus caprichos, y que estos infelices apoyen a lideres, tiranos que por más que éstos vayan, en muchas ocasiones, arropados bajo el nombre de leyes, religiones o de servicios al pueblo, a Dios o a la patria. Hay un poder desnudo y descarado que es el poder irracional o el poder que da la fuerza bruta. Hoy día, ese poder lo ejercen los tiranos cuando fusil en mano pisotean los derechos del pueblo y derrocan a los gobiernos libremente elegidos. Los motivos para semejante conducta cavernaria en los países no tan atrasados suelen ser fatuos aunque los responsables pretenden sacralizarlos entremezclándolos con los valores patrios, religiosos o tradicionales. En el fondo es sólo cerrazón de mente de unos cuantos engalanados que creen que todo el mundo tiene que pensar como ellos. Es una consecuencia lógica del autoritarismo y la intransigencia con que fueron educados, y que todos hemos padecido de una u otra manera en la llamada cultura religiosa. Pero dejemos este tipo de poder porque no es a él al que mayormente nos referimos . Nuestras miras se dirigen a otros poderes más sutiles pero no menos eficaces, y mucho más corrientes que el poder de la fuerza bruta. Nos referimos en concreto al poder que da el dinero y en especial al poder religioso y político, mediante el cual un grupo de ciudadanos dirigen a todo un país. El poder del dinero, sobre todo de la gran banca y de los grandes financieros, suele ser mucho más indirecto y disimulado, y suele ir mayormente dirigido a aumentar sus posesiones y sus riquezas, aunque con no poca frecuencia se entrometen también en los hábitos de la sociedad. Pero su fin último no suele ser el dominar al pueblo, sino simplemente hacerse más ricos para poder seguir jugando al apasionante juego de las grandes finanzas. Los grandes banqueros y los ricos famosos suelen ser unos pobres diablos enganchados a la droga del dinero, con muy escaso tiempo para disfrutar de él, y muchas veces sin saber cómo hacerlo. Dejémoslos en su loca carrera por hacerse más ricos y fijémonos en los poseedores de otro poder mucho más peligroso y contra el que los masones deben estar precavidos: todos los que se aprovechan de la ignorancia del pueblo en masa, que los hay en la religión, en la política, en el comercio, en la banca. Etc
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La Masonería en el cine Para estudiar la presencia de la Masonería en el cine, disponemos actualmente de diversas fuentes. Pero las verdaderamente imprescindibles son, sin duda, la página web de la Gran Logia de la Columbia Británica y el Yukon http://freemasonry.bcy.ca/fiction/cinema.html, que ofrece un apasionante recorrido por las referencias masónicas en el cine y la televisión, y el libro Franc-maçonnerie et le 7ème Art, cuyo autor, Harry Swerts, es miembro del Gran Oriente de Bélgica. Se trata de un ensayo serio, en el que se analizan detenidamente las múltiples y complejas conexiones entre el Arte Real y la producción cinematográfica. Muchas alusiones a la Orden iniciática son evidentes, como en la película antimasónica “Forces occultes” (Paul Riche, 1943) o las cintas realizadas a partir de textos de escritores masones, como por ejemplo “El hombre que pudo reinar” (John Huston, 1975) basada en el relato de Rudyard Kipling. Algunas podrían resultar extrañas, como cuando Swerts apunta al film “El Zorro” en la versión interpretada por Douglas Fairbanks (que se inició en la R.L. Beverly Hills nº 528 de California) como un guiño a la leyenda del príncipe Zorobabel, y otras, algo más discretas, como el filme “El Álamo”, donde John Wayne (Maestro Masón de la R.L. Marion McDaniel nº 56, en Tucson, Arizona) interpreta a David Crockett, político y francmasón. Cabe señalar el hecho de que los actores masones destacan en dos estilos preeminentes: el thriller de acción y las películas del Oeste, como en el caso de Ernest Borgnine (miembro de la R.L.Abingdon nº 48, de Virginia), Clark Gable (iniciado en la misma Logia que Fairbanks), Glenn Ford (miembro de la R.L. Palisades nº 637, de California) o el propio John Wayne. Aún queda por confirmar la afiliación masónica de Telly Savalas. También hay una segunda categoría: el cine de humor. Actores como Bud Abbott, de la pareja cómica Abbott & Costello (perteneciente a la R.L. Daylight nº 525, de Michigan), Oliver Hardy, el rechoncho actor de “El gordo y el flaco” (iniciado en la Solomon Lodge nº 20 de Jacksonville, Florida), Cantinflas o Harold Lloyd (que se inició en R.L. Alexander Hamilton nº 535 de California) o Harpo Marx (afiliado a la Algonquin Round Table de Nueva York), un cómico que ha sido inspiración de otros cómicos. Al principio de “Una noche en Casablanca” (1946) hay una escena en la que Chico y Harpo se dan un apretón secreto –tan tonto como divertido y cómico- que afirmaría ser el origen del famoso sketch de los Monty Python “Cómo reconocer a un masón”. Conviene recordar, asimismo, las magistrales actuaciones de Richard Pryor (de la R.L. Henry Brown nº 22 de Peoria, Illinois) o Peter Sellers (Maestro en la R.L. Chelsea nº 3098, de Londres), que desempeñó el papel del inefable Inspector Clouseau en no menos de seis ocasiones. 2 En el cine, las insinuaciones al Arte Real van más allá de la mera adscripción de un actor a una Logia. En muchas películas se visualizan imágenes, gestos o diálogos que evocan la Francmasonería. Unos otorgan cuerpo al contexto histórico de una época, como la tenida fúnebre de “Como agua para chocolate”, mientras que otros retratan la vida cotidiana. La aparición de emblemas masónicos en los filmes va desde las casi inadvertidas hasta las que proponen el uso irreverente de los símbolos de la escuadra y el compás, los decorados del Taller o la representación del ritual masónico por parte de los protagonistas. Señala la página Internet antes mencionada que “las referencias abarcan desde las mordaces a las inocuas”, dejando al margen las que atribuyen a la Orden el patrocinio de un sinfín de conspiraciones. Con casi noventa referencias cinematográficas de toda índole, extraídas de alrededor de dos mil películas, cabe diferenciar entre las escenas que muestran claramente los símbolos de la Masonería (como en “La búsqueda” -2004) interpretada por Nicolas Cage, película que agranda el falso mito de un tesoro “metálico” secreto custodiado por masones, con profusión de escuadras y compases en medallones, ladrillos, mapas, criptas y lápidas) a las películas que son, simplemente, coincidentes. Que el acceso a una sala privada en “Eyes Wide Shut” (Stanley Kubrik, 1999) requiera de una contraseña, no convierte automáticamente este lugar en sede de una sociedad iniciática; el ojo en un delta no es, necesariamente, un símbolo masónico. Pero sí lo son los símbolos que aparecen en el cartel de bienvenida al pueblecito de Canaima, ficticio escenario de “Arachnophobia” (1990), donde se detallan las actividades de la Logia local. Asimismo, llaman la atención el colgante del sheriff Tenney (John Behan), alguacil del condado de Cochise en la película de vaqueros “Tombstone” (1993), la insignia que luce en el ojal el actor Bob Guntond en el papel de banquero para el film “Dolores Claiborne” (1995), el anillo del dedo meñique de Burt Ramsey –papel encarnado por Ricky Jay– como narrador en la película “Magnolia” (1999), la camioneta camuflada donde se ocultan Will Smith y Martin Lawrence en “Bad Boys–II” (2003). El edificio del Rito Escocés frente al que circulan Colin Farrell y Jamie Foxxel, los inspectores de “Corrupción en Miami” (2006) o el botón en la americana del detective Toback (Ted Levine), superior de Denzel Washington y Russell Crowe en “American Gangster” (2007). Caso aparte es la propaganda antimasónica reflejada en algunos filmes sobre la figura de Jack el Destripador, desde “Asesinato por decreto” (1979) hasta “Desde el infierno” (2001). Es preciso señalar que la pertenencia de un actor o un director de cine a la Obra, no convierte forzosamente sus películas en vehículos del ideario masónico. Dos rápidas pinceladas dispares para terminar: el esfuerzo desplegado por Cecil B. DeMille (iniciado en la R.L. Prince of Orange nº 16, de Nueva York) por erradicar el racismo de los péplums (películas de romanos), donde se designaba al pueblo judío como asesino de Cristo. El radical cambio de tratamiento de la percepción antisemita en el film “Rey de reyes” se torna en su más destacada apología. Nada comparable al punto de vista moral, aunque sin duda repugnante, de un director técnicamente capital en la historia del cine, como D.W. Grifith (miembro de la R.L. St. Cecile nº 568, de Nueva York), que presenta en “El nacimiento de una nación” a los hombres de color como seres despiadados, auténticos “responsables” de la creación del Ku Klux Klan. Artículo redactado por el H.·. A.·. L.·. R.L. Yod del Maresme (GLSE) Or.·. de Barcelona 3 . gSreemsoins a rios y con- El Centro de Estudios de la Historia de la Masonería y el Compañerazgo (CRFF) de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) se encarga de la organización de la tercera Conferencia Integracional sobre la Historia de la Masonería (ICHF), que se celebrará en el George Washington Masonic National Memorial (Alexandria, Virginia, EE.UU.) del 27 al 29 de mayo de 2011. El lector encontrará información sobre los preparativos de este evento en la página web: www.ichfonline.org/news.htm. Libros TEXTOS FUNDAMENTALES DE LA MASONERÍA Autor: Ignacio Méndez-Trelles Edita: Masonica Es. (Oviedo), 2009 ISBN: 978-84-936941-0-4 Págs. 388 Precio: 18,00 Euros Este compendio de textos fundamentales de la Orden cuenta también con un cuidadoso estudio preliminar y con reseñas de más de cien documentos antiguos. En este volumen se recogen los textos de los veintitrés documentos más importantes al día de hoy para el estudio y la comprensión de esta transición que hizo pasar de los elementos físicos de la construcción, el mazo, el cincel, la escuadra, la plomada, a la Construcción filosófica, ética y moral conocida de un modo genérico como «Francmasonería». EL MISTICISMO DE LA MASONERÍA Autor: Reuben Swinburne Clymer Edita: Masonica Es. (Oviedo), 2008 ISBN: 978-84-936941-1- 1 Págs.136 Precio: 14,00 Euros Aunque la gran mayoría de los Masones sonríe cuando se usa el término «Ciencia Oculta» con respecto a los Misterios, lo cierto es que si no hubiese sido por las Fraternidades Ocultas, la Masonería no habría existido. La Doctrina Secreta fue la religión difundida universalmente entre los Antiguos. Prueban su difusión, los anales auténticos de la historia, una cadena completa de documentos que muestran su carácter y presencia en todas las regiones, junto con las enseñanzas de sus grandes Adeptos, que existen hasta hoy en las criptas secretas de librerías pertenecientes a las Fraternidades Ocultas, entre los cuales debe agradecérsele más que a cualquier otra, a la verdadera Fraternidad Rosa-Cruz. HORIZONTES MASÓNICOS Autor: León Zeldis Edita: Ed. Nous (Córdoba), 2009 ISBN: 978-84-936029-4-9 Páginas: 156 Precio: 10,00 Euros El libro de León Zeldis trata de presentar una visión panorámica de la Masonería, comenzando con los elementos principales del simbolismo de la Iniciación, el uso de voces hebreas en los rituales masónicos, un vistazo a los puntos de contacto y las diferencias entre las dos vertientes principales de la Masonería mundial: Escocesa y York, un examen del entorno social al tiempo d e fundación de la primera Lógica en Londres, planteando además los fundamentos filosóficos de la Masonería y su proyección futura en la sociedad actual. LA IGLESIA CELTICA: MONJES CULDEOS Y MASONES OPERATIVOS Autor: Jorge Francisco Ferro Edita: Lumen Humanitas (Barcelona), 2009 ISBN: 978-98-700-0823-1 Págs. 144 Precio: 15,60 Euros ¿Quiénes fueron los misteriosos Culdeos? Este libro aborda la historia, las costumbres, la organización social y la cultura de un grupo de hombres cuya presencia se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. LOS SECRETOS DE LOS MAESTROS CONSTRUCTORES Claves y ritos de las primeras logias masónicas medievales Autor: Xavier Musquera Edita: Nowtilus (Madrid), 2009 ISBN: 9788497637350 Págs. 336 Precio: 17,95 Euros Una guía práctica para aprender a interpretar la 4 iconografía de los templos de la Edad Media: Conocimientos gnósticos, astrológicos y herméticos impresos en la piedra. En este libro, el lector descubre los entresijos de los Maestros constructores, sus vidas y sus ritos, así como la creación de las primeras logias que se establecieron en dicha época, el nacimiento de los gremios artesanales, sus conocimientos, su simbología críptica y los mensajes que dejaron impresos en la piedra para los iniciados. El universo del símbolo aparecerá como transmisor de aquellos saberes ancestrales que están plasmados en el románico y en el gótico. MANUAL DEL APRENDIZ MASÓN Autor: José Díaz Carballo Edita: Editorial Herbasa (México), 2008 Distribuye: Zurcasor (Barcelona) www.zurcasor.com ISBN: Págs: 272 Precio: 14,00 Euros La Masonería abre la vía a la Iniciación y sus símbolos dan al Masón la posibilidad de alcanzarla. El simbolismo solo apunta a sugerir el trabajo interior y a estimular la orientación personal sobre las vías del Constructivismo universal, la Gran Obra masónica es una tarea siempre en movimiento. El simbolismo masónico es así la forma sensible de una síntesis filosófica de orden trascendente y abstracto, a la cual el iniciado debe cooperar: "No sabréis en Masonería, sino lo que hayáis encontrado vosotros mismos". Periódicos y revistas CULTURA MASÓNICA se titula la nueva revista bimensual publicada por la editorial MASONICA. ES. (www.masonica.es) El primer número de la revista está dedicado a los documentos antimasónicos. En preparación: monográficos sobre el Rito Francés y el Régimen Escocés Rectificado. La publicación (en formato PDF) se enviará gratuitamente a los HH.·. registrados en la página web de la editorial. La versión en formato papel se entregará con cualquier pedido de libros. Adhiérase al CIEM Para mayor información, diríjase a: Centro Ibérico de Estudios Masónicos (CIEM) Apartado de Correos 53.203 28080 – Madrid (España) E-mail: info_ciem@yahoo.es |
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El legendario francmasón llamado Guillén de Lampart que inspiró los libros de Carlos Castaneda, Lampart un irlandés que para muchos fue el primer impulsor de la Independencia Mexicana En la Columna de la Independencia, que es una inmensa estatua de mármol que en parte se inspira en Guillén de Lampart, quién llegó a la Nueva España en 1640 con el propósito de independizarla. Dentro de la columna de la Independencia, conocida simplemente como El Ángel, se resguardaron los restos de los héroes de la independencia Mexicana; entre otros, Miguel Hidalgo, José María Morelos, Juan Aldama, Ignacio Allende, Leona Vicario. Ahora en Palacio Nacional frente al Zócalo de la Ciudad de México existe un museo creado para conmemorar el Bicentenario de la Independencia Mexicana.
Al entrar Museo del Bicentenario de pie encontramos la estatua de mármol de uno de los personajes que ha movido infinidad de polémicas, el francmasón irlandés Guillén de Lampart, mejor conocido como El Zorro; de este personaje nace la leyenda de este sujeto que le quitaba a los españoles su riqueza, para dársela a los indígenas mexicanos y fue de hecho el primer conspirador de la Independencia de México. Unos dicen, como el escritor el Eminente Francmasón Vicente Riva Palacio, y el escritor Guillermo Samperio señalan que fue el primer independentista de México. Pero también fue la fuente de inspiración para crear el mito de Carlos Castaneda y su Castanedismo
En 1903, el presidente mexicano masón Porfirio Díaz solicitó al escultor Guillermo Cárdenas, el inicio de la efigie de este peculiar protagonista. La polémica figura mide 2.15 metros de altura y según se dice, el Mason Lampart o Lombardo, como se hacía llamar, está representado como murió en la hoguera. Para muchos, de alguna manera tuvo que ver con los acontecimientos que desembocaron en esta gesta independentista, y así hasta de día de hoy, sigue bajo la custodia del Ángel. Así el francmasón Guillén de Lampart (1615-1659) se convirtió en un extraño héroe; que fue encarcelado por el Santo Oficio, pero logro huir la primera vez que fue encarcelado En 1642, acusado de brujo, tratos con el demonio, infidencia al rey, desacato al Santo Oficio, herejía y de abundantes injurias contra los inquisidores, entre los innumerables cargos que solían acumularse sobre los desdichados, quedó preso durante diecisiete años en las cárceles de la Inquisición, de donde sin embargo logró escaparse. Fue reaprendido , reencarcelado, reprocesado y quemado El francmasón Vicente Riva Palacio tomó muchos volúmenes de los archivos de la Inquisición y estudió a profundidad. Riva Palacio hizo dos cosas a propósito de don Guillén de Lampart: novelizar su vida, a partir del voluminoso proceso inquisitorial, de ahí surgió luego el personaje mundialmente conocido como el Zorro, que ha sido llevado a la pantalla muchísimas veces, luego inspiró a la creación de la Saga de los Libros de Brujería de Carlos Castaneda, .
Las enseñanzas de don Juan. Una forma yaqui de conocimiento, Relatos de Poder, Viaje a Ixtlán, entre otros. El Francmasón Vicente Riva Palacio, como muchos sabemos, fue uno de nuestros mayores escritores mexicanos del siglo XIX (Martín Garatuza, Los cuentos del general, Los ceros; Monja y casada, virgen y mártir; El libro rojo, la sección “El Virreinato” de México a través de los siglos, además de la coordinación de esta obra monumental que ha regido la visión oficial y social de nuestra historia antigua, hasta la fecha) y el que más se apasionó por la historia de la Inquisición en muchos de sus escritos.
En su novela Memorias de un impostor, basado en el expediente inquisitorial de la Nueva España, donde aparece Guillén de Lampart, en la que aparece Lampart como un asombroso Don Juan perseguido por historias muy apasionadas, muy propias del Zorro. Gran parte de la novela trata de una bendición o maldición amorosa, “el dedo del diablo”, que lo había ungido fatalmente en la frente: todas las mujeres distinguidas y hermosas de la Nueva España se enamoraban perdidamente de él. Riva Palacio nos los muestra muy guapo, bien vestido y peripuesto; rico, atento, seductor, caballeroso, generoso: todo un galán como el Mismo Zorro de las Películas de Hollywood con libre acceso a los salones del México antiguo .
De pronto, en Memorias de un impostor, como a todo Buen Zorro, se le aprontan , iracundas, cinco bellaz enamoradas. Una se suicida, otra se va de religiosa, otra lo denuncia por brujo o diabólico a la Inquisición, etc. Riva Palacio lo reconoce como miembro de una masonería pro-independentista, del tipo de “los guadalupes” , si esos famosos masones guadalupanos. El Francmasón Guillén de Lampart era una suma barroquísima de misterios y de secretos. Salió de Irlanda fue a dar a Londres, donde estudió latines y teologías a la edad de doce años, cuando tuvo que escapar de las iras de la corona inglesa –pues, compuso un poema en latín contra las herejías de la corona inglesa.
Dice que luego cayó en poder de piratas y se volvió su jefe, pues algo brillaba en él que los sedujo. Poco tiempo después, abandonó la piratería y se destacó como caballero andante, militar y culto en la corte, donde el rey de España y el valido Conde, pero luego el favor del Rey no le favoreció más: se embarcó, como uno más de la plebe en una flota a intentar no sé qué aventura mexicana. Al llegar a México gana el apoyo popular aboliendo la esclavitud de los negros, indígenas, criollos y los onerosos impuestos a todas las castas, lo que indudablemente fascinó a los liberales de la Reforma. Hasta aquí, la acción legal de la Nueva España contra Guillén de Lampart debió haber sido meramente política y secular; asunto para la Sala del Crimen del Virrey de la Nueva España y para ser remitido en cadenas a España por probables intenciones de infidencia o rebelión.
O a un manicomio. Sin embargo, el Santo Oficio se apoderó del caso porque los delatores y testigos hablaban de peyote, de astros y de diablos. Es entonces cuando se despliega la más trágica y edificante historia de Guillén de Lampart y es donde nace el mito de la brujería al puro estilo de Carlos Castaneda y su saga de libros de Brujería Indígena Mexicana , estas son totalmente documentable: la del enemigo acérrimo de la Inquisición desde sus propias cárceles. Se defiende con sus poderes mágicos de los inquisidores; los denigra, los amenaza y en secreto escribe terribles denuncias contra ellos por su corrupción -Al fugarse, pegó estas denuncias –con un engrudo a base de pan y agua- en ciertos muros principales, en la madrugada. De tal modo se convirtió en un adalid de los liberales francmasones juaristas que, con los archivos de la Inquisición en el cómodo estudio de Riva Palacio, podían airear un aspecto macabro de la dominación española. Aunque en secreto, tales cargos contra el Santo Oficio mexicano no fueron tomados a la ligera por la Corona española, que interrogó a sus representantes virreinales sobre ellos durante mucho tiempo, y ordenó investigaciones que corroboraron plenamente, al menos en los aspectos materiales de corrupción y arbitrariedad, las denuncias de Guillén de Lampart. Sobre todo le dolió mucho al rey enterarse de que los inquisidores mexicanos apresaban a presuntos judíos de origen portugués muy ricos, ¡y en seguida los volvían pobres en su contabilidad!, para no entregar nada de esa riqueza confiscada al tesoro real. A algunos inquisidores se les demostró que vendían en tales o cuales comercios céntricos las joyas sustraídas a los “herejes” procesados.
Así Carlos Castaneda se inspiró en las aventuras del el legendario Guillén Lampart, que fue en realidad un francmasón que huyendo de la inquisición se refugió en México, y contacto con brujos mexicanos, y aprendió las enseñanzas de magia prehispánicas cuando llegó a México. |
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