La difusión de la Gran Luz

No hace mucho tiempo, fuera del Templo de la Luces, la Gran Luz era desconocida. Rumores de su existencia habían llegado tanto a los más sabios como a los ignorantes del Reino de las Sombras y todos ellos trataron de saber a ciencia cierta qué era la Gran Luz, conocían la luz solar y la luz producida por el fuego, pero nada sabían acerca de la Verdadera Gran Luz, sólo sabían que la luz producida por la Naturaleza y el Hombre era prima lejana de aquella esplendida Luz, a sus propias conjeturas cada uno de ellos se hacia sus propias ideas de lo que debería ser o no ser.

Así que el Tirano llamado “Aquí y Ahora” envió una comisión notables al Templo de las Luces, y ahí fueron recibidos, pero la comisión de hombres eran ciegos, o cuando menos no estaban capacitados para percibir aquella Gran Luz. Pero, dedujeron que los miembros del Templo de las luces, simplemente mentían, y que simplemente la Gran Luz no existía, era un mito más como otros tantos; consideraron que no era apropiado para su Amo “Aquí y Ahora” aquel mito.

El más notable de la comisión un filósofo llamado “Allá es Ahora”, de todos modos recogió toda la información que pudo acerca de la Gran Luz y llegó a concluir de que debía ser una sustancia hidrogenada y sublimada de algún modo, y que era de un orden diferente de cualquier otra cosa conocida hasta entonces por ellos. ¿Acaso no se referían acerca de la Gran Luz cómo lo más valioso de la Creación?

Durante siglos los habitantes de las sombras intentaron sin existo encontrar la fórmula secreta que produjera la Gran Luz. Muchos experimentos resultaron fatales para los pobladores del Reino de las Sombras: guerras, pestes, crisis y muchísimo dolor, así todos se sintieron desilusionados. Nadie había traído al Planeta la Gran Luz, y por lo tanto, no tenían ni dicha ni paz. Asimismo, probaron de nuevo toda clase artilugios y ciencias nuevas, pero sin éxito.

En cierta ocasión en un poblado llamado “Secta de la Paz”, tenían una pequeña caja de acacia que decían contenía una porción de la Gran Luz, con frecuencia el pueblo iba en procesión religiosa al Templo que guardaba la caja. A nadie se le permitía verla ni tocarla siquiera, en realidad la caja contenía algo, que hasta nuestros días nos seduce.

Todos hasta el día de hoy están convencidos de que la Gran Luz estaba contenida en esa pequeña caja de Acacia y Oro, y que poseía cualidades mágicas. Un hombre iluminado les dijo: verted sangre sobre la caja tanta que llegue al interior. Fue colgado de una cruz y clavado ahí, por decir esto, de acuerdo con las creencias de la Secta de la Paz, esto era lo justo para aquel hombre por decir esto. Para ellos este hombre iluminado era peligroso y enemigo de su religión fanática. Pero justo antes de morir a unos pocos les había transmitido su secreto, y éstos lograron obtener una infinitesimal porción de aquella Gran Luz, y la hicieron potable, y secretamente la bebían. Cuando alguien les pregunta ¿Qué estáis haciendo?, ellos simplemente respondían: Sólo es una pócima para convertirnos en inmortales, y la gente se reía de ellos.

Esto se extendió a todo el Reino de la Sombras. La secta de bebedores de sangre luminosa creció rápidamente. Se popularizó y fue dado de beber a otro, pero éstos pensaron que era la bebida de un absurdo ritual. Había estado en posesión de otros, y éstos la veneraron. En el Reino de las sombras, sólo unos pocos realmente lo bebían, pero en secreto.

Entonces llegaron unos hombres de conocimiento y dijeron a los sombríos y a los del pacto: El que prueba, conoce. El que no prueba, no conoce. En lugar de hablar sobre el luminoso brebaje, nada digáis, pero ofrecedlo en vuestras fiestas. Aquellos a quienes les guste su sabor pedirán más. Los que no lo hagan, demostrarán que no están capacitados para ser bebedores de la Gran Luz. Muy pronto en todo el mundo hubo templos dedicados a beber la bebida de la Gran Luz.

La bebida que contenía una pequeñísima porción de la Gran Luz, se difundió por todo el Reino de las Sombras, muchos se preguntaban cómo salió la Gran Luz de la caja de Acacia, pero la gente la bebía con gusto. Así, el Reino de las Sombras poco a poco se fue convirtiendo en Luz, pero sólo unos eran tomados y otros dejados, sólo quienes bebían se iluminaban.

Como principio, nunca olvidéis esto, sólo los grandes y los que pretendían ser iluminados fueron quienes buscaron la Bebida de la Gran Luz, pero los negligentes exclamaban: ¡ Pero ésta bebida es sólo vino común !

Algún día se conocerá la verdad sobre los alimentos y las bebidas, pero ahora a pesar de que esto pudiera estar al alcance de cualquier boca, cuando la gente toma del néctar de la Gran Luz son muy pocos los que pueden digerirlo y aprovecharlo para bien de su organismo y de sí mismos.

Alcoseri

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