MINICOMEDIA
CAMBIO DE GIRO
Por Marco Antonio Almazán
Una tarde se reunieron los seis ejecutivos de la agencia de publicidad P.P.P, en el salón de las oficinas inauguradas seis meses antes. Seis secretarias rubias y con minifalda, se apresuraron a tomar en taquigrafía las importantes deliberaciones.
Hace medio año que fundamos P.P.P., (dijo el presidente de la empresa) “Publicidad Programadora Pepe” estreno estas oficinas con un cóctel para la prensa, el cine, la radio y la televisión, para dar a conocer nuestros audaces proyectos con medios hasta ahora desconocidos en el país. Poco después recibimos nuestro flamante equipo mercadogenerador y dimos otro cóctel para demostrar su capacidad. Contratamos a seis señoritas muy bien dotadas, que lo mismo desempeñaban el papel de secretarias que de modelos.
A nuestro regreso al país (prosiguió el presidente), ofrecimos otro cóctel para presentarlas. En fin, que nuestra labor ha sido ardua y considero que ha llegado el momento de analizar sus resultados. Empecemos con el ramo periodístico. ¿Con cuantos clientes contamos Elpidio?
Hasta la fecha ninguno (dijo Elpidio), pero vislumbro perspectivas. He ofrecido sendos cócteles a los representantes de la industria automotriz, de la textil, la cervecera y la cigarrera, y creo que en un futuro cercano lograremos conseguir magnificas firmas que utilicen nuestros servicios.
¿Y en el campo de la televisión, Rigoberto?
Pues mas o menos igual (informo el interpelado). Aun no tenemos clientes, a pesar de que he estado ofreciendo un cóctel cada quince días, pero espero que dentro de poco habremos conseguido la publicidad de dos o tres productos dentrificos, una licorera y cinco fabricantes de detergentes.
¿Y por lo que respecta a la radio, Gumersindo?
Yo no he dado cócteles cada quince días, sino cada ocho (replico Gumersindo). Todavía no tengo clientes, pues los anunciantes por radio son reacios a cambiar de agente; pero no dudo que al fin de año tendremos cuando menos diez firmas en cartera. Hay que tener paciencia.
¿Y por lo que hace al cine, Godofredo?
Es un medio particularmente difícil (dijo el aludido), pero hasta la fecha llevo ofrecidos treinta cócteles a diversas empresas comerciales, a concesionarios de ventas de palomitas de maíz y fabricantes de motocicletas; creo que algún día de estos caerá alguno.
El presidente medito unos momentos y las seis secretarias rubias dejaron de sonreír y se dieron un tironcito a las faldas. Diodoro (le pregunto al cabo de un rato al ultimo ejecutivo). ¿Cómo andamos de finanzas? Ya casi no andamos (repuso el encargado de los dineros). Del medio millón en efectivo con que iniciamos operaciones, hemos gastado 100.000 en sueldos y mantenimiento, 100.000 en publicidad y viajes, 298.000 en cócteles. Nos quedan 2000 en caja.
¿Y de ingresos?
El llamado Diodoro se calo las gafas y consulto sus libros. Hasta la fecha (manifestó), no ha habido ninguno.
El presidente volvió a meditar y dijo en forma categórica: Desde hoy, señores, la empresa abandona el ramo publicitario y se dedicara a ofrecer sus servicios como proveedora y organizadora de cócteles, a ver si por lo menos podemos recuperar los 298.000 que hemos gastado en ellos. Sin embargo daremos el último para anunciar nuestro cambio de giro.
Suplemento dominical de Excelsior México, Distrito Federal 1960