COMO Y CUANDO, SUPE
DE LA MASONERÍA
En el invierno de 1943, a mis padres los destinaron como maestros rurales a un pueblo de la montaña de Santander (hoy Cantabria), al mes de vivir en ese pueblo (Tudanca), me enferme de pleuresía, y fui internado en el Hospital de Valdecillas, Santander, allí permanecí año y medio.
Al regresar al pueblo empecé la primera enseñanza con mis padres, a la edad de siete años y medio. A los pocos meses mi padre fue denunciado a la Guardia Civil por el cura del pueblo y el alcalde, como enemigo de Franco y fue destituido como maestro y empezó a trabajar para la compañía Hidroeléctrica: Saltos del Río Nansa, S.A.
Los nuevos maestro me relegaron al final del salón (había discriminación de clases, al contrario de mis padres), una mañana empecé a dibujar en mi cuaderno una escuadra y un compás (yo había visto un libro de mi padre un día en un cajón); el maestro se acerco a ver que estaba haciendo y vio el dibujo y no dijo nada.
En la tarde llegaron la Guardia Civil y el alcalde acompañados del dichoso cura del pueblo, y le preguntaron a mi padre porque me enseñaba a dibujar signos masónicos y comunistas. El capitán de la guardia me encerró en el cuarto y me pregunto quien me enseñaba esos dibujos, yo le conteste que los había visto en una película americana de guerra.
Salió conmigo, y como era nuevo en el pueblo les dijo al curita y al alcalde lo que yo le había dicho, no quedaron muy satisfecho pero se aguantaron, desde ese día el capitán y mi padre se hicieron buenos “amigos”. Cuando se fueron mi padre me regaño y me dijo el peligro que corríamos si se enteraban de algo, y me recomendó que nunca mas dibujara esos simbolos.
Una noche me levante al baño y vi la luz de la cocina encendida y fui para apagarla y cuando entre vi a tres hombre vestidos de milicianos con chamarras de cuero, botas de montar y pasa montañas, las metralletas las tenían sobre el respaldo de las sillas, eran “Maquis” guerrilleros que luchaban contra el gobierno franquista. Mi madre les estaba haciendo de cenar y mi padre les estaba poniendo en las mochilas patatas, harina, tocino, carne seca, azúcar, café, aceite, alubias, lentejas, en fin toda una despensa para varios meses.
Cuando salieron mi padre fue delante de ellos hasta la salida del pueblo y allí los estaban esperando otros con caballos; al regresar mi padre me explico que eran amigos suyos y los tenia que ayudar. Al cumplir yo los doce años llego procedente de Francia un enemigo de los republicanos y denuncio a mi padre como enemigo del franquismo (mi padre había sido capitán de Guardias de Asalto en la Guerra Civil, y lo reconoció), en otra ocasión les contare lo que paso en México en 1959 en el Café “Tupinamba”.
Mi padre se desterró voluntariamente (a fuerza) a la provincia de Valencia (hoy Comunidad Valenciana), en un pueblo de nombre Cofrentes. Y empezó a trabajar como cajero general de La Hidroeléctrica Española, S.A. en 1953, se enfermo de una dolencia en las piernas (los doctores dijeron que había sido por las mojadas que se había dado en las trincheras en la guerra), duro casi un año en la cama, y aquí viene lo de porque supe de la Orden Masónica.
Como en aquellos dias solo había asistencia del Auxilio Social de parte del gobierno, mi padre no recibía nada de su sueldo, solo atención medica. Todas las mañanas mi madre encontraba un sobre con diez pesetas y una nota que decía: “Paquita (mi madre se llamaba Francisca), para que les compres leche y pan a los niños”. Y cada quincena una despensa con todo lo necesario para irla pasando, junto con un sobre que le mandaban los empleados de la compañía como cooperación.
Por mas que mi madre le preguntaba al mensajero quien lo mandaba el le decía: “doña Paquita no me pregunte no puedo decirle”, pero mi padre y yo si sabíamos quienes eran: los Maquis y los Masones. Al reponerse de sus males la compañía le restituyo su puesto y su sueldo hasta 1955 (11 de abril) en que el gobierno franquista por medio de un amigo de mi padre (Masón de seguro), le permitió salir del país con destino a México.
En 1976 el Rey Juan Carlos les dio la amnistía a los Maquis, solo había uno vivo. Un día revisando el Internet en 1987 (mi padre murió en 1982 en México D.F.), el jefe de los Maquis en una pagina agradecía a todos los que los ayudaron exponiendo su vida. Llore de tristeza porque mi padre y mi abuelo (murió en 1962), no pudieron leer ese mensaje, que aunque no decía nombres yo sabia que estaban incluidos mi padre y a mi abuelo. Nunca me imaginaba como mi padre encontraba trabajo después de haber sido denunciado, ahora se porque, eso, QQ.’.HH.’. es la Verdadera Fraternidad.
Debo agregar que mi padre, se ausentaban un día cada mes a la ciudad, muchas veces me llevo mi padre con el y me quedaba en casa de algún amigo (H.’.) de mi padre. Algunas veces me llevaba y yo lo esperaba una vez en una panadería, otra vez en un bar o tienda, hotel o bodega, ahora se que hacían su tenida escondiéndose de las autoridades españolas.
Fraternalmente:
Luis Juan Muñoz Lamoneda.
Torreón, Coahuila, México a 1 de junio del 2012