Washington, EU.- México comparte con China, Corea del Norte y Cuba el cuestionable honor de ser exhibido en el Newseum como uno de los 59 países del mundo en los que no existe libertad de prensa.
En un gigantesco mapa dentro del museo interactivo de noticias y periodismo se distingue a las naciones del mundo con tres colores diferentes dependiendo su grado de censura.
El color verde significa “libre”; el amarillo, “parcialmente libre”, y el rojo, “no libre”. Este último color representa la ausencia de libertad de prensa y con él se identifica a México.
Para la creación del mapa, el Newseum utiliza el reporte anual sobre libertad de prensa en el mundo que, desde 1980, emite la organización no gubernamental Freedom House. En las ediciones 2011 y 2012, este informe colocó a México en rojo, cuando en años anteriores lo ubicaba en amarillo.
“Esto sucede porque México es uno de los países más peligrosos en la región –y, de hecho, en el mundo– para periodistas. Hemos visto una de las tasas de asesinatos más alta contra periodistas en México”, aseguró Cynthia Romero, investigadora del programa de América Latina de Freedom House.
La organización estima que son más de 60 asesinatos de periodistas los ocurridos en el país en la década de 2000 a 2010, mientras que en el último sexenio, entre 2007 y 2011, enumera 32.
Por su parte, Javier Hernández Valencia, representante de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, critica que desde hace seis años en la PGR haya una fiscalía especial con pocos resultados, sin una sola condena obtenida contra los responsables de crímenes contra periodistas.
Censura
El experto dice que “de fondo hay un problema de disfuncionalidad del sistema de procuración de justicia”, donde los periodistas que son víctimas deben incluso aportar evidencias en la investigación.
México se ubica en “zona roja” dentro del radar de los organismos internacionales ante el número de asesinatos, desapariciones y ataques contra periodistas, “una de las situaciones más graves del planeta”, y clasifica entre aquellos países en los que la libertad de prensa no existe, asegura Hernández Valencia.
En entrevista con “El Universal”, sostiene que el Día Mundial de la Libertad de Prensa resultó ser “de claroscuros, cuando se celebra la valentía de los hombres y mujeres de prensa, se tiñe con la trágica noticia del asesinato de tres reporteros gráficos en Veracruz”, por lo que demandó una investigación a fondo y eficaz, pues se debe romper con el círculo de impunidad que rodea estos crímenes, ya sean perpetrados por el crimen organizado, delincuencia común o autoridades implicadas.
El experto dice que “de fondo hay un problema de disfuncionalidad del sistema de procuración de justicia”, donde los periodistas que son víctimas deben incluso aportar evidencias en la investigación.
Critica que desde hace seis años en la Procuraduría General de la República (PGR) haya una fiscalía especial con pocos resultados, sin una sola condena obtenida contra los responsables de crímenes contra periodistas.
¿Cuál es la situación que enfrenta México en materia de libertad de expresión y libertad de prensa?
México ya entró en el radar de “zona roja” de muchos organismos internacionales, que desde el campo multilateral y desde la sociedad civil, claman que los periodistas atraviesan una de las situaciones más graves del planeta.
El diagnóstico, señala, se complementa con los informes de 2011 de los Relatores sobre Libertad de Prensa y Expresión de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que recomendaron “hacer esfuerzos acelerados para que cortemos los ciclos de impunidad de estos crímenes que tienen un número abultado, que ponen a México en la categoría de país donde no hay libertad de prensa, los periodistas están pasando un mal momento”, indicó el representante.
¿Cuál es el impacto que deja esta violencia contra el gremio?
En general hay medios y periodistas que están optando por el silencio, no sólo la prudencia sino la autocensura.
Las investigaciones nunca conducen a los responsables, ¿prevalece la impunidad?
El problema estructural de fondo es la disfuncionalidad de nuestros sistemas de procuración de justicia en México y a lo largo de Latinoamérica; si tuviéramos por lo menos ya un bloque sólido de casos paradigmáticos, en los cuales se hubiera podido condenar a autores materiales e intelectuales, podríamos tener la sensación de un mensaje claro de combate firme a la impunidad, pero estamos todavía muy retrasados en producir resultados.
El representante critica que la Fiscalía Especializada para Delitos contra la Libertad de Expresión comenzó a operar hace seis años, “y está volcada a reorganizaciones internas, revisión de protocolos, reforzamiento de su planta, hay una inversión que sin embargo todavía no da resultados (…) lo que pasa es que todavía no hay condenas, y la medición pues de la eficacia de los aparatos de justicia allí si es muy blanco-negro, podemos pasar años en investigaciones fabulosas pero si al integrar expedientes no se determinan responsables, no sabemos quiénes son los autores, y luego no los capturamos, hay un problema”.
“Tenemos que ser mucho más proactivos en la respuesta, se deben aplicar las medidas de protección y cautelares necesarias, aquí tenemos una situación extraordinaria que no puede ser abordada con medidas regulares, estamos discutiendo de vidas”, considera.
“De fondo hay un problema de disfuncionalidad del sistema de procuración de justicia, donde los periodistas que son víctimas deben incluso aportar evidencias en la investigación”.
Víctimas
» La organización estima que son más de 60 asesinatos de periodistas los ocurridos en el país en la década de 2000 a 2010, mientras que en el último sexenio, entre 2007 y 2011, enumera 32. (Reforma.com)