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General: EL PODEROSO ESOTERISMO MASÓNICOr
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| De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 28/11/2012 01:33 |
EL PODEROSO ESOTERISMO MASÓNICO
La idea del esoterismo en general digamos la forma adecuada y prudente de abordar el esoterismo seriamente, tiene un impacto significativo. Hay una enorme cantidad de libros conectados con las escuelas esotéricas que han existido en diferentes períodos de la historia. La historia del Mundo de los Profanos, como es sabido, es una historia de crímenes y violencias; de mentiras religiosas y de manipulación científica. Si se abre cualquier libro de historia universal, se menciona solamente que tal o cual Prócer fue masón y que esté cambió el rumbo de las cosas, pero no se encuentra nada que se refiera a la historia esotérica masónica que estuvo detrás de este Prócer, y que fueron estas enseñanzas esotéricas las que influyeron realmente en estos cambios significativos. En muchas oportunidades hemos indicado que la victoria sobre la violencia es nuestra meta final y que todas las emociones negativas son las que engendran tantas consecuencias nefastas, no sólo en los individuos sino en los pueblos surgen de la violencia – y todo esto surge claro desde el mundo de los profanos, gente que se cree culta y que enseñan ciencias son por lo regular los que inventan armas de destrucción masiva o personal. Se ha comparado a la enseñanza Masónica con un mapa y una brújula. A un masón a una francmasona se le entregan un mapa y una brújula, cuya utilidad al comienzo no entiende del todo, todo está en las Liturgias Masónicas Azules. Al cabo de un tiempo empieza a entender una o dos cosas, como, por ejemplo, que las pasiones y fanatismos debe combatirlos no fuera, sin combatirlas dentro de sí. Ya saben que todo cuanto se hace mediante el fanatismo político o religioso se hace mediante la fuerza de las circunstancias externas. Uno cree que es dueño de sí, y no, uno esta dominado por las influencias propias del mundo de los profanos. Si sólo la vida masónica nos hace obrar, antes no somos libres. Las circunstancias externas hacen de las personas grandes o pequeñas, marionetas de las circunstancias. Las circunstancias profanas conducen a los hombres, como si fueran diferentes clases de marionetas, y los llevan en una dirección o en otra. Pero las direcciones que dan el mapa y la brújula del Trabajo Masónico no derivan de las circunstancias externas porque el Trabajo Masónico es otra fuerza Superior que proviene, no de la vida de los profanos, sino que proviene de un Mundo Superior y más Libre; las ideas del Trabajo Masónico no son nuevas direcciones para la vida sino nuevas direcciones precisas y bien probadas para vivir en la vida en Libertad- "Así desde este punto de vista muchos dirían:, el Fanatismo político no sirve para nada, pues daña", o "El fanatismo de la farándula son tonterías", o "La emoción fanática es histerismo", o "Habría que abolir el fanatismo deportivo", o "La religión fanática es una sarta de mentiras", o "La ciencia cae un fanatismo ya es una tontería", o "¿Qué necesidad hay de hacer esto o aquello sí caemos en el fanatismo?", etc. Pero Un Masón Equilibrado o un masón que se propone ser equilibrado sabe que cada aspecto de la vida profana es necesario para el desarrollo, desde el punto de vista profano todo tiene una razón de ser, pero es claro que donde debemos combatir el fanatismo es en nosotros. El Mundo de los Profanos es el Mundo de los Profanos, lo que solamente hacemos los masones es advertirle al mundo de los profanos de los peligros que implican los fanatismos. No pierde el tiempo quejándose de la vida o el Masón que se propone ser equilibrado sabe que cada aspecto de la vida es necesario para el desarrollo humano. No pierde el tiempo quejándose de la vida o encontrándola mala, porque se entiende que la vida profana es una escuela, deformada pero al fin es una escuela y que éste es su verdadero propósito, que la vida profana es un medio y no un fin en sí misma, pero si una persona quiere dar un paso más allá, tendrá que ingresar a la Orden Masónica y trabajar para liberarse de la Nefasta Influencia del Mundo de los Profanos, pero debe entenderse que el mundo de ellos es y debe ser así. Ahora bien, al llegar a este punto, la gente dice muchas veces: "Si, pero la Enseñanza Masónica nos enseña que el Hombre carece de voluntad, entonces ¿puede cambiar alguna cosa?" La Enseñanza Masónica nos dice que el Hombre no tiene una verdadera voluntad permanente porque no tiene un verdadero "Yo Real" permanente. Pero dice que el Hombre Profano tiene un reducido grado de voluntad, comparable al grado de libertad de movimiento de un cigarrillo apiñado en su estuche repleto de cigarrillos, a los que irán consumiendo, y vivirá una falsa libertad cuando si por alguna razón el queda holgado cuando otros cigarrillos son sacados para ser consumidos, pero en su momento el también será consumido. Pero que todo dependerá de la dirección que dé al empleo de la pequeña voluntad que tiene naturalmente, y en esa pequeña voluntad es cuando puede contactar con la Institución Masónica, y comenzar a ser Libre. Si nunca la emplea en conexión con las direcciones dadas por La enseñanza Masónica , su voluntad no se desarrollará más. Pero es imposible llegar a un punto de vista justo si no se tiene la posibilidad de examinar la propia vida desde el ángulo de la enseñanza esotérica Masónica —es decir, si no se ve la necesidad del poderoso desarrollo interior. Un hombre o una mujer que se examina a sí mismo, a la luz de las direcciones dadas por la Masonería, reconocerá tarde o temprano en qué es deficiente, buscará expresamente aquello que en la vida lo ayude a este respecto y se dirigirá hacia ese objeto masónico voluntariamente. No seguirá una dirección de vida sino una dirección en la vida, que le fue conferida por la enseñanza Masónica. No lo hará a través de lo Profano —es decir, a través de la fuerza de las circunstancias externas y condicionadas, desde las ideas de vida profana — sino desde su propio discernimiento dentro de sí mismo —es decir, a través de las circunstancias internas, creadas en él por las ideas de la Enseñanza Masónica. Todos, sin excepción alguna, están a disgusto en la vida profana. Pero si un masón llega al punto de comprender que es preciso sobrellevar la carga de la propia vida y empieza a trabajar sobre sí y a cambiar, entonces toda la situación de su vida cambia. Su elección de la voluntad ya no manguara su voluntad más hasta alcanzar el Poder —. La exigua cantidad de voluntad que poseemos empezará a cambiar de rumbo y seguirá la dirección señalada por el mapa y la brújula que la Masonería nos ofrece nos ofrece. Si la gente sigue aún pensando desde la vida profana, dirá: "¿Por qué habré de hacer esto?" Sin embargo, en esto radica exactamente el comienzo del Poder en lo que concierne al esfuerzo. Si lo prefiere, puede seguir siendo la misma persona profana todos los días: o desear débilmente ser diferente. Puede seguir sometiéndose a la negatividad y al fanatismo, a la identificación con los vicios, a la ira, justificarse a sí mismo, sentir lástima de sí mismo etc.— o, por otra parte, puede pensar desde las ideas Masónicas y hacer uso de un mínimo de elección. Si valoriza sinceramente Lo Masónico y desea escogerlo, escogerlo por su significado y enseñanza, entonces la reducida cantidad de energía obtenida pasará al nivel de Poder, o hasta al yo esencial interior, la verdadera persona en uno se descubre solamente mediante el hacer masonería, y lo fortalecerá y quizá por un momento descubra cierta felicidad que es interna y tranquila. Ahora permítanme que les dé el ejemplo de un Masón que sigue las instrucciones de la Enseñanza masónica en la vida y no sólo las instrucciones condicionadas por la vida profana —es decir, un Masón que vive y quiere el Trabajo Masónico en la vida. Tomemos como ejemplo un hombre sin poder colocado de tal modo que no puede cambiar las circunstancias exteriores. ¿Qué puede cambiar? Puede cambiar su actitud, su manera de tomar la vida.—. Dharma en sanscrito significa aproximadamente «Destino », «Verdad», «ley natural», «orden social», «conducta adecuada» o «virtud»., y la enseñanza del Yoga se refiere a aquellos que debido al Destino no pueden cambiar sus condiciones exteriores. Todos debemos practicar el Yoga hasta cierto punto, que es el de la no-identificación. Recuerden que las liturgias masónicas azules fueron escritas para ilustrar lo que significa seguir nuevas direcciones y superiores en la vida iniciática y no direcciones de vida profana, no el hipnotismo de la vida profana. "El Dharma Masónico enseña a vivir rectamente. Dharma Yoga de la actividad, enseña la recta relación hacia la gente y la recta acción en las circunstancias ordinarias de la vida... El Dharma Yoga Masónico está siempre relacionado con el fin del desarrollo interior, del mejoramiento interior. Ayuda al hombre a no dormirse interiormente en medio de las enmarañadas influencias de la vida profana , en especial en medio de la influencia hipnotizante de la actividad. Le hace recordar que nada externo tiene significación alguna, que todo debe hacerse sin dar importancia al resultado. Sin Dharma Yoga el Hombre llega a absorberse en los propósitos más cercanos, más visibles, y olvida el principal propósito. El Dharma Yoga Masónico enseña al masón y a la francmasona a cambiar su destino, a dirigirlo según su voluntad superior. De acuerdo con la idea fundamental del Dharma Masónico esto sólo se logra cambiando la actitud interior del Hombre hacia las cosas y hacia sus propias acciones. La misma acción puede realizarse de un modo diferente, y el mismo evento puede vivirse de un modo diferente. Y si un hombre cambia su actitud hacia lo que le sucede, esto en el curso del tiempo cambiará inevitablemente el carácter de los eventos que le salen al encuentro en su camino. El Dharma Yoga enseña al Hombre a comprender que aunque le parezca que es él mismo quien está obrando, en realidad no es él quien obra, sino un poder que pasa a través de él. Dharma Yoga Masónico afirma que un hombre no es en absoluto lo que cree ser, y enseña al Masón a comprender que sólo en muy raros casos obra por sí mismo e independientemente, y en la mayoría- de los casos sólo obra como una parte u otra de un gran todo. Este es el lado 'oculto masónico', la enseñanza relativa a las fuerzas y leyes que gobiernan al Hombre. Un Hombre que comprende las ideas del Dharma siente en todo momento que no es sino un minúsculo tornillo o una ruedecilla en la gran máquina, y que el éxito o la falta de éxito de lo que cree estar haciendo depende en escasa medida de sus propias acciones. Al obrar y sentir de este modo, un hombre nunca conocerá el fracaso en cosa alguna, porque el mayor fracaso, la mayor falta de éxito, pueden promover el éxito en su trabajo interior, en su lucha consigo mismo, si sólo encuentra la actitud justa hacia su falta de éxito. Una vida gobernada por los principios del Dharma Yoga difiere mucho de la vida ordinaria. En la vida ordinaria, no importa cuáles sean las condiciones, el principal propósito del masón consiste en evitar todo lo desagradable, todas las dificultades e incomodidades, hasta donde le es posible. En una vida regida por los principios del , el hombre Dharma no busca evitar todo lo desagradable y las incomodidades. Por el contrario, los recibe bien, porque le ofrecen la oportunidad de vencerlos. Desde el punto de vista del Dharma, si la vida no ofreciera dificultades sería preciso crearlas artificialmente. Y por lo tanto, las dificultades a las que se hace frente en la vida son contempladas no como algo desagradable que es preciso evitar, sino como condiciones muy útiles para los fines del trabajo interior y el desarrollo interior. Cuando un hombre lo entiende y lo siente constantemente, la vida misma se convierte en su 'maestra'. El principio fundamental del Dharma es el no-apego. Un hombre que sigue los métodos del Dharma Masónico debe practicar el no-apego siempre y en todo, ya sea en el bien o en el mal, ya sea en el placer o en el dolor. El no-apego no significa la indiferencia. Es cierta clase de separación de sí de lo que sucede o de lo que se está haciendo. No es frialdad, ni tampoco el deseo de apartarse de la vida. Es reconocer y comprender constantemente que todo se hace según ciertas leyes y que todo en el mundo tiene su propio destino.
Fraternalmente Vicente Alcoseri
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