El masónico signo del corte de garganta, dividir lo meramente intelectual de lo Emocional
La gente se está convirtiendo en Robots, en verdaderas maquinas inconscientes. La gente no piensa más. Llegan a ser máquinas casi perfectas procesando ideas, en escala comunal, como en una fábrica llena de máquinas; algunas atrofiadas otra casi trabajando óptimamente, y están contentos de ser así: produciendo, consumiendo y derrochando.
De hecho, si empezaran a pensar por sí mismos, dejarían de ser máquinas perfectas para el sistema opresor. En respuesta a esta observación decimos: Sí, es muy cierto. Pero debe recordar que el Hombre tiene una mente dividida una parte para intelectualizar, otra emotiva y otra con la cual manipula su cuerpo.
En realidad, debería tener la mente cinco secciones, que corresponden a cinco funciones, que trabajan de una manera muy diferente. Todo depende primeramente de qué mente, qué función, usan para el particular trabajo en el que está diseñada la mente humana.
Si usan sección de la mente apropiada, serán capaces de pensar aun mejor en medio de todo trabajo Robótico. Ahora bien, esta conversación nos lleva directamente a la cuestión del empleo del centro cerebral correcto para determinado trabajo. Un Hombre puede usar un centro cerebral equivocado para una tarea particular. Este es un mal empleo del cerebro.
Un hombre, que realiza una tarea que exige un movimiento manual puramente automático, que no puede variar, equivocadamente la parte Emocional y el Intelectual del Cerebro, así como el Centro Motriz del cuerpo, de una manera innecesaria. Constantemente observamos cómo la gente agüita las manos de manera emocional.
Digamos que tiene que procesar información mental a cada segundo para mover sus manos, pero se desconcentra en esa pequeña tarea, diminuta tarea que debería ser solamente para tomar un objeto, pero antes manotea constantemente, de lo cual resulta una pérdida de fuerza.
Piensa emotivamente y siente cuando lo único necesario es tomar un objeto, se enfurece porque el objeto está lejano, y tiene que estirar la mano. Este es un empleo equivocado de una función mental: es lo mismo que utilizar tres coches para trasladarnos cuando un coche es suficiente.
Tomamos algunas veces las cosas políticas las tomamos demasiado seriamente, y nos fanatizamos; prestar demasiada importancia a algo que carece de importancia es tomar las cosas de forma fanática —esto es, es perder fuerza inútilmente—.
Prestar demasiada importancia a cosas sin importancia puede resultar en dar demasiado poca importancia a cosas de verdadera importancia.
Bien recuerdo alguna vez en Logia, el haber observado un Hermano que no le dieron el puesto de Venerable Maestro que el pedía, y cual niño pequeño hizo muchísimos berrinches, años después obtuvo el ansiado Puesto de Venerable Maestro, y no fue sino para cometer errores, Nuestro hermano utilizaba la parte emotiva del cerebro, en lugar de usar su parte intelectual, ese era su único problema. Es un ejemplo que nos muestra que no todo lo debemos hacer emotivamente. "Dé en Logia a las cosas importantes la dimensión que merecen y a las que no lo son, también la dimensión que merecen." Este es un buen consejo masónico. Sígalo. Observe lo que como masón le está quitando éxito a su carrera Masónica. ¿Es importante para usted ser masón?
"Un atleta bien entrenado es el hombre que sabe eliminar los movimientos innecesarios. El entrenamiento radica, por así decir, en aprender a no hacer ciertas cosas —a no hacer lo que es innecesario.
En cierta ocasión vi a través de un aparador de una Florería a una persona que estaba contemplando un ramo de flores y pensé: "verá él lo mismo que yo." Me imagino que esa persona estaba pensando en su novia o su esposa, o quizá pensaba en si este sería vendido o no. Desde luego, en este caso se trata de ver la vida mediante la propia óptica de mi cerebro. La belleza emocional es muy diferente, la belleza intelectual, quizá ese hombre quería seducir emocionalmente a su amada, o quizá era un vendedor de flores tratando de seducir a un comprador.
Digamos que usted va a una Sala de Cine con otra persona que insiste en relatarle antes de ver la Película la mala historia que va a proyectarse. O que empieza a discutir. Será incapaz de ver la película liberado de emociones encontradas, —esto es, está empleando la zona equivocada del cerebro para la tarea que tiene en mente que es ver una Película—. Se debe como masón aprender simplemente "a mirar una Película" y luego analizarla. Por eso es preferible, en lo posible, ir solo a ver una Película en vez de hacerse acompañar por otra persona, que tiene prejuicios contra la trama de la película o contra el Director.
Es realmente extraordinario cómo muchas personas piensan que el Arte sólo puede ser vista a través de teorías. Las teorías son intelectuales. El Arte es emocional.
El origen de la visión Intelectual de la masonería hunde sus raíces en el misterio, en un secreto: el de vislumbrar que es intelecto y que es meramente emotivo o pasional