Gurdjieff sobre la "observación de sí". decía que era un ejercicio muy difícil y que quería que yo lo hiciese con toda mi concentración y con tanta constancia como fuese posible. También dijo que la dificultad principal con este ejercicio, así como con la mayoría de los que nos dio o nos daría en el futuro, consistía en que para hacerlos correctamente era necesario no esperar resultados. En este ejercicio específico, lo que era importante era verse uno mismo, observar el comportamiento mecánico, automático, reactivo, sin comentarios y sin hacer intento alguno de cambiar ese comportamiento. "Si cambias, entonces nunca ves la realidad. Ves sólo el cambio. Cuando uno comienza a verse a sí mismo, entonces vendrá el cambio, o puede hacer el cambio si desea, si tal cambio es deseable". Continuó diciendo que su trabajo no solamente era muy difícil, sino que también podía ser muy peligroso para algunas personas. "Este trabajo no es para todos", dijo. "Por ejemplo, si deseas aprender a ser millonario, es necesario dedicar toda la vida temprana a esta meta y no a otra. Si deseas ser sacerdote, filósofo, maestro, hombre de negocios, no puedes venir aquí. Aquí sólo enseño la posibilidad de cómo convertirse en hombre tal como no se conoce en estos tiempos modernos, particularmente en el mundo occidental". Entonces me pidió que mirase por la ventana y le dijese lo que veía. Dije que lo único que podía ver era un roble. Me preguntó qué había en el roble. "Bellotas", respondí. "¿Cuántas bellotas?". Cuando contesté vacilante que no sabía, él dijo impaciente: "No exactamente, no pregunto eso. Adivina cuántas". Supuse que habría varios miles de ellas. El estuvo de acuerdo y entonces me preguntó cuántas de aquellas bellotas se convertirían en robles. Supuse que sólo cinco o seis se convertirían de hecho en árboles, si acaso. El asintió. "Quizás sólo una, quizás ni siquiera una. Necesitas aprender de la naturaleza. El hombre también es organismo. La naturaleza hace muchas bellotas, pero la posibilidad de convertirse en árbol existe para pocas bellotas. Igual que con el hombre, muchos hombres nacen, pero sólo algunos crecen. La gente cree esto como desperdicio, piensan que la naturaleza desperdicia. No es así. El resto se convierte en fertilizante, vuelven a la tierra y crean la posibilidad para más bellotas, más hombres, de vez en cuando hay más árboles, más hombres reales. Pero también hay que comprender que el fertilizante es necesario para la naturaleza. La posibilidad para el árbol verdadero, hombre verdadero, también depende precisamente de este fertilizante". Después de un silencio más bien largo, él continuó: "En occidente, tu mundo, existe la creencia de que el hombre tiene alma, dada por Dios. No es así. Nada es dado por Dios, sólo la naturaleza da. Y la naturaleza solamente da la posibilidad de alma, no da alma. Hay que adquirir el alma a través de trabajo. Pero al revés que el árbol, el hombre tiene muchas posibilidades. Tal como el hombre existe ahora tiene también la posibilidad de crecer por occidente, crecer en forma equivocada. El hombre puede convertirse en muchas cosas, no solamente es fertilizante, no solamente es hombre verdadero. Puede convertirse en lo que se llama "bueno" o "malo", cosas no adecuadas para el hombre. El hombre verdadero no es bueno, no es malo. El hombre verdadero es sólo consciente, solamente desea adquirir alma para el desarrollo adecuado". Yo lo había escuchado concentrado y con esfuerzo y mi único sentimiento yo tenía doce años era de confusión, incomprensión. Percibía y sentía la importancia de lo que estaba diciendo, pero no lo entendía. Al darse cuenta quizás de esto, añadió: "Piensa en el bien y el mal como la mano derecha y la mano izquierda. El hombre siempre tiene dos manos, dos lados de sí mismo, buena y mala. Una puede destruir a la otra. Necesitan tener una meta para hacer que ambas manos trabajen juntas, necesitan adquirir una tercera cosa, cosa que hace la paz entre las dos manos, entre el impulso hacia el bien y el impulso hacia el mal. El hombre que es todo "bueno" o el hombre que es todo "malo" no es hombre completo, es unilateral. La tercera cosa es la conciencia: la posibilidad de adquirir conciencia ya está en el hombre cuando nace; esta posibilidad es dada, gratis, por la naturaleza. Pero es sólo posibilidad. La conciencia real solamente puede ser adquirida por el trabajo, aprendiendo a comprenderse a sí mismo en primer lugar. Incluso tu religión, la religión occidental tiene esta frase: "conócete a tí mismo". Esta frase es de lo más importante en todas las religiones. Cuando comienza a conocerse a sí mismo, ya comienza a tener la posibilidad de convertirse en hombre genuino. O sea, la primera cosa a aprender es conocerse a sí mismo mediante este ejercicio, observación de sí mismo. Si no haces esto, entonces será como la bellota que no se convierte en árbol: fertilizante; fertilizante que vuelve al suelo y se convierte en posibilidad para un hombre futuro". |