Regresando al mensaje original de Cristo
Cristo reunió a sus 12 apóstoles y
les dijo que fueran a predicar su evangelio.
En realidad los 12 apóstoles no
eran pesadores como se ha contado , sino actores, que iban de pueblo en pueblo
montando espectáculos de ilusionismo y magia, en realidad eran hábiles embaucadores,
pero Cristo en su inocencia , creyó que dándoles algunos buenos sermones cambiarían de actitud, y que
de paso aprovecharía sus dotes como actores para llegar a la gente .
Los separó de 2 en 2 y les dijo vayan
de pueblo en pueblo . “ Reúnan a todos los discípulos que puedan ”, les dijo:
Prediquen la buena nueva del Reino de Dios al pueblo.
Cuando yo llegue, luego a esos pueblos la
gente ya estará preparada para el Mensaje de la Buena Nueva del Reino . Apúrense que el tiempo
apremia. La gente se dará cuenta de que
es necesario arrepentirse de hacer el mal , y escucharán mis enseñanzas, una vez que ustedes les
hayan dado una introducción de mis enseñanzas.
En tanto eso , Cristo fue apresado y
crucificado, luego resucitó y se fue al Reino de los Cielos.
Algún tiempo después Cristo pensó eran necesario regresar a la Tierra
y ver cómo iban las cosas , pensó sería bueno ir directamente a la Ciudad de Roma
llegó y se encaminó hacia la casa del mismísimo
San Pedro. Allí estaba el en aquel
entonces actor de la vieja Galilea , rodeado de discípulos adoradores,
aduladores , y otros incautos que le
colmaban de dinero, presentes y le
alababan cada torcida palabra que decía.
Fue cuando Cristo algo entre enfurecido
y confundido por tan prostituida que
estaba su enseñanza empezó a hablar:
“Escuchadme a mí, buena gente de Dios.
Sabed que yo soy Cristo y que he venido a explicároslos todo, y para aclarar que este es sólo un
farsante, refriéndose a San Pedro . Yo envié a este hombre y a otros a enseñar pero todo ha sido adulterado, y cómo gente prudente deben enmendar y corregirse.
Ahora, , os daré la verdadera enseñanza.”
San Pedro no dijo en ese momento nada
en absoluto. La gente agarró a Cristo y lo llevó a un manicomio ahí justo en
Roma . De noche, San Pedro el actor de la Vieja Galilea llegó hasta la Celda con barrotes donde estaba recluido
Cristo y le dijo: “Aunque yo era un
simple actor vagabundo, sin nada de cultura religiosa , fui suficientemente inteligente para aprovecharme de tu gran fama,
de tu enorme gloria . Aunque la gente te considera un Ser Divino, fuiste lo
bastante tonto para creer en tus propios planes con nosotros los simples ruines
humanos. Yo y los demás discípulos tuyos sólo aparentemos santidad y eso impacta en el pueblo ,
solamente decimos les ayudaremos, sin nunca jamás ayudarles; los únicos beneficiados
somos nosotros, y ellos en el fundo lo saben pero por un
momento, nuestras triquiñuelas les hacen
sentirse bien al menos por un momento , dentro de esta vida tan atroz, y por
eso nos creen o fingen que nos creen. Cristo,
una idea así como la tuya sólo beneficia
a la gente retorcida, y un plan de
salvación religiosa como la tuya, sólo ayudará a que la gente con el poder político
controle a las masas de seres humanos.
Y siguió diciendo San Pedro: Ya he hablado con las autoridades romanas pues
han visto la necesidad de acomodar tus palabras a su provecho y crear una Religión de Estado, algo
tan adecuado para seguir controlando sus territorios conquistados.
Fingiremos
mi muerte y nos haremos los perseguidos, debes saber que si el Estado Romano nos quisiera
aniquilar le bastaría unos pocos días.
Y fue cuando Cristo le dice a San
Pedro: mi amigo ,yo no hice mi movimiento para esto , no pensé en crear una
religión y menos en una religión de Estado, has torcido mis palabras, yo no
fundé una Iglesia , yo no te nombre mi representante. Pero has de Saber San
Pedro , que dentro de poco yo crearé una Fraternidad llamada “Los Masones” y ellos serán con el tiempo
quienes corrijan las cosas y den cuenta fiel de mis enseñanzas originales que
son de libertad y no de sometimiento, de luz y no de tinieblas.
En ese momento el sucio y lúgubre calabozo
se llenó de luz, y ante los ojos atónitos
de San Pedro, Cristo desapareció en un destello de fulgurante luz.
Alcoseri.