Aumentar la Luz - Allí tenéis el templo de la Sabiduría, y debajo los instrumentos con que se levantó la obra. En él se encierra nuestro Secreto Masónico, ése secreto tan pedido, tan buscado, tan rara vez comprendido, y que cuando se le posee y se le conoce perfectamente, es la felicidad o el consuelo de la vida. ¡Cuánto tenéis que trabajar cuánta ha de ser vuestra perseverancia si queréis profundizarle y apreciar sus virtudes! La Masonería, como el campo del labrador, no entrega su Secreto sino a la hábil y atrevida mano que sabe buscarle. ¡Buscad y hallaréis!. Pero no pongáis en olvido que ese cuadro que representa un Templo Material, es el emblema de otro más sublime a cuya conservación se os llama, para que trabajéis a vuestro turno como lo hicieron aquellos hábiles operarios Zoroastro, Salomón, Cristo, Orfeo, Confucio, Sócrates, Platón, Krishna, Moisés y otros muchos que lo han enriquecido con los tesoros de su inteligencia. Su interior se divide en varios compartimientos en los que se enseña todo lo que el hombre debe aprender para mejorar su suerte. Allí, la ciencia del cielo, de los astros y de los fenómenos de la naturaleza, tan cultivada en la India y luego en Egipto, tan brillantemente resumida en nuestras Liturgias. Allá el conocimiento del corazón del hombre, la historia de sus pasiones, de sus vicios y la manera de perfeccionar la Razón y hallar la Verdad que hace nuestra ventura. Más al centro... pero no podríais comprenderme, y así no se permite a los Aprendices ni a los Compañeros entrar en el Santuario. Podéis, sin embargo, estudiar atentamente su exterior, el orden de su arquitectura, de sus alegorías y adornos; y para que lo veáis por sus distintas fases, daréis cinco vueltas, emblemas de los viajes y de los conocimientos que se adquirían en ellos y que deben poseer los que se inician en nuestros misterios. de paso aprenderéis el uso de los más importantes instrumentos con que se levantó ese Templo Portentoso. Son el Martillo y el Cincel, la Regla y el Compás, la Palanca y la Escuadra. Sucesivamentese pondrán en vuestras manos.- Alcoseri. |