FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN MASONICA.
La Masonería tiene un cuerpo y un alma, esto es un aspecto objetivo y otro subjetivo.
El modo iniciático masónico consiste tanto en un método de transmisión del conocimiento como un conocimiento en sí mismo.
Como método de trasmisión del conocimiento se basa en la enseñanza (docencia) a través de los símbolos, en particular el simbolismo constructivo, que busca la esencia de las cosas más allá de las apariencias.
Para ello el simbolismo nos ayuda a actualizar lo que está en potencia en nuestro ser interior, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y por ende al Creador (G.•.A.•.D.•.U.•.) y al Universo por él creado.
El verdadero fundamento del simbolismo constructivo es la correspondencia que existe entre todos los órdenes de la realidad que los liga uno al otro. En otras palabras el simbolismo nos ayuda desde la Inmanencia a la Trascendencia. Entendemos, en este contexto, por Inmanencia, lo que corresponde al orden natural y por Trascendencia lo que corresponde al orden sobrenatural.
Como método de conocimiento en sí mismo, el modo iniciático masónico implica también lo que se ha dado en llamar “conocimiento inclusivo”, porque comprende desde el saber más elemental hasta los misterios más profundos, es decir tanto lo visible y comprobable como lo profundo e invisible.
El “modo iniciático” como método de trasmisión del conocimiento y como conocimiento en sí es lo que conforma el llamado “camino iniciático”, que es un camino de perfección espiritual porque a medida que avanzamos nos proporciona una mayor comprensión de la Realidad única.
¿Que interpretamos como el “camino iniciático” que tiene una doble característica?. Por un lado, una tarea individual e intransferible, trabajo interior que sólo lo podemos efectuar nosotros mismos, tarea que no se puede delegar en otro. La verdadera iniciación, la sagrada, se da en el campo de lo esotérico, es decir de lo interno, lo subjetivo, lo secreto, lo reservado a los iniciados.
Desde este punto de vista somos arquitectos que trabajamos sobre la materia prima que somos nosotros mismos. Pero por otra parte no trabajamos en soledad sino que interactuamos con nuestros Hermanos Masones integrando así una Hermandad, y por ende, conformamos una Fraternidad donde existe un vínculo que va más allá de la mera comunicación para hacerse una “comunidad en espíritu”.
Nos llamamos Hermanos porque somos hijos de un mismo Padre (Dios, el G.•.A.•.D.•.U.•.) y por ende participamos de su naturaleza divina a tal punto que podemos decir que somos Uno en espíritu.
El concepto de Unidad es la piedra angular de la doctrina masónica.
No en vano el método de la no - dualidad es el método masónico por excelencia. Precisamente a través del camino iniciático, vamos superando, de síntesis en síntesis, todas las dualidades que se nos presentan (empezando por la de la materia y del espíritu) para alcanzar a comprender la Unidad absoluta.
Lo iniciático hace a la esencia de la Masonería o sea a su naturaleza, entendiéndose por naturaleza aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa. Por la misma razón no podemos confundir la Orden Masónica con un ateneo por más que en ella se reflexione sobre filosofía, ni con una entidad de ayuda mutua por más que en ella se practique la caridad, ni con un club de amigos por más que ella se cultive la amistad.
Para filosofar, practicar la caridad o forjar amistades NO se necesitan símbolos, ritual ni templos.
El carácter iniciático de la Masonería .se pone en evidencia en su objetivo primario: ayuda al iniciado a levantar su Templo Interior donde mora la divinidad y un objetivo secundario, que es consecuencia de éste, colaborar en la construcción del Templo de la Fraternidad Universal de todos los hombres que tienen su fundamento en la comprensión y vivencia de que procedemos de un Padre común (el G.•.A.•D.•.U.•.) y somos Uno en espíritu.
Todo lo demás (la moral, la ética, la solidaridad, la tolerancia, etc.) vendrá por añadidura.
Entonces, la docencia masónica es el pilar fundamental de la Orden, a tal punto que podemos decir que la Masonería toda es una Escuela de perfeccionamiento espiritual.