Tres masones
En una dimensión paralela a la
Nuestra había tres hermanos masones. Sus nombres eran Yako, Dom y Sem.
Provenían del Oriente, del Nadir y del Zenit
respectivamente. Además de ser masones tenían
otra cosa en común: Estaban en busca de la
verdad más profunda y trataban de encontrarla.
El primero, Yako el masón , se dedicó a leer artículos y libros masónicos por
años. El segundo masón, Dom, iba a logia todos los días y participaba en los
rituales. El tercer masón, Sem, se dedicó por años a ir de Logia en Logia Masónica
buscando respuestas a sus interrogantes.
Finalmente los tres decidieron unir fuerzas mentales y realizar un esfuerzo en común, que era el
evocar la Verdad. Se dijeron al unísono
encontraremos lo que no hemos encontrado, esperando así, de esta manera, estimular
suficientemente su tesón como para provocar la aparición de la verdad de alguna
manera u otra, a la que ellos llamaban la masónica verdad profunda.
Dentro de una Logia Masónica estuvieron
durante 40 días y 40 noches. Finalmente sobre el Ara , apareció de la Nada una Niebla blanca se les presentó frente
a ellos, y como surgiendo de la Niebla, apareció poco a poco frente a ellos la figura de un ser, de un
hombre. “¿Eres tú el misterioso Kadyr , guía de los nobles masones?”, preguntó
el primero, “no es el Egregor Masónico personificado, la columna del Universo”,
dijo el segundo. “Estoy convencido de que éste no es otro que el Maestre Hiram
Abiff, el constructor del Templo de Dios en Jerusalén”, dijo el tercero.
“No soy ninguno de éstos”, vociferó
la aparición, “pero soy lo que vosotros pensáis que soy, lo que ustedes quieran
que yo sea, puedo ser el mismo Jehová,
puedo ser Lucifer o igual el mismo Jesús el Cristo . Ahora bien masones, ¿todos buscáis la misma
cosa a la que llamáis la Verdad Profunda?, ¿no es así?
“Sí, Oh Maestro innombrable”,
contestaron a coro los 3 masones .
“¿Es que nunca habéis oído el dicho
masónico: ‘Existen tantos Caminos Masónicos como corazones de masones?”, preguntó ese ser,
al que calificaríamos de inter- dimensional, “De cualquier manera masones, he
aquí vuestros caminos: El Primer Masón viajará
al País de los idiotas; el Segundo Masón
tendrá que encontrar el Espejo dónde poder verse tal cual; el Tercer Masón deberá
invocar la ayuda del Ángel Guardian.” Después de haber dicho esto, ese Ser desapareció,
envuelto en la blanca Niebla .
Se ocasionaron algunas discusiones
entre los 3 masones, no sólo porque los masones querían más información antes de
partir en busca de lo encomendado, sino también porque, aunque todos habían ejercido
caminos distintos, cada uno, sin embargo creía que existía un solo camino: el
propio, por supuesto. Ahora bien, ninguno estaba bien seguro de que su propio
camino fuese adecuadamente útil, aunque hubiese sido responsable, en parte, del
haber materializado la aparición de ese extraño Ser que acababan de ver, y cuyo nombre
desconocían.
Yako fue el primero en abandonar la aquella Logia,
y en lugar de preguntar a cualquier masón , como había sido costumbre, si el apoyo de algún sabio Masón de la Jurisdicción
, mejor preguntó a cuanta persona profana cruzaba si conocía el País de los
Idiotas. Finalmente después de mucho, alguien que era profano supo indicarle, y partió hacia el País de los
Idiotas. Tan pronto entró en ese País, vio a un hombre cargando una puerta
sobre sus espaldas. “ Buen hombre, ¿Por qué haces eso?”, preguntó. “Porque esta
mañana mi esposa, antes de dirigirme a mi trabajo me dijo: “Esposo, hay cosas
valiosas dentro de la casa; asegúrate de que nadie pase esa puerta” y me dije cuando
salí con dirección al trabajo mejor cargué
la puerta conmigo, de manera que nadie pueda pasar la puerta. Por favor, ahora,
deja que yo te pregunte algo a ti
“¿Quieres que te diga algo que hará
innecesario que lleves la puerta contigo al trabajo?”, preguntó el masón Yako.
“De ninguna manera traerla conmigo es necesario”, contestó. Lo único que podría
ayudarme sería que me dijeras cómo aligerar el peso de la puerta.”
“No puedo hacer tal cosa” dijo el
Masón , y dicho esto se separaron.
Así por el camino fue encontrando un
idiota tras otro idiota, y a sus consejos de no ser idiotas , mejor se alejaban de él
De este modo, aprendió que en el País
de los Idiotas, para poder hacer amigos debía poder pensar y hablar como si
fuera un idiota más. Bajo esta treta de hacerse pasar por idiota, luego de varios años logró devolver la razón a
algunos idiotas y en recompensa por
enseñar a otros, fue por esto logró alcanzar un día el Conocimiento Profundo.
Mas, aunque alcanzó el nivel de santidad
en el País de los Idiotas, éstos le recordaron simplemente como el Hombre que
entre tontería tras tontería y entre idiotez tras idiotez, entre chiste y
chiste, les enseño algo importante. Los habitantes
del País de los Idiotas trataron de hacer lo mismo para alcanzar el
Conocimiento Profundo, pero nunca lo lograron verdaderamente.
Mientras tanto, Dom, el Segundo Mason partió a la búsqueda del Conocimiento
Profundo. Por los sitios que pasaba, en lugar de preguntar por los sabios
locales o por nuevos libros esotéricos, sólo preguntó si alguien sabía algo del
Espejo Mágico dónde alguien se podía ver claramente tal cuál era. Recibió
muchas respuestas que lo despistaron, pero finalmente comprendió donde podía
estar. Se encontraba en un Templo remoto,
el espejo estaba colgado de un hilo muy delgado que en cualquier momento caería y se quebraría,
y este espejo era sólo un pequeño fragmento, pues estaba hecho de los
pensamientos de los masones que antes se
habían tratado de ver en él y no había suficientes pensamientos para reconstruir
un espejo entero.
Cuando hubo engañado al ser que custodiaba el Espejo, Dom fijó la mirada en el espejo, y se observó a sí
mismo en el espejo y pidió el Conocimiento Profundo de sí mismo. Cuando
se conoció a sí mismo, el conocimiento total le fue otorgado en seguida. Se estableció en
una región donde, muy feliz, enseñó por muchos años, sobre el conocerse a sí
mismos de manera adecuada. Mas debido a que sus discípulos no mantuvieron el
mismo grado de concentración necesario para renovar periódicamente el espejo,
éste se esfumó. Aún hoy existen personas que fijan su mirada en espejos,
pensando que es el espejo mágico de Dom, el Masón.
En cuanto al Tercer Masón, Sem, buscó
al Ángel Guardián por todas partes. Este Ángel era conocido por distintos
nombres, pero el Masón Sem no lo sabía. Se cruzó, durante años con las huellas
del Ángel sin llegar a encontrarlo, ya fuese porque en ese lugar no se lo
conocía como Ángel o porque no se referían a él asociándolo con una cosa u otra.
Finalmente, luego de muchos años,
llegó a una Logia Masónica donde preguntó: “¡Oh Hermanos masones ! ¿Alguno de
vosotros sabe algo del Santo Ángel Guardián?”
“Nunca hemos oído nada sobre el Santo
Ángel Guardián, pero esta Logia se llama Guardián del Conocimiento”, alguien
dijo.
El Masón Sem exclamó: ”¡No abandonaré
esta Logia hasta que el Ángel Guardián se me aparezca!” El Ángel, que
se hallaba oculto en el Ara , y sintiéndose evocado surgió frente a él y le dijo: “¿Quién osa
invocarme; yo un viajero masón y he
venido a ti. ¿Qué es lo que buscas? “Busco el Conocimiento Profundo, y me
informaron en tales y tales circunstancias que tú podrías decirme cómo encontrarlo.”
“Por cierto que puedo”, dijo el Ángel
. “Tú has pasado por mucho. Todo lo que te queda por hacer es entender que tú
eres tu propio Ángel Guardián. Entonces alcanzarás el Conocimiento Profundo.”
El Masón agradeció al Ángel y comenzó su programa
de reconocerse a si mismo como un ángel . Pasaron meses, luego años, hasta que
logró realizar correctamente cometido . Los masones del mundo se acercaban a él y lo observaban; luego
comenzaron a imitarlo, debido a su celo masónico y a que era conocido como masón digno y
meritorio.
Finalmente el Masón Sem alcanzó el Conocimiento Profundo, dejando tras
de sí un grupo de masones dignos , que siguieron con sus métodos. Ellos, por supuesto, nunca
alcanzaron el Conocimiento Profundo, porque estaban comenzando por el final del
curso del Estudio del Masón Sem.
Desde entonces siempre que masones partidarios de estos tres masones se encuentran, uno dice: “Aquí tengo un
espejo, míralo con suficiente insistencia, y lograrás en un momento alcanzar el
Conocimiento Profundo. Otro replica: “Instruye al idiota ignorante”. Un tercero interrumpe: ¡Absurdo!
El único camino es el perseverar en el estudio y el contacto con el Santo Ángel
Guardián”
Cuando hubieron alcanzado el
Conocimiento Profundo, los tres Masones descubrieron que eran incapaces de
ayudar a aquellos que habían dejado atrás. Como ocurre cuando un masón ve a un
pobre incauto fanático devorado por un lobo, y sabe le es imposible acudir en
su ayuda.-
Alcoseri.