Cuando intentas dominar a tu propio
Demonio
Seguro luego de un tiempo de vivir en este bello, pero complicado
planeta, algo dentro de ti se desarrolla, y no es precisamente algo bueno; son
muchos los que afirman que nacemos puros, sin pecado, como una hoja en
blanco, que nacemos sin saber del bien
ni del mal, otros afirman que nacemos buenos, otros más señalan que dentro de
nuestra genética existe el mal; y así cientos de teorías. Pero tal sea el caso
es que la mayoría de nosotros posee una sombra un ser oscuro, agazapado y al
asecho, que en cualquier momento al mínimo estimulo te hace estallar, y hacerte
incluso un asesino o un ladrón. Muchos
son los mecanismos en el que se apoya este ente maligno para justificar su mal
accionar, tales como: el fanatismo, la pobreza, la incultura, incluso una mala
palabra que te expresen, una mirada cruzada, o los simples celos; así son
muchos los mecanismos que te hacen poseer una poderosa sombra.
La sociedad se las ha arreglado para ponerle limites a esta sombra,
tales como las leyes, las constituciones, las normas sociales, los mandamientos
religiosos, y más que todo es el miedo a expresarte de forma maligna, perder
amigos, perder el amor de tus familiares de tus vecinos, perder tu libertad, perder
tu empleo etcétera.
Son muchos los caminos que tomamos
para resolvernos y aminorar el poder de ese ser maligno que habita en nosotros,
uno de ellos es ingresar a la Masonería, pues página tras página de las
liturgias masónicas, de sus ritos, de sus formas son precisamente para enseñarnos
a dominar nuestras pasiones o emociones
negativas.
Muchos masones, aún y todo este
esfuerzo masónico no logran dominar ni
sus pasiones, ni sus vicios, ni a su propio demonio, y terminan en el algunos
casos peor de cuando ingresaron a la
Masonería.
Recuerdo de niño y jovencito , el
Karate, el Judo, la educación familiar, la instrucción que me imponía al leer
la Biblia, el amor a mis padres fue un
motivo, fue un motivo para no descarrilarme; pero reconozco que esa maléfica sombra
estaba siempre por ahí retándome, no
tanto al mal comportamiento, sino al sentir odios, resentimientos, miedos, pasiones
que aunque no las expresará las vivía intensas dentro de mí, y eso de alguna
manera me afectaba. Al Mismo tiempo que arribe a la Masonería, bueno incluso
antes, una fórmula que me aclaró muchas cosas de mis conflictos internos fueron
las enseñanzas de Gurdjieff, pero estas poseían un fuerte detonante de peligros
latentes; pues es mucho el poder que se maneja ahí, y aunque no se advierta
puede causar daños en la psique; y sólo alguien que luego de un tiempo de estar
en el sistema creado por Gurdjieff podrá encausar bien ese Poder, sin duda uno
de los peligros del Sistema Gurdjieff es el mismo Gurdjieff y su enigmática personalidad,
tan devastadora, tan de choque constante. Bueno y se preguntarán ¿Y Gurdjieff? Pues
bien, la presencia de Gurdjieff se encuentra en el Vaticano, en esos talleres
del Eneagrama, con influencia en el Cine
, en la educación escolar con esos sistemas de Montessori, en la psicología y
claro en la Masonería, creo usted ya lo habrá notado.
Pero, regresando al tema, ¿cómo usted
puede vencer o someter a su sombra o lado negativo? Lo
primero es darse cuenta de que su sombra o lado negativo no es usted, sino un agregado psicológico, y desde esa perspectiva,
ver a su demonio como a un ajeno, eso le ayudará mucho en su lucha por la
perfección. Alcoseri.