LA INICIACIÓN MASÓNICA
La iniciación no es algo que inmediatamente transforme al ser humano, aunque pueda representarse en una ceremonia externa, mueve automáticamente engranajes internos que posteriormente provocaran un cambio significativo en el
hombre, la ceremonia simplemente da la pauta a seguir, para sostener un crecimiento gradual, donde la paciencia guarda un papel preponderante. La iniciación no se da, se provoca; como una semilla que se espera germine.
La iniciación masónica no es una experiencia ordinaria, sino un proceso de aprendizaje profundamente psicológico, donde esperamos no encontrar lo que el hombre es, sino lo que el hombre pude llegar a ser.
La iniciación Masónica no es el camino de salvación al estilo religioso, sino un proceso de auto- esclarecimiento y es compatible con cualquier fe religiosa o esotérica que no tienda a anular la libertad del individuo, obligándolo a abdicar sus propios principios.
El método de iniciación masónico esta conservado en sus Rituales, que han sido elaborados en un largo proceso de decantación histórica y que guardan, cada uno en su particular estilo, una especifica "ecología"
emocional y simbólica, un sutil equilibrio de gestos y palabras que no puede ser alterado arbitrariamente.
El método masónico no impone una unidad ideológica a quienes lo practican. Conservando en nuestros Rituales un método tipo mayéutico, en donde cada uno aflorará su propio contendido, y con esto enriqueciendo el pluralismo tan característico de la Orden Masónica.
El método masónico se basa en la funcionalidad de los símbolos constructivos que articulan un imaginario emancipador de la conciencia individual que haga a cada masón resistente a cualquier manipulación simbólica La Logia Masónica no es un grupo que presione a creer
ciegamente en dogmas ni mucho menos axiomas, deja el libertad plena al masón para creer por sí mismo.
La Logia no da consignas a sus miembros que condicionen sus vidas privadas, su actividad profesional o el desempeño de cualquier cargo público: cada uno interpreta su compromiso masónico en conciencia.
Nadie esta obligado a guardar secreto de su condición de masón.
La masonería no es una organización clandestina.
Todo Masón se compromete por el mero hecho de serlo, a intentar vivir como un ciudadano ejemplar. Y le da la perfecta libertad de invitar a nuevos miembros a la Masonería, esto con fin de engrandecer las filas de hombres buenos y libres.
La masonería no es una secta, ya que no busca la sumisión de sus miembros a ningún Guru o líder, sino que prepara para cada uno de sus miembros un camino personalizado hacia la maestría de si mismo. A ser maestros de si mismos.
La Logia M:. no somete a sus miembros a ningún tipo de dirección espiritual, ni política.
La Razón ha sido otorgada a todos los hombres, pero no todos saben hacer uso de ella; es una ciencia que es necesario aprender. La Libertad ha sido ofrecida a todos, pero no todos pueden ser libres; es un derecho que es preciso conquistar. La Fuerza es para todos, pero no todos saben apoyarse en la fuerza; es un poder del que es necesario apoderarse.
No llegamos a nada que nos cueste más de un esfuerzo. El destino de los hombres es el de enriquecerse con la sabiduría y que luego tenga EL CONOCIMENTO ES PARA ,la Gloria y el placer de de instruir a los hombres.
La magia ceremonial se le llama también el arte de ser uno Mismo y el arte de ser uno con Dios, porque la iniciación daba al hombre el poder de modificar y la amplitud para gobernar.
Convertir las tinieblas en Luz es también uno de los privilegios de iniciado en los misterios, convertirse en Luz no es otra cosa que el divino conocimiento de los efectos contenidos en las causas y la ciencia oculta aplicada a los hechos del sistema universal del discernimiento.
Las acciones del iniciado no solamente impactan en la Luz Astral; dejan también sus rastros sobre el cuerpo físico, modifican su porte, le dan belleza, cambian el acento de la voz, sus movimientos son elegantes y dignos.
Cuando un hombre lleva consigo la lámpara. Porque las acciones bien encausadas impactan en cualquier aspecto de la vida y las circunstancias que nos rodean no cambian nada los resultados en nuestro destino superior. El verdadero Iniciado, todo lo comprende y nada le es ajeno, el Iniciado es el mejor en cualquier cosa que hace.
La iniciación preserva de las falsas luces del misticismo; se
corrige a sí mismo para así corregir los defectos de los demás.
El Iniciado no tiene, ni esperanzas dudosas, ni temores absurdos, ni fe ciega. Sus creencias son objetivas y no irrazonables; sabe lo que puede y nada le cuesta osar. Así, para él, osar es Poder. Su influencia es tan poderosa que inclusive puede ayudar a Naciones a salir adelante. Saber, osar y callar.
Sabe los secretos del porvenir, osa en el presente y no ostenta tener el poder.
Sabe de los miedos de los hombres, pero calla decir sus proyectos.
Conocerlo Todo, no divulgar Nada. Pero sabe cuando enseñar y cuando no enseñar, y si enseña, enseña a aprender.
Saber de la existencia de un agente mágico, osa realizar loa actos y pronunciar la palabra que le someten a la voluntad y guarda silencio sobre los misterios del Gran Arcano.
Podéis verle llorar con frecuencia, pero nunca abatido ni desesperada ni aun en la Cruz. Puede ser un hombre pobre, pero un pobre al que no le falta nada; nunca un envilecido ni miserable; puede ser perseguido y encarcelado pero nunca vencido.
Imitemos a los Grandes Iniciados, que por ellos existen las Grandes Escuelas y Naciones Libres donde podemos ejercer libremente nuestra ciencia, aprendamos con perseverancia, y nunca usemos nuestros poderes para maltratar a nuestros semejantes. Nunca nos permitamos
hacer Mal a nadie
ALCOSERI