El demiurgo arquitecto
Ideamos a forzar a que la realidad cambie, a que nuestra condición mejore, y todo se transforme a mejorar, de un giro positivo; es cuando pensamos en ese extraño genio artífice del mundo , capaz de producir el cambio. Y entre las sombra es que este aparece en un fuerte destello de luz , aparece así cuando le llamamos , proveniente de otra esfera del escenario invisible, originario de otra realidad paralela; sediento de vidas, presto a obedecer , para luego pretender someternos y intentar él darnos órdenes. Poco a poco lo invisible se hace totalmente visible, debiendo nosotros ser lo suficientemente astutos para no caer en su poderoso hechizo. Intuimos que ese portentoso genio del mundo y del cambio sale de desde nuestro dentro, y así es, pero no precisamos a entender que nuestras pretensiones son las que hacen de este genio un ángel o un demonio. Su fuerza es tan determinante que puede cambiar el mundo entero, ya para el bien o para el mal. Su influencia de genio es visible para quien puede observarlo, para otros puede ser totalmente inadvertido, pero está aquí justo en este planeta desde hace miles o millones de años, y Él fue quien nos diseñó, ideó y creó (somos su obra ). En ocasiones sus cambios se notan lentos otras más como un relámpago, pero de que se operan es evidente. Invocarlo, evocarlo, no lo sé, en muchas ocasiones pienso que este genio simplemente sintoniza con nosotros los masones, o es como que entre él y no nosotros se da una Sincronicidad, y este aparece en nuestro plano y nosotros seguro en el de él. O bien será que nosotros somos él, y él una creación egregórica nuestra y nosotros su creación mental. Se afirma que quien sabe dominar esta fuerza lo dominará todo. Como dice la liturgia masónica con el secreto masónico se dominará a las cosas y a los seres humanos. Este genio, dios, demiurgo, arquitecto, egregor o como quieran llamarle, se alimenta de las emanaciones de la sangre, consume nuestra energía vital, se sustenta de nuestras emociones buenas o malas, vive de nuestras oraciones y deseos, consume lo que irradia el oro, vive de nuestros anhelos y miedos; provoca la ira y la guerra, pero también el amor y pasiones, él come de nuestras ambiciones y fanatismos. A cambio en una relación digamos simbiótica nosotros nos nutrimos de su energía vital, él no sobreviviría sin nosotros y nosotros no supuestamente no sobreviviríamos sin él. Pero hay quienes ya han afirmado por cientos o miles de años que hay quienes se han liberado de este genio demiurgo y han pasado a vivir en otras esferas de la realidad , sin tantas leyes que nos encadenen a la materia burda o al espíritu invisible, ahí se afirma somos libres, más libres , y desligados de su influencia demiurgica , que no podemos decir que sea del todo buena o del todo mala. Pero de que debemos librarnos, es necesario. Alcoseri |