LA PASIÓN DE JESUCRISTO O EL GRAN DRAMA CÓSMICO.
(De: "Apuntes de un Mago" - M.A.A.) https://www.facebook.com/groups/782484798494441/
La PASIÓN de JESUCRISTO, conocido en la Gnosis Auténtica como el Gran Drama Cósmico, es el proceso que describe el camino que debe recorrer el Iniciado mujer o varón, que decide tomar la "Vía Iniciática del Cristo o AMOR Incondicional".
Es un camino de renuncia a toda forma de pensar limitada, finita, mortal, lo cual se conoce también como "Negarse a sí mismo", es negar toda Idea de limitación, de sufrimiento, enfermedad y muerte, negar toda limitación que nos sujeta a los condicionamientos mentales de todo orden, hasta poder afirmar nuestra inmortalidad como Hijos del Todopoderoso.
EL DOMINGO DE RAMOS donde Cristo:JESÚS entra a la Jerusalén Bendita (ojo que la Jerusalén Bendita No es un lugar en la tierra, no es un país físico, sino un "Estado Mental INTERIOR") montado en un pollino, simboliza al ser humano dominando a Voluntad sus "instintos animales".
Los instintos animales representados por el burro nunca deben gobernar al ser humano, es el Hijo del Hombre quien gobierna sus instintos.
Éste paso es el primer triunfo del Iniciado en la senda del esoterismo cristiano, es la primera victoria para encarnar al "AMOR Infinito" (Dios) dentro de uno mismo.
La mujer o el varón que sepa gobernar sus instintos animales (montar al burro), se convierte en amo y deja de ser esclavo de los mismos, ésto es: "se enseñorea sobre toda bestia del campo" como indica el Génesis.
La manera de gobernar los instintos animales es caminando por la senda conocida como EL FILO DE LA NAVAJA, ésto es sin inclinarse a la IZQUIERDA (de vicios y degeneraciones) ni tampoco inclinarse a la DERECHA (de privaciones forzadas incluso contrarias a la Naturaleza humana como el caso del dañino A.Z.F. de los cultos fálicos). El Iniciado no se inclina ni a Derecha ni a Izquierda.
En términos de Buddha es ir por el CAMINO MEDIO, "Ni demasiado mucho,ni demasiado poco".
Los instintos animales nunca deben eliminarse, sólo debemos gobernarlos a voluntad, así es como entra el Hijo del Hombre (mujer o varón) a la Jerusalén Bendita que simboliza el Reino Magnum, el Cielo Cristiano o Reino del AMOR Infinito (Dios) en el INTERIOR de uno mismo.
Que el AMOR Infinito y la FE sin límites sea en todos.