El rito Masónico concebido como gesto sagrado, no es otro finalmente más que la Masonería en sí misma, su misión transformar al mundo., como lo indica la etimología de la palabra rita (que significa en sánscrito: Orden). Todos los que participan en este rito “se encuentran vinculados entre sí, según las antiguas fórmulas, por un misterio que es Orden en sí mismo”. Y recordamos una de sus fórmulas: “¿Existe algo entre vosotros y yo?” (o, ¿cuál es el lazo que nos une?), pregunta cuya Este estudio constituye “Un secreto”; secreto que dice ser “la - Masonería”. El rito es un cable de transmisión” (transferencia ) de una influencia espiritual”. Se insiste, sobre los caracteres propios de la iniciación que, Decimos , lejos de referirse “a cualquier construcción nebulosa, reposan, al contrario, sobre unas técnicas rigurosas”. La iniciación se distingue, entonces, esencialmente “del misticismo, poco preocupado, éste, de tales exigencias técnicas”. La iniciación masónica de los grados azules, presenta incluso “un carácter a- religioso y a-sentimental, que le confiere un aspecto científico”. Se trata, en realidad, de una especie de matemática aplica al orden espiritual”. Todo esto es excelente, y más cuando se precisa bien que, el carácter “areligioso” de esta iniciación, no la pone para nada en oposición con una religión o una tradición cualquiera. Y también es necesario decir que, su carácter “a- sentimental - anti emotivo ”, no le impide utilizar abundantemente, y a veces con predilección, el simbolismo de los sentimiento humanos y, particularmente, el del amor. Ciertas alusiones a la “Tradición Única e Invariable, justifican todas la tradiciones y religiones que de ella emanan”, mostrando bien el fruto que el autor ha sabido extraer de la meditación, de lo que se llama: “la Gran Obra magistral ”. No podemos ahora más que señalar los principales temas abordados, de nuevo en la distinción entre el misticismo religioso (caracterizado por la pasividad del sujeto) y la vía iniciática (que se caracteriza por que el sujeto forma parte activa de la trama), “hecha de disciplina y accesos de rituales), que “revela el conocimiento simbólico” y “tiende hacia la unidad con el Principio regidor del Universo”. La finalidad de esta iniciación, “cada vez más claramente entendida”, a medida que se va progresando, no es distinta de “ese Reino evangélico de total libertad, liberado de todas las condiciones limitativas, incluyendo descripciones paradisíacas formales e impresionantes”. Aquí, debemos pensar que simbólicamente la iniciación es , subir “a las estrellas”, volver a lo terrestre, precipitarse al abismo, del Purgatorio, hacia los Infiernos. La finalidad última de la iniciación masónica es despertar a la consciencia, que decirnos que:“ es necesario nacer De nuevo- que aún no estamos hechos a totalidad, y se puede participar en el Yo Soy Si participamos en plano divino, más que por un nacimiento en él, es decir un co-nacimiento; ninguna explicación discursiva puede hacerle asentir”. Más allá del Ser, está el Principio del Ser, es decir el cero metafísico, “Noche que contiene el día, o silencio que lleva el sonido”. Aquí aun, es de temer que las doctrinas esenciales -por lo tanto, correctamente formuladas-, no han sido más que imperfectamente tomadas por un cierto número de auditores. Los Ritos y los Símbolos de nacer de nuevo, nos recuerda que los símbolos son “elementos rituales de origen no-humano- que nos llaman a despertar . E insiste en particular sobre el papel capital jugado por el número en los símbolos y en los Ritos, y, a este propósito, recuerda la conocida conminación: “Que nadie entre aquí si no es un geómetra”. En consecuencia, el “rito, sea sonoro o plástico, está siempre ligado a la perpetuación de un ritmo, es decir, de un número puesto en acción”. La expresión bíblica: “Dios lo ha dispuesto todo en números, pesos y medidas” es recordada y situada paralelamente a los tres pilares del Templo (Sabiduría, Fuerza y Belleza) y también, bien entendido, en el crecimiento de Cristo “en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres”. Después de diversas indicaciones sobre “la consanguinidad entre el Rito, el Símbolo y el número”, la Masonería aborda algunos puntos particulares. Por ejemplo, compara “la integral, que permite, en matemáticas, efectuar un salto de un orden al otro”, con “la vibración ritual que también efectúa un salto de lo temporal a lo eterno”. Citemos aun el siguiente pasaje: “El ritmo y el número son, en realidad, la sustancia energética de los ritos”. A pesar de la concisión de su estudio, el masón podría, a veces, retomar ciertos puntos para explicitarlos al profano. Entre los que merecerían cierto desarrollo, hay que dar sin duda la preferencia, al siguiente: “El Espíritu y la Vida adoptan la forma rítmica de un espiral, como aquel que marca la cabellera en la extremidad craneal, de la arteria coronaria espiritual, igual que la del ombligo”. La alusión de que se encuentra a “todos los secretos”, es en sí misma una explosiva confirmación de las tesis masónicas. La última parte de este estudio trata de los signos y, sobre todo, de los signos de reconocimiento. Pero es visible que, el autor, se ha molestado por el hecho de que hablaba, muy probablemente, en Logia de Aprendiz, lo que le prohibía precisar los numerosos puntos referentes al 2º y 3º grado, y también al grado complementario de la Maestría (es decir, la Real Arco). No obstante, lo que ha podido decir es importante, sobre todo en lo referente a las alusiones de los “centros vitales”. El autor establece, entiéndase bien, un acercamiento con los Yogas Tanricos hindús y tibetanos; pero también podría haber evocado al hermetismo occidental, cuyo simbolismo esencial, el caduceo, está en relación con los centros vitales "Kundalini". Pensamos, por otra parte, que debemos reflexionar sobre los ornamentos del cuadro masónico y sobre algunas alusiones hechas . Pero siempre se trata de lo mismo: ¿cómo habla de todo esto en Logia de Aprendiz?. En todo caso, al final de todo se encuentran gran número de notaciones útiles: por ejemplo sobre la toma de posesión de las direcciones del espacio, por las “marchas” de los diferentes grados lo que equivale a la toma de “posesión del mundo”. Señalemos también, a propósito del Real Arco de que su “contexto legendario” se encuentra lejos de la indiferencia, pues la figura de Hiram "Fuego Serpentino" , tiene un interés simbólico evidente para la Masonería, a causa de la relaciones de este santo personaje, no solamente con la revelación de un “nombre divino” esencial en la Real Arco (el Tetragramatón), sino también con la construcción en madera, con la manifestación del rayo y, también, con la expoliación de los Egipcios por los Hebreos, del Éxodo. Ya -basándose, creemos, sobre ciertos textos herméticos-, veía en esta expoliación, que tuvo lugar después de la primera noche de Pascua (“noche del pasoEx. XII, 35-36), el símbolo del paso de ciertas civilizaciones tradicionales: el de la civilización faraónica a la civilización hebraica. Entre estas ciencias figuraba el hermetismo, y es muy probable que las “riquezas” de los Egipcios, constituidas esencialmente por objetos de oro y plata, fueran utilizadas para la construcción del Arca de la Alianza y del Tabernáculo Ex. XXXV, 22 .), de lo que el Templo de Salomón, no fue más que su “fijación”. Ya, a pesar, esperamos, que el estudio del “los ritos masónicos” no podría llevarse a cabo y realizarse se forma satisfactoria, sin un recurso constante apegado a la enseñanzas tradicionales de todos lo ritos de mundo - https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/Rayo$20$20nacer$20%7Csort:relevance/secreto-masonico/ZIBRbuoOKFc/9r9I6s8VxDwJ |