¿Cuál es el obstáculo mayor para el aprendizaje masónico?
Una noche, luego de una tenida varios
masones celebraban un clásico ágape y ya,
después de la cena, conviviendo en un gran número, reunidos de masones jóvenes y masones viejos, todos
deseosos de aprender un algo más de
Masonería se dirigen a Kadyr el francmasón cuenta cuentos, para hacerle una
pregunta.
El silencio se hizo, y Kadyr como era
clásico le pidió al masón recién iniciado que hiciera una pregunta:
- ¿Cuál es el obstáculo mayor para el
aprendizaje y la enseñanza masónica? – preguntó un joven aprendiz de masón
llamado Horacio.
Kadyr respondió:
- La gente que recién llega a la Masonería juzga según las apariencias y superficialidades. Son atraídas por los
rumores, las cosas ostentosas y los
chismes de lavadero de las logias, y por todo aquello que los excita como
escalar grados superiores sin comprender apenas las bases de la Orden masónica,
somos digamos como los mosquitos atraídos por la luz de una lámpara
en medio de la noche.
- Entonces, ¿cómo deben las personas
acercarse a la sabiduría Masónica, cómo mosquitos enceguecidos por la luz de un
simple foto eléctrico?
- Muchos se acercan a la Masonería por
los rumores y chismes, los sermones de que los masones tienen poderes políticos
o sobrenaturales y por los libros , videos y revistas de conspiraciones , y en ese estado de
excitación buscan acercarse a nosotros los masones, ya iniciándose en Logias o
leyendo foros masónicos por la internet, al fin da igual. Después de haberse
acercado, se quedan en la proximidad pero sólo para pedir la misma cosa que les
atrajo y no por lo que la verdadera sabiduría
puede dar la Masonería –.
La luz que guía a los mosquitos hasta
una lámpara en medio de la noche , pero ya, habiendo llegado a la proximidad de
la luz de la lámpara, no se contenta con pedir más Luz: los mosquitos se
dispone a tratar de acercarse más y más a la luz hasta quemar sus alas . Esta
Luz que atrae a multitud de mosquitos,
es el equivalente de la realidad de la sabiduría de la que los rumores e
imaginaciones son, en cierto modo, la refulgencia de la Luz en medio de la
noche.
La humanidad sólo cuenta con un
pequeño número de "verdaderos buscadores de la Luz". Mientras que
casi todas los mosquitos son mosquitos
que por su aptitud deslumbrase con la luz terminan enceguecidos, la mayoría de
los seres humanos no son todavía seres humanos, en el sentido de estar
completos – solamente los seres preparados para percibir lo que fueron creados
para realmente percibir son los que se
benefician de la Gran Luz.
Luego de un momento de silencio Kadyr
agregó:
- Bien aquellos que vinieron aquí a una Logia
Masónica por un deseo honesto , por
favor alcen la mano.
Muchos alzaron la mano.
-
Y aquellos que llegaron hasta
nosotros los masones porque escucharon hablar de nosotros cuentos de
conspiraciones masónicas , y buscan beneficiarse de la Masonería para fines
mundanos alcen la mano .
Fue aún mayor el número de los que levantaron
la mano.
- Se hizo un silencio - retomó Kadyr la palabra – al final de cuentas,
aquellos que vienen a nosotros por una curiosidad deshonesta o por un sentimiento honesto, luego de un
tiempo unos se van otros más se quedan, los
que se quedan es por que percibieron en nuestra presencia y nuestra verdad de
otra forma, más sutil. Quieren ver cuán
profunda es la masonería y hasta dónde llega, y por eso se adentrarán más y
más.
- Entre aquellos que están aquí, masones viejos o masones jóvenes, hay muchos
que sólo quieren ser siempre estimulados, cada vez más, en sus sentimientos y
buscan la excitación o la tranquilidad, tal sea el caso de cada quien. Antes de
que algunos puedan aprender lo que no pueden aprender en ningún otro lugar más
que en la Masonería, deberán pedir el conocimiento y no la diversión y el
espectáculo.
Después Kadyr dijo lo siguiente:
- Hay aquellos que son atraídos por
la reputación Paranormal de la Masonería,
y vienen a ver deseosos de experimentar prodigios aún más intensamente, y excitarse
a la misma sensación de conocer lo desconocido.
Cuando algo paranormal sucede, sus mentes se excitan, pero no les permite ver
una verdad más trascendental que el simple show paranormal.
Mientras las aspiraciones de cada
masón no hayan sido transformadas, como
por arte de la alquimia de la trasmutación, no encontrarán la verdad masónica,
y esta trasmutación sólo ocurre dentro de cada masón.
Después hay aquellos que arriban a la
Masonería no porque ellos escucharon hablar bien o mal de la Orden Masónica
sino porque desean complacer a un amigo o familiar que los invitó a pertenecer
a la Orden, luego ellos reconocen su realidad profunda. Pero sea uno u otro el
caso un día vendrá donde cada uno poseerá esta facultad de dar con el secreto
masónico, pero a esto tardaran su tiempo en que sus almas maduren lo suficiente
para poder captar la esencia de la Masonería.
Entonces Kadyr, el masón cuenta cuentos, dice:
Pero, mientras se esperan los
resultados derivados de pertenecer a la Orden masónica, el trabajo que se
realizará finalmente a través de las generaciones de masones que se inician,
y deberá así realizarse el prodigio dentro de un mismo como individuo. Para
convertirse en un Moisés, se tendrá que trascender al tiránico Faraón, y esos
tiranos viven en nuestras mentes y en nuestro rededor en forma de personas que
nos desalientan a seguir adelante, algunos los llaman problemas otros simples
asociaciones mentales. El Masón que es
atraído por la reputación debe convertirse de cierta manera en otro mejor hombre
nuevo , más liberado y con más facultades, tendrá que sortear muchas
dificultades a través de su trayectoria masónica . El Masón debe convertirse en
el que habita en las cercanías de la Luz por la que siente una profunda afinidad, y al final se dará cuenta de que el mismo es
una Gran Luz.
Este es el objetivo de este trabajo
masónico , antes de que pueda trascender al siguiente nivel de consciencia . si un masón no aprende eso, sólo será un
mosquito más entre muchos, un mosquito que jamás trascendió su nivel de pequeño
mosquito. El Masón debe aprender a percibir
algo que está más allá de los ordinarios cinco sentidos.
Alcoseri