¿Desde Cuándo fue Introducida la Masonería en México?
“El Rito Nacional Mexicano quedaba establecido regularmente en derecho, por el que tenían los miembros que lo formaban, masones regulares de ritos aceptados; que dicho Rito era lo mismo en su régimen interior”
Desde el año de 1806, pues no hay constancia de que hubiera logias antes de esa fecha, la vigilancia que ejercía el Gobierno de la Nueva España y la absoluta prohibición de reunión que pudiera infundir sospecha, tenía a los mexicanos en completo aletargamiento, a pesar de esto, en el citado año de 1806 fue fundada una Logia que tenía sus reuniones en la Calle de Las Ratas N° 4, en la cual vivía el Regidor Don Manuel Luyando y establecida por Don Enrique Muñi a la cual pertenecían algunos Regidores entre los que se contaban el mismo Luyando, el Marques de Uluapa, Lic. Verdad, Gregorio Martínez, Feliciano Vargas, José María Espinoza, Miguel Betancourt, Ignacio Moreno, Miguel Domínguez, Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende. No existe documento oficial del origen o procedencia de esta logia ni de su duración y si tenían fines políticos o no.
Las disputas entre los Hermanos Existentes, Escoces y Yorkinos, su lucha por el poder y la razón, su poco cuidado por la aceptación de nuevos miembros con fines partidaristas, político y de poder, motivó a que un grupo de masones estuviera descontento.
Empezaba su vida la naciente República Mexicana en medio de cruentas luchas y revueltas bajo la influencia de los Escoceses, los Yorquinos y el Clero, por el poder en México.
A principios de año los masones se reunieron: Guillarme Lamot, Luis Luelmo y Goyanes, Cayetano Rinaldi, Carlos Rinaldi, Juan María Matheus, Francisco Ocampo y Mariano Rodríguez, cinco del Rito Escoces y cuatro del Rito Yorkino, siendo su fin el de formar una logia masónica. Ninguno de los dos grupos tenía número suficiente para pedir carta patente de su grupo.
En medio de la irresolución a los problemas fue presentada una nueva proposición: La formación de un nuevo Rito que no fuera ni Escoces ni Yorkino, quitando así los inconvenientes y obstáculos; que el nuevo rito tuviera el Título de Nacional Mexicano que, reuniendo a todos los masones de los ritos admitidos, trabajara incesantemente en establecer la perfecta armonía que debe ligar a los hombres en la sociedad humana; en desterrar las preocupaciones
religiosas aun las admitidas hasta ese día por la Masonería y que eran la de que los masones fueran obligados a pertenecer a la religión del país, que la religión seria la de los hombres honrados y la enseñanza la del amor a la Patria.
La siguiente tenida, que fuera el 14 de agosto de 1825, los hermanos masones José María Mateos y Cayetano Rinaldi presentaron la proposición en términos precisos en la que, como ciudadanos mexicanos, tenían el deber de procurar el bien de la República; que los males que se presentaban a la vista podían tener remedio y seria la organización del nuevo Rito la que se lo diera.
Se dió a entender que la irregularidad que los otros Ritos ofrecieran no seria ningún obstáculo, puesto que no se iba a trabajar bajo ninguno de los dos ritos sino bajo una denominación nueva; que la formación del nuevo rito no solo era necesaria sino legitima, autorizada por el precioso derecho de ser justo todo lo que a otro no perjudica; que todo hombre debe ser libre de toda violencia en el ejercicio de la razón.
El 22 de agosto de 1985 reunidos los nueve fundadores de Rito, declararon solemnemente:
1.- Que el Rito Nacional Mexicano quedaba establecido regularmente en derecho, por el que tenían los miembros que lo formaban, masones regulares de ritos aceptados; que dicho Rito era lo mismo en su régimen interior:
2.- Que el gobierno del Rito residiría en un Supremo Gran Oriente y una Gran Logia Nacional Mexicana y que se consideraba ilegal a cualquier reunión que trabajara bajo las formas del Rito, sin haber tenido cédula legalizada para ello.
3.- Que los grados simbólicos serian los mismos que en todos los ritos establecidos y que forman la Masonería Universal y los grados altos, 6, formando el todo nueve, cuyos títulos designaría el reglamento general así como sus atribuciones y deberes.
4.- Que en cualquier ciudad aunque no fuera capital de estado, si llegaban a reunirse 5 logias regularmente constituidas se podría instalar una Gran Logia, sin que pudiera haber más de una Gran Logia en cada Estado.
5.- Que la masonería mexicana no tendría otro objeto que trabajar por despertar en nosotros los sentimientos de la mas pura humanidad y la práctica de todas las virtudes... Estos articulos fueron los que formaron el acta constitutiva del Rito Nacional Mexicano quedando instalado el mismo día y el 26 de marzo de 1826, lo que fue la primera Gran Logia Nacional Mexicana «La Luz» por hallarse ya formadas las primeras cinco logias simbólicas:
Número 1 «Meridiano Anahuence»
Número 2 «Igualdad»
Número 3 «Terror de Los Tiranos»
Número 4 «Despreocupación Indiana»
Número 5 «Luz Mexicana»
Nota:
Esta es una referencia de la «Historia de la Masonería Mexicana» de José María Mateos Edición Aut., de 1884.