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General: Masonería y sugestión política
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 07/04/2016 23:32 |
Masonería y sugestión política -
En el caso específico que aquí nos convoca la masonería originaria era operativa en tanto antigua corporación de arquitectos y constructores encargados de velar por la corrección del oficio, pero en verdad quienes allí se agrupaban lo hacían por un lado en función de cumplir con ciertos ritos y recibir la iniciación y por otro su tarea era la de lograr influir a través de los mismos sobre el resto de la comunidad. La masonería operativa, del mismo modo que el Hermetismo y la Alquimia, utilizaba un lenguaje simbólico, críptico, con la finalidad de confundir a los profanos respecto de sus fines esenciales cuales eran la búsqueda de la inmortalidad y preservar así a la organización. Pero por otro lado también esta masonería, en tanto corporación de arquitectos y constructores, de acuerdo a la máxima iniciática de analogía entre la gran y la pequeña guerra santa, llevaba hacia lo externo la función de elevación de las almas hasta la dimensión del espíritu. Tal tarea era desarrollada a través de las grandes construcciones de catedrales e iglesias góticas. El arte tenía la función de elevar en el sentido estricto del término. Es interesante al respecto la fundamental obra de Fulcanelli, “El misterio de las catedrales”, en donde se expresa el sentido catártico y de elevación que tenía la catedral gótica en el seno de la sociedad. En la catedral no solamente se efectuaban los ritos religiosos, sino que también era un centro de actividad preeminentemente espiritual, un verdadero eje alrededor del cual la comunidad efectuaba sus principales actividades. Es decir que la masonería en la Edad Media y aun buena parte de la modernidad, tras la victoria del güelfismo, influyó a través del símbolo sobre los hombres de su tiempo aplicando una función que podría definirse como de “sugestión anagógica”, por la cual, a través de un arte plagado de simbolismo, se superaban los límites decadentes impuestos por el güelfismo que reducía la vida religiosa a la simple fe y a la obediencia. La paradoja que se nos presenta es pues que si en los tiempos actuales ha sido la institución que más decididamente promoviera el derrumbe de nuestra civilización en la ciénaga de la modernidad, anteriormente fue en cambio la encargada de preservar de la impiedad y la decadencia a la sociedad occidental durante un vasto período histórico que abarca desde la caída del imperio gibelino hasta el mismo siglo XVIII, justamente en coincidencia con la desaparición u ocultamiento de la masonería operativa y la aparición de la especulativa. Pero ello, tal como dijéramos, finalizó en siglo XVIII en el que sucedió que la masonería operativa concluyó con su función de influir iniciáticamente con sus ritos y símbolos sobre la comunidad en su conjunto y no es de extrañar que ello también coincida con la decadencia del carácter sagrado que antes poseía el arte. Sobrevino entonces aquella otra masonería, la especulativa. Ésta modificó sustancialmente los objetivos y metas de tal institución, pues si para la operativa la meta era alcanzar una dimensión supra-humana y si luchaba en contra de la intolerancia en tanto que la Iglesia güelfa encerraba a todos los hombres bajo la dura férula del dogma y de la fe, en tanto comprendía al intelecto como un camino para alcanzar a ver los misterios de la divinidad, ahora con la nueva masonería la razón y el entendimiento quedan recluidos en sí mismos, interesa nada más que el hombre pero en tanto mero hombre, no como dijeran el esoterismo y Nietzsche, al hombre en tanto puente hacia una realidad superior, sino lo humano reducido a su mera inmediatez la cual como tal no es nada pues, al decir de los Dióscuros, el hombre en sí mismo no puede ser nunca una meta, sino tan sólo una cuerda tendida entre dos polaridades de la existencia la de ser animal o ser dios. Fue así como se operó algo parecido a una inversión de planos. De un interés prioritariamente metafísico, se descendió a una esfera puramente moral primero, para luego arribar a la arena propiamente política: tal será el fenómeno de las tres grandes revoluciones preparadas en diferente grado por la masonería como la norteamericana primero y luego la francesa y la rusa. De acuerdo al aserto de que la corrupción de lo mejor es lo peor, todo el bagaje milenario de la masonería, sus grados, sus secretos, etc. fueron utilizados para una finalidad deletérea opuestas a sus fines originarios, cual era la destrucción de la sociedad tradicional, la monarquía, y la Iglesia. El poder de sugestión de la masonería, primeramente desarrollado a través de las catedrales góticas, las cuales orientaban a las almas desde este mundo hacia el otro mundo, fue luego invertido en su finalidad a través de un poder inverso de sugestión desarrollado ahora por los medios masivos de difusión encargados de dirigir a la humanidad hacia su dimensión animal más baja hasta incluso su conversión en una realidad que no supera a la de un mero ganado vacuno, tal la tarea de los medios formativos de la “opinión pública”. Si antes dicho poder superior era utilizado para elevar hacia lo alto, ahora con el pasaje a la masonería especulativa el poder de sugestión es para obtener el descenso del hombre hacia dimensiones cada vez más inferiores que arriban hasta la misma esfera infernal del inconsciente. - https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/Arquitecto$20%7Csort:date/secreto-masonico/2r7LPkRpPWM/i9i6flBnMKsJ |
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