De la Tumba a la Vida
En un campo seco donde de cuando en cuando se recibía algo de lluvia, y fue así, que cuando cayó lluvia activó a unas semillas por años dormidas.
Al abrirse camino una de esas semillas activadas por la lluvia que era precisamente de acacia, ella se hacía paso a través de un enorme y duro terrón y gritaba:
¡A un lado con estos tan duros terrones que nos restringen nuestro nacimiento, que tratan de inhibir nuestro crecimiento!
Esta semilla de acacia obviamente buscaba hacer contacto con la Gran Luz Solar; para así alimentarse y desarrollarse al máximo.
Otras semillas de pasto y arbustos también en crecimiento, que eran espectadoras se sintieron impresionadas por la lucha de esa semilla de acacia que yacía justo debajo de un enorme terrón. Dijeron con admiración:
¡Qué Impresionante lucha, este acto de salir de debajo de este enorme terrón tan duro, que podría bien ser su tumba! ¡Qué lección para nosotras las semillas de los pastos y arbustos! Nunca olvidaremos este evento que transmitiremos a las futuras generaciones de hierbas y arbustos. Ese terrón que parece roca se creyó tan fuerte. En verdad, si no hubiera sido por el inconquistable espíritu de esta semillas de acacia, nadie hubiera osado concebir, y mucho menos salir de tan profundo que estaba de debajo de este enorme terrón.
Algunas malas hierbas, rancias setas y amarillentas cizañas que habían emergido con facilidad entre el campo, dijeron:
Toda este esfuerzo de las semilla de acacia, toda esa pedantería ¿son realmente necesarias?
Pero pronto callaron, ante el creciente clamor de un coro de arbustos en flor, que coreaban:
Pronto crecerá este árbol de acacia, tan enorme y longevo que se convertirá en portavoz de nosotras la plantas de hoy, con las generaciones de plantas que habitarán en este campo en futuras generaciones, así acumularemos el conocimiento tan necesario para ser igual de inmortales que las plantas del Paraíso.
Y así fue, que gracias al árbol de la Acacia que generación tras generación de plantas, acumulaba tantos conocimientos que luego de unas generaciones lograron las plantas convertirse en inmortales, para sorpresa de todos. Y todo comenzó con la primara enseñanza que les dio las semilla de Acacia, que fue la de emerger a costa de todo de las profundidades de la tierra, que si bien pudo haberse convertido en su tumba, pero de ella emergió, y al contrarió la Acacia convirtió a esa tierra en su alimento.
Fraternalmente Vicente Alcoseri Moderador del Foro Secreto Masónico
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