La diferencia entre querer sólo
informarte sobre masonería y la otra de desear formarte masón
En cierta ocasión un joven fue
iniciado masón, el joven estaba provisto de muchas opiniones falsas sobre
masonería y nulas experiencias
vivenciales, había leído mucho de masonería en revistas y libros , visto
algunos videos en Internet etc.
Después de una Tenida fue que unos masones le invitaron a tomar un café,
conversaron con el joven recién iniciado
durante un par de horas en un céntrico café de Monterrey, los masones presentes
en la conversación advirtieron que el
lenguaje al intentar debatir con el joven de uno de los maestros masones se
volvía cada vez más obtuso y confuso, al escuchar las incoherencias del joven
aprendiz respecto a lo que él falsamente creía era la Masonería.
El joven recién iniciado que era muy
inteligente y locuaz, se creía versado en cosas que se leen por ahí de intrigas masónicas , y supuestas
conspiraciones illuminti - masónicas , el Viejo Masón comenzó a corregirle ,
pero el joven recién iniciado incapaz de
contenerse, comenzó a tildar de «Tonto» al Viejo Maestro Masón, que decía para
él muchas aparentes incoherencias.
El joven recién iniciado dijo que era
mejor retirarse y pronto se despidió meneando
la cabeza negativamente de un lado a otro, y asi se despidió de los masones que estaban a la mesa del Café – Restaurante,
algunos asistentes rogaron al Maestro
Masón que explicase su extraña e inusual conducta de intentar corregirle y luego callar , como cediendo la razón a
aquel joven aprendiz de masón, pero éste se limitó a sonreír y mejor guardó
silencio.
No faltaron quienes supusieron que el
Maestro Masón con más de 30 años en la Cátedra Masónica estaba tan envejecido que no había podido
defenderse ante el recién iniciado masón, que habría asistido a sólo algunas 5
o 6 Tenidas.
Pasaron varias semanas luego de aquel incidente, y en
una Tenida fue que se necesitaba un relato ejemplar, el Maestro Masón volvió al
tema de aquella noche en el café, y dijo:
-Algunos de vosotros seguramente
recordaréis que semanas atrás en aquella ocasión en aquel restaurante nuestro joven
recién iniciado y yo nos enfrascamos en una acalorado debate y yo me
comporté como un viejo apagado incapaz de poner en orden la conversación.
Nuestro Joven recién iniciado no
actuaba más que por ajenas y deformadas opiniones y carecía de capacidad para
reconocer la experiencia de un viejo masón , y explicarle lo que es
verdaderamente la masonería y no lo que de chismes y patrañas se cuentan para difamar a la Masonería.
Me fue imposible atravesar su blindaje
de falsas opiniones acerca de la Masonería. Si hubiese intentado explicar que
es verdaderamente la Masonería, el joven habría considerado que yo me proponía
censurarlo, nuestro joven hermano estaba aferrado a creer que la masonería
conspiraba en contra la humanidad, le trate de explicar lo contrario y jamás lo
iba a creer.
Nuestro joven recién iniciado en ese
momento necesitaba más falsa información para masturbarse mentalmente, no quería
saber del conocimiento verdadero masónico.
Una cosa es informarte o mal
informarte sobre masonería y otra muy
diferente es formarte como un verdadero masón.
La obligación del verdadero masón no
es darle al recién iniciado lo que éste desea, sino lo que necesita.
El único servicio que él nos permitió
fue darle ocasión para que pusiese de manifiesto su altanería y exacerbase sus
expresiones de rudeza al extremo de que pudiera percibir sus propias
deficiencias y abandonarlas.
El joven recién iniciado que estaba
presente en esa Tenida , pidió el uso de la palabra ,se le concedió , y él
intentando explicar algo , pero no lo
pudo hacer , al no encontrar las palabras adecuadas , mejor ofreció disculpas por el mal comportamiento
en aquel restaurante, y reconoció estar equivocado; el viejo masón , aceptó las
disculpas del aprendiz de masón, mientras que otro masón ahí presente le dijo
al aprendiz , esta noche de Tenida , has dado un enorme paso en tu auto-perfeccionamiento
al reconocer que te equivocaste y ahora pides disculpas al Cuadro Masónico aquí
presente.
Alcoseri