El Masón y la Hija del Sol.
La hija del Sol que es bella como la
misma Luna y admirada por todas las estrellas y por el Mundo entero.
Un día, un masón a punto de iniciar
sus augustos trabajos en el Templo de las Luces la vio.
El cincel y el martillo se le cayeron de las manos: al quedar
profundamente conmovido que no pudo sostenerlos.
Ella le coqueteó sonriente al pasar
frente a él. Esta acción le dio una sacudida emocional que lo dejó atrapado; su
cincel y su martillo quedaron en el suelo ajedrezado de la Logia, y lo dejó casi
privado de sus sentidos y su razón. Permaneció así, en un estado de como estar prisionero de la
imagen de la hija del Sol, durante décadas así esclavizado de su imagen. El
Masón pasó todo ese tiempo vagando por el Mundo, buscándola.
Un día encontró el castillo en donde
vivía la hija del Sol, tocaba a la puerta insistentemente todo el tiempo,
gritando le dejaran verla, se volvió
entonces una molesta para la hija del Sol y sus servidores , que sus servidores
decidieron matarle.
Pero la hija del Sol lo mandó llamar
y dijo: No puede haber relación entre tú y yo, y si mis esclavos han decidido
asesinarte; por lo tanto aléjate de mí Castillo.
El desdichado masón contestó: Pero, mi amada hija del Sol la primera vez que te vi, ya nada significa
para mí, tú lo eres todo para mi hija del Sol. Tus súbitos será mejor me
asesinen y así dejaré de sufrir. Pero
por favor, contéstame una pregunta , ya que serás la causa de mi muerte ¿Por
qué me sonreíste de forma tan coqueta?
¡Necio! Dijo la hija del Sol. Cundo
vi cuán tontamente me contemplabas , fue por piedad que te sonreí , y no por
como tú lo interpretas que fue por coquetería,
y es que más que todo sonreí burlonamente pues sentí pena , se supone que un
masón no se dejaría atrapar por pasiones como tu desde que me vistes sientes
por mí.
Yo siendo la hija del Sol y la Luna
sólo me relacionaré con los del Mundo , pero
tu siendo un masón ya no perteneces a
los del Mundo, pero tu obstinación por mí es muestra que aun quieres ser parte
del Mundo.
En tanto la hija del Sol desapareció
de su vista.
Esta misma historia se ha venido
repitiendo en prácticamente todas las
Logias Masónicas del Mundo, así desde
hace siglos, y se seguirá repitiendo esta historia, mientras existan masones que
aun sigan atrapados de una u otra de estas mundanas pasiones.
Alcoseri