¿Qué gran poder se esconde detrás del
Mito de Hiram? Parte #3
Ya durante 2 capítulos anteriores,
hemos ustedes junto conmigo estudiando “¿Qué poder se esconde tras del mito de
Hiram Abiff maestre durante la construcción del Templo de Jerusalén?” está
siendo una pregunta general no debería llevar el signo de interrogación, según
las reglas ortográficas de la lengua castellana, a este yo le he colocado el
signo de interrogación, para hacerlo más directo a la psique colectiva en particular, pero reiterando la pregunta
“Qué poder se esconde tras el masónico mito de Hiram”.
En realidad se trata de un poderoso
psicodrama, alrededor de una conspiración , en donde se supondría el mismísimo Dios de Israel socorrería al capataz maestre de obras que edificaba el
templo donde el residiría en el Sanctasanctórum, cuando este maestre arquitecto
era su vida puesta en peligro al ser atacado por 3 malvados albañiles que pretendían
arrancarle de sus labios una palabra mágica , una palabra con gran poder. En
cambio Jehová de forma deísta simplemente observa la escena desde las alturas.
Alguna vez leí que todo templo necesita de una o más víctimas para consagrarse
, seguro Hiram Abiff fue la víctima propiciatoria para tal propósito. O seguro esto va más allá , y el Dios de
Israel no quería residir en el Sanctasanctórum del Templo del Rey Salomón, o
mejor dicho no quería ser obligado a residir dentro de ese recinto , sí , me da
la impresión que como a ese genio o jinn de Aladino y la lámpara maravillosa, Jehová
no quería ser atrapado dentro de ese oscuro recinto y ser obligado por el Rey
Salomón a cumplir sus caprichos, sin Hiram Abiff , las pretensiones del Rey
Salomón no se cumplirían , pues solamente Hiram el maestre de Obras del Templo
sería capaz de completar la trama que atraparía a Dios dentro de ese lugar.
A mí me enseñaron de niño en la
escuela esotérica donde me prepararon para esto , de que Dios mora en nuestros
corazones , más específicamente en el ventrículo izquierdo del corazón , se que
últimamente la ciencia médica ha encontrado justo ahí unas neuronas, si entre
40 mil y 100 mil neuronas , que son más complejas que las que se encuentran en
el cerebro humano. Seguro todo esto de
Hiram , el templo de Salomón , y que Dios moraría en el sanctasanctórum del
templo es una alegoría a intentar o darte cuenta de que Dios mora ahí, en
nuestro interior.
El Sublime grado de Maestro en la masonería gira
precisamente en torno a la Palabra Perdida, entendiéndose nuevamente por ello
el nombre secreto de Dios (….), que tras el asesinato de Hiram Abiff, ya no
puede ser encontrado sobre la Tierra. Dicho nombre trata de reaparecer en los
capítulos del Arco Real, donde se ofrece una palabra sustituta que, según la
mayoría de los estudiosos, resulta de la contracción y conjunción de tres
formas diferentes para nombrar al Altísimo en las tradiciones hebrea, fenicia y
egipcia. Desde luego, este nombre se transmite bajo el juramento de secreto
masónico y no debe ser reproducido. Empero, dicha palabra de reemplazo no es el
verdadero Nombre Divino, tan sólo una llave para abrir el apetito de la
búsqueda. La auténtica Palabra Perdida es de suyo intransmisible e
impronunciable, como lo atestigua todo el judaísmo. El temor reverencial al
Nombre se evidencia en la práctica cotidiana de aludirlo indirectamente,
evitando incluso escribir en forma completa la palabra “Dios”. Pero como en
toda regla hay excepciones, pensemos en lo que nos transmite la leyenda sobre
el Templo de Salomón, donde una vez al año el sumo sacerdote ingresaba al Sanctasanctórum
para pronunciar las cuatro consonantes y pedir perdón por los pecados del
pueblo de Israel.
Alcoseri