¿Cuál es, en
definitiva, el Secreto de nosotros los masones?
¿Cómo tratamos de resguardar el secreto de nuestros objetivos? Antes de tratar de
estas dos preguntas y mucho antes de intentar responderlas, es necesario
subrayar que no tenemos un Secreto comprensible para el profano de tipo medio
que le conceda una relativa satisfacción si lo explicamos. Una condición para
comprender nuestro Secreto y para la
relativa aceptación de los métodos de guardar el Secreto es la discrepancia del
Sistema Masónico con el status quo
profano en un sentido total y la dinámica disipar o, al menos, el desnivel en
el estado de la civilización profana comparada con el mundo iniciático, ambos
marchan en tiempos diferentes. Nuestro objetivo confesado, es "echar abajo"
todos los prejuicios profanos en el iniciado, destruir los condicionamientos
impuestos por la religión, costumbres no éticas y opiniones de contemporáneos académicos en
cuanto al propósito de la existencia humana; esa destrucción “ese echar abajo” es
una condición necesaria para recibir y adquirir conceptos iniciático masónico totalmente
nuevos sobre las potencialidades de la existencia del hombre y la mujer. Una de
las más relevantes observaciones de tipo político que se hace en Masonería a mi
parecer es que, si la "sabiduría milenaria" y la "novedad"
del mundo profano no se lograban encauzar y utilizar de modo armonioso, el
mundo quedaría destruido por el fanatismo político. Hay mucho de cierto en esa
afirmación y, en cualquier caso, dada la situación política de nuestros
tiempos, no parece particularmente radical y, mucho menos, increíble- pero el
mundo profano se ha convertido en un peligroso teatro de operaciones militares
debido en mucho al fanatismo político. Sin embargo, no resulta tan fácil creer
que Masonería fuera la única que poseyera la clave de un método o enseñanza que
sirviera para encauzar y controlar las fuerzas políticas, heredera la Masonería
de la sabiduría ancestral frente a las novedades del mundo profano actual, pero la Masonería es la única institución
que ha dado pruebas de solvencia ante un mundo caótico, la religión ha
demostrado constantemente que ante una crisis mundial, en la mayoría de las
veces es el combustible que aviva el fuego de las contiendas entre pueblos. La
piedra angular de las enseñanzas masónicas es, sin duda, que no se puede
conseguir progreso alguno salvo en el nivel del esfuerzo individual, esfuerzo
que sin duda contagia poderosamente luego de un tiempo breve al reto del mundo.
El trabajo de grupo es valioso únicamente porque ayuda al individuo a alcanzar
la perfección personal. Aún así el grupo masónico, en conjunto, no alcanza nada
necesariamente, como tal grupo, a menos que las ideas masónicas sean hábilmente
trasladadas a su vez al mundo profano. Esto traducido a un lenguaje coloquial
quiere decir que no podemos evolucionar mucho individualmente, si
colectivamente las cosas en el mundo marchan mal; estamos ligados íntimamente a
los demás, esto es el mundo iniciático masónico está fuertemente ligado al
mundo de los profanos, tenemos importantes vasos comunicantes. Muchos masones
comparamos la existencia humana de los tiempos actuales con una especie de
estado larval en el desarrollo orgánico y afirmamos que, como individuos
aislados, no comprendemos las capacidades potenciales del desarrollo humano;
también decimos que todas las costumbres, tradiciones y principios en los que
se apoya el profano hombre civilizado son no sólo improductivos, sino malos
incluso o, cuando menos, negativos. Al implementar el famoso Nuevo Orden
Mundial, los masones pretendemos que el mundo se convierta todo en una gran
Logia Masónica; donde reine la armonía, donde todos nos respetemos y toleremos.
Desestimamos todas las religiones, filosofías profanas y sistemas científicos
existentes, para el masón, en la práctica, carecen de valor. Debido a la
crítica masónica de la existencia política humana profana religiosa o
científica tal como la conocemos, es razón por la cual no tenemos un gran
número de simpatizantes, parece que si no celebramos y aplaudimos los atroces
niveles de las universidades, estas no simpatizaran con nosotros. Sin embargo,
ha de recordarse que la masonería no pretende arrastrar multitudes, sino mas
bien controlarlas- somos desde siempre un sistema de control; y es cuando
constatemos que el Bajo Nivel de la
España actual, es debido a tantos años arrastrados de Franquismo, mientras que otras partes del
mundo donde se implementó la democracia al estilo masónico ahora son
superpotencias. Comparamos, con toda seriedad, la vida humana profana al mismo
nivel que cualquier otra forma de vida orgánica, vegetal o animal. Aceptamos
que el mundo profano humano, al contrario de lo que ocurre con el reino vegetal
y animal, tiene la posibilidad de alcanzar un desarrollo superior, o, como él
lo expresa claramente en la Masonería, de "adquirir una alma
inmortal" —lo que nosotros llamamos alma; pero no vemos esa posibilidad
como una promesa para todo el mundo, ni siquiera para la mayoría de los propios
masones, a no ser que se esfuercen. Lo mismo que cada semilla tiene la
posibilidad latente de producir un árbol, luego una flor y al final un fruto,
así tienen todos los embriones humanos la posibilidad de "producir" o
"adquirir" un alma inmortal. Sin embargo, no hay que olvidar el gran
número de semillas que ni siquiera germinan. Estas opiniones no son,
evidentemente, muy halagadoras para el profano ego humano, individual o
colectivo. Aun así, dada mi relación con la Masonería durante tantos años, no
me parecen demasiado difíciles de aceptar. Hay una lógica obvia en los ciclos
de la naturaleza con respecto a las otras formas de vida: ¿Por qué , habría de
estar excluido el hombre no iniciado en los misterios milenarios de la Orden o
ser diferente de algún modo? Una planta tal vez sea consciente, a su manera, de
su posibilidad de florecer, y quizás la semilla que germina experimente unas
agonías inimaginables en el proceso de germinación. La mayoría de las personas
que se han relacionado con las teorías e ideas de la Masonería las y que las
han rechazado consciente o inconscientemente, es porque han supuesto que
tienen, individualmente la fuerza para evolucionar por si solos, debido a su
contacto con nuestras ideas, ellos creen que tienen la posibilidad de
"progresar interiormente sin necesidad de una Escuela como lo es la
Masonería", de desarrollarse y de alcanzar lo que podría llamarse un
estado superior de conciencia verdadero. Para relacionarse con un sistema de
pensamiento como lo es la Masonería es necesario creer en estos sus conceptos
básicos, y aceptar que sólo tenemos dos opciones: el destino generalizado de
los profanos de ser "disueltos" o "desechados" por el
sistema, o la posibilidad de madurar como seres Luz. Digo "posibilidad
" porque, al ser la naturaleza como es, sólo un pequeño porcentaje de la
totalidad tiene una posibilidad de desarrollo, por mucho que lo deseen. Si se
acepta esta perspectiva de la condición profana, es necesario, mediante una especie
de proceso de eliminación, admitir que la Masonería posee un método y conoce el
camino para lograr el desarrollo y el progreso. Una vez que se llega a ese
punto, es difícil negar que la Masonería tenga la clave, no solamente para
salir de atolladero político mundial, sino también para hacernos evolucionarnos
colectivamente. En otras palabras, resulta esencial creer en las propuestas
masónicas de modo pleno. El aspecto más difícil para el anti masón es que
cuando uno ellos conoce bien nuestro punto de vista es casi imposible refutar
el método masónico de apoyo a la humanidad o enfrentarse con las ideas
masónicas de manera efectiva. Alcoseri.