¿Es el Gran Arquitecto del Universo el mismo Dios que el de las Religiones?
¿Podemos llamar al Gran Arquitecto del Universo un Dios Masónico y a la Francmasonería una religión diferente e incompatible con otras religiones? La respuesta sigue inmediatamente: la masonería no define al Gran Arquitecto del Universo de ninguna manera, porque la masonería no es una fábrica de dogmas de ningún tipo, por tanto el Dios masónico es indefinible, el Dios masónico no es un Dios Antropomórfico . De ahí deducimos el hecho de que no puede haber una concepción masónica del Gran Arquitecto del Universo. Para la masonería, el Gran Arquitecto del Universo no es sólo un símbolo que escribimos en todas partes con los signos G.A.D.U. que indica a una Deidad, El Gran Arquitecto del Universo es el Ser Supremo, es el ente en el todo masón deben dedicar los Trabajos en Logia, o mejor G.A.D.U: es el Ente al que todos los masones deben dedicar sus actos dentro o fuera de Logia .
Recuerdo cuando me inicié masón en septiembre de 1994, en la Gran Logia del Estado de Nuevo León, México; a los hermanos de mi logia no les interesaba en lo absoluto , si El Gran Arquitecto del Universo era el mismo Dios que el de las religiones, no les interesaba el Deísmo Masónico ni el Teísmo Religioso, ni sabían diferenciar una postura de otra, ellos mis hermanos antecesores que yo ,no les importaba si la masonería era una sociedad discreta o secreta, ellos se sentían obligados masónicamente a una política liberal juarista , donde ellos eran verdaderamente soldados que hacían su Guerra de Defensa contra las pretensiones del clero católico de apoderarse del Estado Mexicano, había en mi Logia una fuerte vinculación con el “Partido Revolucionario Institucional” el PRI, todo parecía moverse alrededor de la figura del Francmasón Benito Juárez que fue presidente de México durante la Reforma, ese aroma político liberal se sigue respirando en las Logias mexicanas , así hasta el día de hoy 16 de Julio de 2021, pero ya no tan marcado , hoy los jóvenes masones nacidos en los años 80´s y 90´s siento tienen otra perspectiva de la realidad mexicana , yo fui adoctrinado en las Escuelas de niño a ser un Mexicano Juarista , hoy se sigue haciendo en las Escuelas este sentimiento patriótico hacia el prócer masón Benito Juárez, se celebran las fechas propias para recordarlo , pero ya no se explica de su razón política. Yo como masón mexicano , siento un deber de perecear el ideal político de Benito Juárez, pero en momentos siento que soy el último o de los últimos masones que lo harán
Pero regresando al tema: Para muchos masones GADU es un Símbolo y como todos los símbolos o alegorías , G.A.D.U. no tiene ni puede tener un significado único: cada uno debe interpretarlo a su manera, o como decía Gurdjieff , cada uno debe interpretarlo dependiendo “Su Nivel de Ser” dependiendo de su propia religión, intelecto , perspectivas y fe, sin excluir su derecho a limitarse a la individualización de un solo ser divino. “Sólo en el Sentido Personal, bajo el sujeto individual, el Masón, puede llegar a tal conclusión muy personal , pero jamás será la idea de Masonería en su Totalidad. El problema con un concepto masónico como G.A.D.U. que resultan tan abstracto , sus significados y características, no afectan a la masonería en su totalidad, sino al francmasón individual. El hecho de que la admisión a la orden masónica requiera una declaración de fe o creencia en un Ser Supremo puede compararse, por irrespetuoso que parezca, con el requisito de presentar un diploma que lo acredite capaz para el empleo de masón . El diploma de ninguna manera vincula al empleador, que simplemente quería obtener una garantía de que contrata a un empleado con ciertas cualidades. La razón de tal precaución es fácil de entender: la masonería no desea limitarse a señalar a sus adherentes a ciertos principios morales, sino que considera que la creencia en un Ser Supremo garantizaría una ética adecuada del sujeto y, por lo tanto, su tendencia a cumplir con las obligaciones e imperativos morales que surgen de los principios masónicos básicos, que son principios seculares, establecidos por una larga experiencia de vida y destinados a prepararse para la paz, la convivencia con todas las personas de la tierra, el ser un creyente en Dios se supone , respeta al menos los lineamientos básicos de los 10 mandamientos inscritos en el Libro de la Ley o Santa Biblia , aunque hay sus excepciones a la regla, bueno, pero al menos un Creyente en Dios da más garantías ; otra es que un Ateo no soportaría estar en una Asamblea Masónica o Tenida , y que a cada momento se lean versículos Bíblicos y oraciones o rezos dedicados a Dios, por tanto es una forma respetuosa de la que hacemos de evitarle a los ateos esas incomodidades dentro de un Templo Masónico.
La universalidad de la masonería no requiere que el francmasón individual adore a un Dios en particular o tenga un comportamiento específico en las diversas áreas donde realiza actividades públicas y privadas. La masonería no acepta la idea utópica del universalismo moral, sino la creencia de que los problemas del hombre son los mismos en todas partes del planeta en el que vive, solo que los requisitos previos para su resolución son diferentes. Por tanto, a toda persona se le debe otorgar el derecho a permanecer fiel a sí mismo según su propia conciencia, y este reclamo debe ser considerado su derecho, proclamando la igualdad de todos los seres humanos, independientemente de su raza, religión u opinión política.
La Masonería no exige de sus miembros , el abjurar o renunciar de sus principios religiosos cuales quieran que sean, ni osa penetrar en sus creencias particulares ; bástale saber que creen en Dios y en la Inmortalidad del Alma.
El problema fundamental con el concepto masónico G.A.D.U, es que para muchos incluidos masones es vago e impreciso , por tanto objeto de muchos desarrollos teóricos imprecisos , teorías la gran mayoría dictados por masones eminentes conocedores de la ideología masónica
A tales controversias respecto al tema , luego de un Congreso Masónico en México , se dictó un enunciado aclaratorio de 24 de junio de 1977, que reafirmaba «la Masonería no es una religión, ni un sustitutivo de la religión». La Masonería «requiere de sus adeptos la creencia en un Ser Supremo, del cual, sin embargo, no ofrece una propia doctrina de fe». Y advierte que «los diversos nombres utilizados para indicar al Ser Supremo permiten a hombres de fe diferente unirse en oración (destinada a Dios tal y como cada uno de ellos lo concibe), sin que el contenido de dichas oraciones pueda ser causa de discordia».
La masonería por tanto está abierta a personas de todas las religiones, pero las disputas religiosas y el proselitismo están prohibidas en una Logia.
Por tanto todos los nombres dados a Dios en diferentes religiones , ahora resumidos o sintetizados genéricamente en G.A.D.U. permiten a los creyentes de todas las religiones unirse en oración al Dios que perciben y como lo perciben, sin que el contenido de las oraciones lleven al desacuerdo dentro de Templos masónicos . No hay un Dios masónico. El Dios masónico es el mismo Dios de fe que profesa el masón, pero en el templo masónico su Dios personal acepta el nombre y símbolo de G.A.D.U. No es tarea de la masonería unir las diferentes religiones, pero sí que convivan en armonía personas que profesan diferentes religiones dentro de Logia. Por lo tanto, G.A.D.U. no es un Dios Masónico mixto y compuesto.
La Biblia, considerada por los masones como un libro de la Ley, siempre está abierta durante el trabajo en la logia.
Los masones asumen obligaciones, jurando sobre el libro de la Ley o Santa Biblia . Y es sobre la Biblia que los masones juramos a mantener en secreto todo lo masónico , así como a observar los principios básicos de la masonería.
La masonería no menciona los siguientes elementos establecidos como una religión:
El prohibir proselitismo religioso dentro de logias , pero permitir la sana conversación de asuntos religiosos dentro de logia , como el objetivo del surgimiento del esclarecimiento de lo que es la Religión realmente .
En Logias se permite comparar religiones y sacar conclusiones…
En los Templos Masónicos , se puede abordar de cualquier sistema religioso, solamente para su estudio objetivo.
Pero la masonería no es muy indiferente a la religión, lo que sucede es que en Logias no hay dogmas . Sin interferir en las prácticas religiosas, aconsejó a sus seguidores que siguieran los preceptos de su religión y de su Dios.
En las Constituciones de Anderson, fechadas en 1723, se hace alusión a «Dios, como el Gran Arquitecto del Universo» , y al «Dios del Cielo, el omnipotente Arquitecto del Universo» . Pero Anderson habla también de Cristo como «Gran Arquitecto de la Iglesia» (pp. 24-24). En el artículo primero de las Constituciones de Anderson, se dice «que el masón está obligado, por su compromiso a obedecer la ley moral, y si comprende bien el Arte, no será jamás un ateo estúpido ni un irreligioso libertino». Sin nombrar a Dios se exige la creencia en Dios, porque los ateos son excluidos de una manera directa y expresa.
Mucho más directo es el Libro de las Constituciones de la muy antigua y honorable Fraternidad de los masones libres y aceptados, conocida como de los Antiguos, publicada por Dermott el año 1756 bajo el título de Charges and Regulations of the Society of Free Masons, extracted from Ahiman Rezon: “Todo masón está obligado, en virtud de su título, a creer firmemente y adorar fielmente a Dios eterno al igual que las enseñanzas sagradas que los Dignatarios y Padres de la Iglesia han redactado y publicado para el uso de los hombres sabios; de tal suerte que ninguno de los que comprenden bien el Arte pueda marchar sobre el sendero irreligioso del desgraciado libertino o ser introducido a seguir a los arrogantes profesores del Ateísmo o del Deísmo…”.
Sin embargo, no hay acuerdo en las interpretaciones y consecuencias de estas diferencias. Para unos las Constituciones de Anderson inclinan fuertemente hacia un deísmo que la segunda Constitución, conocida como de Ahimann Rezom, condena explícitamente insistiendo sobre su fidelidad a la religión católica, tanto más que Dermott, así como la mayoría de los primeros Antiguos, eran irlandeses católicos. No hay que olvidar que el autor de las Constituciones de los Modernos era el Reverendo James Anderson, Pastor de la Iglesia presbiteriana escocesa, y en consecuencia él era también teísta –no deísta–, y cada vez que habla de Dios, lo hace como Gran Arquitecto del Universo, es decir, como Creador. Y la tradición de la Gran Logia de Inglaterra, hasta nuestros días, ha sido siempre teísta y no deísta. Uno de sus representantes, Alec Mellor, lo dice en su Diccionario: “La francmasonería regular es no solamente deísta sino teísta, lo que significa que el Dios que reconoce, invoca y ruega en logia es el Dios creador, o, si se prefiere, un Dios personal, no una entidad vaga, tal como la conciben sistemas metafísicos como el inmanentismo o el panteísmo. Ningún equívoco puede subsistir a este respecto”.
Sin embargo ha existido siempre una cierta confusión alrededor de los términos teísmo y deísmo. La palabra teísmo hoy es utilizada para significar un sistema o doctrina que admite la existencia de un Dios personal, creador y providencial del mundo. Mientras que la palabra deísmo, en parte es positivo y en parte negativo. El deísta afirma, como el teísta, la existencia de un Dios personal; pero se distingue de él en que niega alguno o algunos de los atributos positivos de Dios, y, sobre todo, el hecho de la revelación divina. Para el deísta sólo existe la religión natural; de modo que la positiva, fundada en el hecho de la revelación, es un mito.
Pero el problema que se plantea hoy no es el de supervivencia en la masonería actual del Gran Arquitecto del Universo que dio lugar al conocido lema «A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo», a veces en su versión latina «Ad Universi Terrarum Orbis Summi Architecti Gloriam», con el que tantas masonerías de todo el mundo siguen iniciando todas sus actividades, escritos, documentos, revistas, etc. Lo que hoy suscita polémicas es la creencia en el Gran Arquitecto del Universo como condición previa para ser masón.
En el punto de la polémica hay que situar la Constitución del Grande Oriente de Francia, de 1849, en cuyo artículo primero fue introducido –quizás a fin de suscitar un acercamiento con la Gran Logia de Inglaterra– el párrafo siguiente: «La Francmasonería (…) tiene como base la existencia de Dios y la inmortalidad del alma». Esta toma de posición fue interpretada como una ruptura con la libertad de conciencia y la tolerancia introducida en la francmasonería francesa la primera mitad del siglo XIX y que dio a ciertos francmasones la posibilidad de militar en concepciones filosóficas más o menos inclinadas hacia el agnosticismo e incluso, a veces, hacia el ateísmo. Y, sobre todo después de 1860, levantó la protesta de logias cada vez más numerosas. En el Gran Oriente de Bélgica se planteó un problema parecido, que acabó, en 1872, con la supresión del Gran Arquitecto del Universo en todos sus rituales. Poco después, el Gran Oriente de Francia, a su vez, bajo la presidencia del pastor protestante Fréderic Desmons, suprimió, el 13 de septiembre de 1877, de su Constitución la obligación de creer en Dios y en la inmortalidad del alma.
Lo más paradójico es que la Iglesia católica ha tomado partido haciendo una curiosa interpretación del Gran Arquitecto del Universo de los masones. Y es así como el cardenal Ratzinger, jefe del antiguo Santo-Oficio, hoy llamado Congregación para la Doctrina de la Fe, nos enseña, siguiendo la sola opinión de los obispos alemanes manifestada el año 1981, cuál es el verdadero concepto del Dios de los masones: “En los rituales, el concepto de «Gran Arquitecto del Universo» ocupa un lugar central. Se trata, a pesar de toda la voluntad de apertura al conjunto de lo religioso, de una concepción tomada del deísmo. Según esta concepción, no existe ningún conocimiento objetivo de Dios, en el sentido del concepto de idea personal de Dios en el teísmo. El Gran Arquitecto del Universo es un «algo» neutro, indefinido y abierto a toda comprensión. Cada uno puede introducir allí su representación de dios, el cristiano, como el musulmán, el discípulo de Confucio como el animista o el fiel de no importa qué religión. Para el francmasón, el «Gran Arquitecto del Universo» no es un ser en el sentido de un Dios personal; y por esta razón le basta una viva sensibilidad religiosa para reconocer al Gran Arquitecto del Universo. Esta concepción de un Gran Arquitecto del Universo reinando en un alejamiento deísta mina por la base la representación del Dios del católico y la respuesta que da a un Dios al que se dirige como Padre y Señor”.
Ante la actitud tomada por la Iglesia católica romana en 1983 y reiterada en 1985, coincidente en el tiempo con parecidas posiciones por parte de las iglesias metodistas, baptista y anglicana, la Gran Logia Unida de Inglaterra se consideró obligada a publicar en septiembre de 1985 una declaración que completa la que originalmente fue aprobada en septiembre de 1962 y confirmada en diciembre de 1981 por la misma Gran Logia. En ella, tras recordar que la masonería no es una religión, ni un sustitutivo de la religión, reitera que «exige de sus miembros la fe en un Ser Supremo, pero no propone ningún sistema de fe como suyo propio».
Y aclara que «no existe un Dios masónico. El Dios del masón es el propio Dios de la religión por él mismo profesada. Los masones tienen un respeto mutuo por el Ser Supremo en cuanto Él sigue siendo Supremo en sus religiones respectivas». Retomando los Antiguos Deberes, la Declaración reitera que «durante los trabajos de la logia está prohibido discutir de religión» y que «no es misión de la masonería tratar de unir credos religiosos diferentes». La consecuencia de que «no existe […] un Dios masónico único» es que la masonería no pretende ser un «sincretismo» entre fes distintas, ni una super-religión, una Verdad absoluta y superior a las «verdades» (o «creencias» de las fes particulares.
Por tanto, en la masonería «no se encuentran los siguientes elementos constitutivos de la religión: a) una doctrina teológica; b) la oferta de sacramentos; c) la promesa de salvación mediante obras, conocimientos secretos y varios medios».
En función de esto, la Gran Logia Unida de Inglaterra aceptó o rehusó estrechar los lazos fraternos con las demás comunidades masónicas aplicando con coherencia esos principios. Así por ejemplo, la Declaración de 1929 establece, en el primer punto: «La creencia en el Gran Arquitecto del Universo y en su voluntad revelada serán condiciones esenciales para que se admitan sus miembros». Al romper los lazos con la Gran Logia de Uruguay, el 18 de octubre de 1950, la GLUI endureció más aún su postura teísta, declarando: «Todo hombre que pida entrar en la masonería tiene que profesar la fe en el Ser Supremo, Dios invisible y Todopoderoso. A este respecto no se permite ninguna excepción. La masonería no es un movimiento filosófico abierto a todas las orientaciones y opiniones. La verdadera masonería es un culto para conservar y difundir la creencia en la existencia de Dios, que tiene que ser el de una religión monoteísta». Por temor a que se le tachara de deísmo, la Gran Logia inglesa y, detrás suyo, las de Escocia e Irlanda, impusieron la fe monoteísta a sus afiliados y a los iniciados a obediencias vinculadas con ella.
Algunos pueden afirmar que la masonería es religiosa, sin llegar a convertirse en religión.
Algunos religiosos sostendrán que el Dios que presenta la Masonería es diferente al Dios que adoran en sus Iglesias, y esa idea de los religiosos jamás cambiará , aún y todo esto , es claro que la Masonería tiene una idea particularmente diferente de Dios , muy diferente al de todas las religiones.
Alcoseri
4 comentarios
Miguel Angel P. Davila
????
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Gerardo Iván
Tiempos NUEVOS BUENAS NUEVAS!!
Está Entre Nosotros Carne y Hueso " VIRTUDES y Errores".. Pero DIOS????✳️????☀️☀️
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Blanca Fariña
En la masonería todo gira alrededor del hombre , cuando todo gira alrededor de Dios!!!! Por eso supone una colisión con la religión católica, la única y verdadera
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Vick Alcoseri
Blanca Fariña No es tan así como usted lo plantea
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