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General: La Búsqueda de la Verdad
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De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 23/11/2022 23:18
La Búsqueda de la  Verdad 
¿Es la Verdad que busca el masón diferente a la verdad que buscan los religiosos, los  científicos y los filósofos?
Antes de ir desglosando la respuesta a esto, debemos entender que la Masonería nada tiene que ver con religión, ciencias, filosofías, políticas etc. , la Masonería está en otro contexto y si bien fueron masones los que impulsaron a surgimiento de la Ciencia y Filosofías  como la conocemos hoy a través de La Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural (en inglés, Royal Society of London for Improving Natural Knowledge, o simplemente la Royal Society) nada la masonería tiene que ver con las ciencias académicas  y filosóficas , al igual que masones fueron los creadores de diversas religiones que hoy cuentan con millones de seguidores por todo el Mundo , nada tiene que ver la masonería con la religión, igual con partidos políticos inspirados en la Masonería y creados por masones , nada tiene que ver la Masonería con la Política. 
¿Debemos pensar entonces que existe separadamente verdades? Y por tanto existe  :  La Verdad del masón, la verdad del filósofo, la verdad del hombre de ciencia, del hombre de fe religiosa ... se podría haber agregado la verdad del arquitecto, del soldado, del contador, del panadero, del ama de casa etc.; el tema de este nuevo comunicado nos confronta directamente con el mito del concepto, la paradoja de la Verdad Universal , de la presunta univocidad de la palabra en el lenguaje discursivo.
Podíamos pensar que la Verdad no existe , sino que se ha fabricado una Verdad para cada época, lugar, circunstancia , incluso una Verdad para cada persona en lo particular.
¿Existe una sola Verdad o tantas verdades como personas que pronuncian la palabra? ¿La palabra verdad tiene algún significado o es solo una forma artificialmente idealizada de una mezcla de certezas, revelaciones, validez, verosimilitud, verificaciones experimentales, probabilidades fuertes y la ley de los grandes postulados científicos ? ¿Es la verdad, por lo tanto, sólo una "ocurrencia" más?"  . 
¿Puede ser que la Verdad no nos guste , porque la última contundente  Verdad a la que nos enfrentamos es que vamos a dejar de existir; y por ello inventamos verdades diferentes.?  
Pero al tratar de analizar brevemente, con múltiples situaciones, las características de las respectivas verdades de la filosofía, la ciencia y la fe religiosa , adosándome a una cuadrícula de análisis basada en las nociones de lenguaje y transmisión de ideas, podemos comenzar a vislumbrar que la Verdad es escurridiza, y sin detenernos a pensar, en  lo que cada quien comprenda por Verdad.
Esforzándose por determinar la verdad de la Francmasonería; como pueden  imaginar, entonces las cosas cambian  de dimensión, ya no se tratará de La verdad, sino de Mi verdad, porque la Masonería nos lleva a que cada masón saque sus personales conclusiones , ya no se tratará nunca en Logia  de un  concepto universal  sino de un subjetivismo bien razonado ; y entonces surgirá inevitablemente la cuestión de la generalización de Mi verdad: la verdad del Francmasón es sólo la suya propia y si es así (como se me llevará a decir), ¿podemos entonces hablar realmente de una Verdad en el universo Masónico que es ¿nuestro?.
En realidad esto de la Verdad Masónica no se antoja nada sencillo.
La Realidad es que a logias masónicas  arriban , año tras año aproximadamente entre 300 mil nuevos postulantes en todo el mundo , el 90% no concluyen su maestría masónica , el restante 10% en su mayoría solamente repiten esquemas masónicos sin mediar en ellos  reflexión alguna, de ese 10% solamente un 1% de ellos si van hacia las profundidades  de la reflexión Masónica y sacan conclusiones y por tanto se construyen a sí mismos.    
Sobre la Verdad Ciencia , entendemos un sistema de buscar la verdad , bajo el rigor del método científico , una coherencia bajo verificaciones ,  iniciado por verificaciones lógicas.  
Las sentencias iniciales, complementadas y enriquecidas por un método, compuesto por reglas, teoría y teoremas, conducen a un sistema complejo pero siempre lógico. La verdad científica es, por tanto, necesariamente dual, o sea que Toda proposición es verdadera o falsa. Para que se reconozca como verdadero, basta que pueda demostrarse según una ecuación relativa al juego de la lógica y la causalidad. Por complejas que sean las demostraciones, son sólo consecuencias racionales de los apotegmas originales.
[Sin embargo, debe hacerse una distinción entre las ciencias puramente formales y las ciencias empírico-formales, estando también estas últimas sujetas a la prueba de la experimentación.
En el primer caso, las matemáticas por ejemplo, se puede considerar que el sistema describe una pura posibilidad; una proposición sólo tiene significado, y por lo tanto un valor de verdad, en relación con un todo contextual más o menos vasto. Incluso se pueden modificar los sentencias de partida, por ejemplo negando o afirmando la existencia de rectas paralelas según se esté en el sistema de Euclides, pero una vez integrada en este conjunto, la proposición no puede ser, relativa a este conjunto, verdadero o falso.
En el caso de las ciencias empíricas formales (la física, por ejemplo) el sistema adquiere su validez sólo si logra, además de su coherencia lógica, descubrir, por medio de la experimentación, qué corresponde mejor a la realidad sensible. Pero allí también la validación experimental depende del conocimiento que se tenga del mundo sensible y la verdad que de él resulta sólo puede concebirse en relación con este conjunto finito de conocimientos específicos. Newton: "Hasta ahora he expuesto los fenómenos de la fuerza de la gravedad, pero a esta gravedad aún no le he asignado una causa". Ciertamente esta fuerza procede de alguna causa que penetra hasta el centro del sol y de los planetas, sin que disminuya su poder; y que actúa, no en proporción a la magnitud de las superficies de las partículas en que actúa (como suelen hacerlo las causas mecánicas), sino en proporción a la cantidad de materia maciza; y cuya acción se extiende ciertamente a distancias inmensas, disminuyendo siempre en razón cuadrada de las distancias. La gravedad hacia el sol se compone de las gravedades hacia cada una de las partículas del sol, y al apartarse del sol disminuye exactamente en razón cuadrada de las distancias hasta la órbita de Saturno, como es manifiesto por estar en reposo los afelios de los planetas, y hasta los más remotos afelios de los cometas, si es que estos afelios están en reposo. Pero la razón por la que la gravedad tiene estas propiedades no he podido aún deducirla de los fenómenos y yo no imagino hipótesis. Pues todo lo que no se deduce de los fenómenos, se ha de llamar hipótesis; y las hipótesis, sean metafísicas o físicas, o de cualidades ocultas o mecánicas, no tienen cabida en la filosofía experimental. En esta filosofía las proposiciones se deducen de los fenómenos, y se generalizan por inducción. Así se conocen la impenetrabilidad, la movilidad y el ímpetu de los cuerpos, y las leyes del movimiento y de la gravedad. Basta con que la gravedad exista realmente, y actúe según las leyes que hemos expuesto, y sea suficiente para explicar todos los movimientos de los cuerpos celestes y de nuestro mar.
¿Podemos, por lo tanto, hablar de verdad científica? ¿No deberíamos usar más bien el término de precisión en un marco de referencia dado? Mientras no esté dotado de un sentido, el sistema científico no habla de nada, sino de sí mismo, sólo saca a la luz ciertos modos de conexión entre proposiciones, no es sólo una secuencia regulada de términos, está cerrado en sí mismo. Por otro lado, este sistema tiene una dimensión universal y es fácilmente transmisible, basta con enseñar las reglas de funcionamiento, es decir, el discurso interno.
Si no se puede hablar de Verdad por la ciencia, si la exactitud no es la verdad, es por MÍ. Pero , por supuesto, sino yo, tú, nosotros, individualmente como individuos vivos. El lenguaje científico requiere objetividad y todos somos sujetos diferentes con un lugar único en el cosmos. Sin mí, la verdad científica no es nada, necesita de mí para darle sentido, necesita de mí para santificarla.
Esto es lo que CG Jung dice muy claramente en Ensayo sobre la exploración del inconsciente - "A medida que el conocimiento científico progresó, el mundo se deshumanizó. El hombre se siente aislado del Universo , porque  siente  que "ya no está involucrado en la naturaleza y ha perdido su participación afectiva inconsciente con estos fenómenos. Y los fenómenos naturales han perdido lentamente sus implicaciones simbólicas. El trueno ya no es la voz de un dios [...] las piedras, las plantas, los animales ya no le hablan al hombre; y el hombre ya no habla con Dios  creyendo que puede oírlo por “Dios” El Gran Arquitecto del Universo. Su contacto con la naturaleza se ha roto y, con ello, ha desaparecido la profunda energía afectiva engendrada por sus relaciones simbólicas. El progreso científico implica muchas veces perder gran parte del Alma y del conocimiento que teníamos sobre nosotros mismos. Ahora el ser humano del siglo XXI , entiende que sus emociones sólo son producto de un conjunto de reacciones químicas en su cerebro.  Por ejemplo el Amor Fraternal que sentimos los masones por la Humanidad y particularmente por nuestros hermanos sabemos ahora , es producto de un sustancia química llamada Feniletilamina  que hace reacción en el cerebro, la feniletilamina no solamente es el factor del amor fraternal , sino todo tipo de afectos y amoríos , así es,  está relacionada con el sentimiento del amor, esta sustancia es la responsable, de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando ocurre el amor , tales como vigilia, excitación, taquicardia, enrojecimiento e insomnio[cita requerida]. Parece ser además un precursor de la dopamina que es la sustancia responsable de las sensaciones del amor romántico.
La verdad de la fe religiosa  es, por su parte, totalmente ajena a la ciencia. No es que los dos sean opuestos, porque aparte de algunos residuos de conservadurismo fundamentalista existen en la mente de los fanáticos de la ciencia moderna , el debate ahora está cerrado y por tanto , los sucesores de Galileo ahora pueden estar tranquilos, entendemos simplemente que la ciencia y la religión están en dos modos distintos de percepción humana. Y lo que entendemos por Ciencia y Religión , ambas son figuras ilusorias  proyectadas en la pared de la Caverna de Platón, y la Realidad o la Verdad por tanto estas fuera de esa Caverna , y nada tienen que ver ni con la Ciencia o con la Religión. 
Mientras la ciencia pretende neutralidad a través de un análisis objetivo del mundo sensible,  anclada en la materia , la Religión , por el contrario, es una proyección dirigida hacia cosas espirituales  que la Ciencia no tiene la posibilidad de explicar.
Como podemos entender la fe religiosa  es un camino progresivo  para buscar a Dios. Si hay historia, devenir, progresión, es porque la noción de destino tiene un sentido para el creyente religioso . Pero el destino del hombre se vive sólo como devenir, la venida de Dios hacia el hombre se realiza bajo la forma de un paso progresivo, de un acercamiento al devenir, de una revelación. Al lenguaje de la razón le sigue el de la Palabra, la palabra de contactar con Dios . Obligándose a sí mismo por la fe, el creyente se hace agente de lo que su fe realiza en él . Como dice el Libro de la ley en la epístola a los Hebreos, “Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve.” Hebreos 11:1. Entendiendo que el acto de fe aparece como una fuerza que integra, selecciona y perfecciona los datos profanos para hacerlos servir, haciéndolos sagrados, a su objetivo de absoluto. 
En esta etapa, es interesante reflexionar sobre el debate que opone católicos y protestantes sobre los valores comparativos de la fe y las obras. "Sola fide" según Lutero, las obras también responden a los católicos refiriéndose a la fe demostrada por buenas obras. Pero este debate parece estéril cuando se analiza la fe como un devenir revelado. La fe religiosa  y las obras ya no pueden oponerse y el Bueno, aquel cuyas obras son mejores, es, frente al Malo, el que tiene más fe que el otro. Pero ¿cómo podemos tener más fe, no es esto un don de Dios, una gracia?
Es entonces que también aquí se rebela mi YO que busca la parte de fe que ha recibido y no la encuentra, que va hacia las religiones, especialistas en la fe, y que descubre mil versiones diferentes de la fe universal, mil educaciones religiosas destinadas a transmitir una fe presentada sin embargo unánimemente como un don de Dios, mil acciones criminales todas dedicadas a la mayor gloria de Dios, entonces mi Yo ya no quiere obedecer y concluye (un poco rápido, se ve), como Nietzsche, en El crepúsculo de los ídolos, “el que no sabe poner su voluntad en las cosas quiere al menos darles un sentido: lo que le hace creer que ya hay voluntad en ellas (principio fe) ."
 De "El ocaso de los ídolos"
Para vivir hay que ser un animal o un dios -dice Aristóteles-. Falta el tercer caso: hay que ser lo uno y lo otro; esto es, un "filósofo".
Guardarse de la mediocridad. ¡Antes la muerte!
Se debe vivir de modo que se tenga, en el momento oportuno, la voluntad de morir.
 La Verdad según la Filosofía
Originalmente, la ciencia y la filosofía eran una sola y misma disciplina, siendo el ideal griego construir un gran sistema del cual se pudieran deducir todas las leyes que gobiernan el comportamiento de los objetos empíricos. Esta investigación se basó en la creencia de que el universo visible forma un todo unificado, enteramente analizable en términos de un lenguaje formal adecuado. Esto es lo que puede expresarse hablando de la creencia en la inteligibilidad del mundo.
Posteriormente, la ciencia, haciéndose más compleja y habiendo ganado su independencia (particularmente en términos de transmisión), la filosofía ya no tuvo la tarea de darle una justificación, es decir, de buscar validar los dos postulados de partida: la inteligibilidad de la mundo y la precisión del uso del lenguaje lógico. Como dice Kant, "¿por qué las matemáticas deberían aplicarse a la naturaleza, cuando nada a priori nos permite concluir a partir de la experiencia que el universo debería obedecer a la lógica de la mente humana?"
A partir de entonces, la filosofía buscará un sistema que englobe al de la ciencia: se trata de redescubrir a nivel del lenguaje, la pertenencia de las partes al todo, el proceso unificador que precisamente da a la experiencia y a la realidad su organización y asegura su clausura, que produce su totalidad como totalidad una , es decir el movimiento interno por el cual la realidad se produce en el detalle de sus articulaciones y en la conexión de todos sus momentos. Esto sólo es posible si hay homología entre lenguaje y realidad o, más profundamente, si la totalidad misma es lenguaje. El lenguaje sólo puede reproducir las operaciones constitutivas de la realidad produciéndose a sí mismo como totalidad, en suma, como sistema. Ahora bien, la idea pura del sistema es la de
Pero este sistema choca a su vez con el problema del lenguaje y la posibilidad, con la ayuda del discurso y la causalidad, de expresar el mundo. En filosofía aún más que en otros lugares, las proposiciones están organizadas, en un sistema, de modo que con cada sistema, las palabras fundamentales toman diferentes matices: así, la palabra libertad no tiene el mismo significado en Descartes, Spinoza, Bergson o Sartre. Es de las relaciones mutuas entre los términos que estos toman su significado, y es por la coherencia del sistema que juzgamos su verdad.
La verdad de la filosofía choca, así, naturalmente, con la misma problemática que la de la ciencia. Soy YO quien santifica, quien da sentido a las palabras que uso. En la antigua Grecia se habían sentado las bases para la crítica del lenguaje causal "si el mentiroso dice 'yo miento', ¿está diciendo la verdad?". Todo depende del marco de referencia en el que nos coloquemos, todo depende de mi significado de los términos, toda validez causal depende de MÍ y sólo de Mí.
LA VERDAD DEL MASÓN
Hasta ahora, lo que me ha hecho cuestionar las verdades de la Ciencia, la Fe y la Filosofía es la negativa a obedecer un sistema y el lenguaje que lo constituye, es mi ambición no aceptar, como artículo 2 de la declaración de principio del convento masónico  de Lausana dice " La Masonería no tiene ningún límite a la libre investigación de la verdad y para garantizar a todos esta libertad exige de todos igual tolerancia”.
.
Hasta aquí también, hermanos míos  masones y no masones, les he mostrado los límites del lenguaje discursivo, pero no he hecho más que emplearlo, yo también he usado este lenguaje, alineado a los conceptos, la jerga y las ideas.
Entonces podría usar otra forma  para decir esto, y decirlo en una sola frase :
La Verdad es solamente lo que en este justo momento te sirve, la Verdad  del pasado ya no funciona y el futuro traerá su propia Verdad.
Pero este lenguaje es mío, te lo puedo ofrecer pero no compartirlo, no tiene nada que transmitir. La Verdad que le sirve a ciertas personas, no necesariamente te servirá a ti , o a  otras personas. 
Afortunadamente hay una forma de comunicar, entre mi propio lenguaje y el lenguaje inequívoco, más que un lenguaje, es un método, es la forma simbólica, la de la Masonería.
Así, que cada quien tiene que buscar su propia Verdad. 
Alcoseri
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Vick Alcoseri
6 d
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