¿Qué son metales masónicamente hablando ?
La historia del Ser humano se clasifica por la evolución y la fuerza de hombre en base a manipular los metales, haciéndolo pasar de la edad del bronce, edad de cobre, a la edad del hierro. Edad del Cobre (hacia el 5.000 a.C.). Edad del Bronce (hacia el 3.000 a.C.). Edad del Hierro (hacia el 2.000 a.C.).
En Masonería los METALES serían : Los Signos exteriores de riqueza y las pasiones humanas.
La dotación de metales representa el error del hombre en su naturaleza: él cree que tiene el metal porque transforma la fuente en el objeto que quiere, pero solo deteriorar o transformar lo que tiene la naturaleza dar y lo que ella le da se reanudará con el tiempo.
Todo durante siglos los metales tienen un aspecto de dinero fiduciario, arados y luego armas. Luego se convirtieron en suntuosidad y joyas. En nuestro mundo contemporáneos, son todo eso y, más insidiosamente los metales son ese control sobre hombre, que ilusoriamente cree que tiene poder sobre el tiempo y su entorno, el hombre está hoy controlado por los relojes, los teléfonos celulares, la televisión, iphons, ipad, computadoras y otros dispositivos electrónicos de todo tipo que se han convertido en algo esencial .
A través de estos objetos muy reales o esta moneda sonora a metal que el ser humano se ha esclavizado , los metales son la transcripción de la representación que hace el hombre en sí mismo. Su deseo de tener una naturaleza para controlar su naturaleza.
Cada que vayas a Logias o estes en Grupos masónicos de Internet ¡Déjala Metales fuera de tu mente!
Déjala los metales, los masones se están deshaciendo de todos estos objetos voluminoso o incluso inútil como deshacerse de sus valores, sus significados o sus símbolos.
“La invitación Masónica a desprenderse de los metales y su posterior restitución al salir del egregor masónico” ya que sabemos que en el mundo profano , para sobrevivir hay que tener dinero , pero dentro del templo masónico no son necesarios tales metales .
Esto desde el punto de vista masónico, por un lado, dejar de lado lo que pueda volverse molesto al meditar. En el principio de igualdad los metales no juegan un buen papel , ya que los metales son : los símbolos del lujo de riqueza, símbolo de moneda de poder si los tienes y viceversa, si no los tienes. Deja al meditar masónicamente tu teléfono portátil y su reloj. Con ellos, cada vez que el hombre los usa NO está disponible y se las arregla lo que tiene que realmente manejar. De esto el Masón trata de: controlar su medio ambiente y su tiempo, al mismo tiempo que controlarse a sí mismo .
Esto es de... Rechazar el poder del dinero para admitir que el valor de ser humano está en sí mismo , no en lo exterior.
Esto es el poder del fuego que derrite el metal... Negarse a jugar con fuego. Fuego del que proviene el metal trabajado; fuego ciertamente fuente de luz, calor y vida pero, fuego de ira y fuego destructor o constrictor si no es correcto dominado.
Esto es... Negarse a controlar el mundo exterior, todo para controlar su mundo interior, tal como lo haría Tubalcain . Deja historias pasadas al umbral para pasar al mundo de la interioridad.
Esto es... Negarse a controlar el tiempo social y, por lo tanto profano, ser guiado (al mundo iniciático) por aquellos que solo saben trabajar del mediodía a la medianoche y quien solo admite trabajo o duelo porque incluso en el este, el descanso no puede ser que eterno.
Esto es... Negarse a controlar la máquina que en la vida nos dice reemplazar, para aprender a controlar tu cuerpo y mente, que son realmente las verdaderas herramientas.
Esto es... Aceptar que en cada tenida, el masón se convierta en el niño ni desnudo , ni vestido pero liberado de todos sus metales que, llegando de oscuridad, renace en cada tenida quitándole la venda que cubre sus ojos, todo para que vea su realidad y la realidad que lo circunda.
En el ritual de iniciación, el profano que se presenta a la Masonería, debe vivir una serie de pruebas simbólicas que le permitirán comenzar la búsqueda de la verdad y la Luz. La masonería consiste en el perfeccionamiento del individuo, en la dirección de la humanidad hacia el camino perfecto. Este camino empieza con el ritual de iniciación, sin embargo, para poder realizarlo se debe, en primera instancia, morir para volver a renacer como iluminado. A menudo se concibe como una muerte simbólica donde el no iniciado debe morir y renacer con una nueva identidad que permite a los demás iniciados reconocerlo como un igual. Tal como lo expresa Lavagnini en su Manual para el Aprendiz: ” …Por esta razón el símbolo fundamental de la iniciación es el de la muerte, como preliminar para una nueva vida; la muerte simbólica al mundo o estado “profano” necesario para el renacimiento simbólico”
Así, una de las primeras solicitudes que se le realiza al recipiendario es despojarse de sus metales antes de vestirse con la ropa de candidato e ir a la cámara de reflexiones. Esta petición implica entregar todos los metales, a saber: dinero, joyas, armas y cualquier elemento de este material.
El profano debe volver a su estado de pobreza total, perdiendo las adquisiciones que hasta ese momento le han sido útiles en la vida profana, pero que constituyen un obstáculo para volver al estado primitivo. En el sentido propio, los metales, el dinero que el candidato posee y que le son retirados temporalmente pretende resaltar que a los Masones no les importan ni las riquezas ni los títulos que trae, sino una vida digna al servicio de sus semejantes. De esa manera se presenta como un igual frente a los ya iniciados y con esta práctica, la Masonería desde un principio hace pedagogía en el sentido de que el apego a los bienes e intereses personales son los principales obstáculos para el ejercicio de una fraternidad concebida bajo el signo de la igualdad.
Por otro lado, en el sentido figurado, se describe que los metales representan todo lo que brilla con engañoso destello. Simbolizan los vicios, pasiones, creencias y prejuicios que traemos de la sociedad profana. “El hombre que aspira a ser libre, debe aprender desde luego a liberarse de las cosas fútiles. ” “ … debe aprender a pensar por sí mismo y no seguir, como ciego, el conocimiento y creencias de otros”.
La iniciación es el renacimiento iniciático, o sea la “negación de los vicios, errores e ilusiones, ideas preconcebidas que constituyen los metales groseros o cualidades inferiores de la personalidad para la afirmación de la verdad, de la virtud y de la realidad que constituye el oro puro de la individualidad y la perfección del espíritu que en nosotros se manifiesta a través de nuestros ideales elevados. ” Se deben dejar afuera los valores (metales) que se nos han inculcado en el mundo profano para lograr una amplitud de horizonte intelectual que nos permitan acceder sin estorbos a nuestro estado propio interior, el renacer.
Ya lo expresa claramente el V:.M:. en el ritual de iniciación : ” … Allá, con la imagen de la muerte, quisimos recordaros que, con ella, se desvanecen las fatuidades humanas; como también deseamos indicaros con claridad que, al recibiros entre nosotros, aspiramos a que hagáis de vos mismo un hombre nuevo, a que aprendáis a enderezar con rectitud vuestros naturales ímpetus, a que muráis, en fin, para todo vicio, para toda superchería, para todo engaño. ” y continua ” … En seguida, os quitaron los metales, y vuestras vestiduras están incompletas y desarregladas. Todo esto tiende a manifestaros que el lujo es un vicio que debéis combatir en vos mismo, que no debéis juzgar a los hombres por sus apariencias, sino por sus acciones; que, en fin, vuestro juicio no debe descansar sobre exterioridades más o menos engañosas o respetadas, sino sobre la verdad de las cosas.
El acto de despojarse de los metales, como todo lo que nos enseña la Masonería, debe mantenerse en el tiempo. Así, esa reflexión no debe descansar solo en el inicio del ritual de iniciación, sino que debe preceder a cada una de nuestras acciones, siendo de vital importancia realizarlo antes de cada tenida. El separar lo profano de lo sagrado, nos permite ingresar a nuestra cámara de reflexiones antes de cada tenida, retirar los metales en el salón de los pasos perdidos nos prepara para entrar al templo y poder trabajar en nuestro grado con la apertura de mente y espíritu necesarios para recibir las luces propias y en especial de nuestros hermanos en tenida. Nos permite renacer en cada tenida para seguir avanzando en el camino de la búsqueda de la verdad con igualdad, con pureza y con fraternidad. Así, cada vez que nos restituyan nuestros metales, tendrán un nuevo sentido, con mayor vigor e importancia. Una analogía que se me ocurrió mientras realizaba esta plancha, es que los profanos venimos bañados en oro. La Masonería, nos quita ese oro, lo funde y lo pone dentro nuestro para que con el tiempo y el trabajo interno se forje un ser de oro completo, sólido.
En los difíciles momentos que estamos viviendo, tanto de salud, económicos, sociales y emocionales, La Masonería nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de las cosas materiales y valores propios. Hoy como nunca deberíamos ser solidarios con aquellos que debido a esta situación de pandemia se encuentran caídos o desvalidos, somos los Masones los llamados a ayudar a nuestros hermanos y hacerlo extensivo a nuestra sociedad dando el ejemplo y el virtuosismo que nos distingue. Tal como lo expresa el V:.M:. en el ritual de iniciación :” … Hacemos votos en el sentido de que nunca os encontréis en el estado de no poder seguir, señor.. ,*, los nobles impulsos de vuestro corazón. ¡Que las viudas y los huérfanos nunca llamen vanamente a vuestras puertas! Y, desde otro punto de vista, confiamos, también, que el ignorante o el que va descaminado, os encuentre siempre dispuesto a darle un consejo o una enseñanza” . Debemos mantener nuestra tercera obligación del compromiso adquirido en la iniciación con solidaridad y fraternidad ayudando a nuestros hermanos tanto moral como materialmente. Nuestra obligación es usar esos metales que la Orden nos hizo ver con otro prisma, con otros ojos en el bien de nuestra sociedad que hoy y en los próximos meses se enfrentará a una debacle pocas veces vista. Probablemente observemos lo mejor y lo peor de cada persona. Es de esperar hermanos míos, que nosotros saquemos lo mejor nuestro.
Liberado de metales
Liberado metales físicos, el hombre entiende que no puede hacer nada de lo contrario control él mismo; y, más puramente, más fáctico o espiritual.
Liberado metales espirituales, el hombre vislumbra sus raíces, su origen y aceptar visita el interior de la tierra para mejorar conoce y reconoce tu corazón.
En todas las situaciones , dejar tus metales en la puerta es rechazar... Rechazar el exterior en beneficiarse del interior, rechazar lo ajeno a favor de lo propio, rechazar el depresión a favor de la sobrepresión.
Liberado de metales, pesados en la mente y las manos; él ambos logran elevar su espíritu en el cielo y vincularlo a sus raíces en Tierra. De lo contrario, no lo hacemos solo se quitaría una máscara para colocarnos otra mascara.
Alcoseri