Vida diaria
Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada.
La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.
Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco y pusieron en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí.
Antes era un hombre. Ahora soy un propietario
Francisco se muestra muy preocupado por la acción de la Gran Logia de Cuba, al retirarle su reconocimiento masónico , a la Gran Logia del Valle de México
“La búsqueda del Santo Grial no es arqueología. Es la lucha contra el mal. Si el Secreto del Grial cae en manos de los malvados, los ejércitos de la oscuridad marcharán sobre la faz de la tierra.”
Las Escuelas Iniciáticas siempre han buscado como referencia la artesanía como una línea de Trabajo. Por ejemplo hay testimonios en, Siete Flechas(Seven Arrows) y naturalmente en Her-Bak de los Egipcios, que es ejemplar en el sentido de llegar a la esencia de cada artesanía con la sensación y la sensitividad que el artesano;el hombre que hace la artesanía ,debe mantener.
Lo mismo debería ser en los Movimientos,pero lo mismo debería existir en los trabajos prácticos aquí;de albañilería, carpintería, cocina,tapices y alfombras ,etc.,porque entonces ese trabajo práctico podría ser un medio y no un fin.Un medio para llevarme al nivel que me doy cuenta de mis funciones,que me doy cuenta de mis reflejos condicionados,de mi falta de sensitividad,de darme cuenta “cómo” estoy haciendo las cosas
En Masonería sin un verdadero Trabajo será imposible llegar a la verdadera Conciencia de Sí Mismo,excepto por brevísimos flashes que puedo tener en algunas ocasiones.Pero este flash es como encontrar dinero en la calle;puedo decir que lo encuentro pero no cómo lo encuentro.
Para nosotros todo el trabajo es en realidad llegar intencionalmente y por un auténtico esfuerzo consciente.Labor Consciente,a esta zona de nosotros mismos.
Tal vez ustedes se han dado cuenta que la sensación es indispensable para un relajamiento auténtico.Muchas veces nos olvidamos de esto y se hace un relax mecánico que justamente que justamente la gente llama diciendo”se afloja uno” y llega al nivel mecánico donde no hay sensitividad,no hay sensación.El relajamiento es la condición sine quanon,para una meditación auténtica.
Todos los movimientos auténticos de la India,Japón,China transmiten esto.Pero en Occidente ,han transmitido la forma exterior,la que la gente llama Meditación Trascendental y Super-Trascendental y Dinámica,no es Meditación realmente porque les falta justamente esta zona de sensación y relajamiento consciente.No lo digo yo,sino por ejemplo un hindú Shri Atmananda ha insistido mucho en esta forma.Donde vemos lo cercano de la sensación y también lo trascendente que es,está intimamente ligado a la posible transformación de la energía y del Ser.
Cómo un Masón llegó a obtener el Gran Conocimiento
Había una vez un hermano masón llamado Horacio Pilares que decidió que necesitaba encontrar el gran conocimiento masónico. Y partió en su búsqueda, dirigiéndose a muchas Logias.
Al llegar a una de tantas encontró a un masón muy sabio y, dijo: "Q:. H:. Mario Erneste, eres un Masón muy sabio! Permíteme poseer una parte de tu conocimiento, para que pueda hacerlo crecer y convertirme en un masón de algún valor, pues siento que no me he desarrollado masónicamente ."
El Mario Erneste contestó : "Puedo darte conocimiento a cambio de algo que yo necesito. Ve y tráeme un mandil masónico con poderes mágicos, te daré los datos de como confeccionarlo y que materiales usar, pues debo dárselo a alguien, quien así podrá continuar nuestro masónico trabajo sagrado."
Fue así como el Masón Ernesto Pilares partió de nuevo. Llegó a un sastre y dijo al dueño: "Confeccióname un mandil con estas características, pues debo dársela a un hermano masón que me dará conocimiento. El necesita un mandil mágico para entregársela a alguien que podrá así continuar nuestro masónico trabajo sagrado."
El sastre dijo: "Estás describiendo tu situación, el trabajo del masón sabio , y las necesidades de usar ese extraño mandil que me describes . ¿Qué hay de mi? Yo necesito primero me consigas esa tela mágica para poder fabricar el mandil . Tráeme de esa extraña tela mágica y te ayudaré."
De manera que el masón Ernesto Pilares partió en búsqueda de alguien que le pudiera vender tan extraña tela. Cuando llegó a la choza de una costurera le dijo: "Costurera, dame de esta tela. La necesito para que un sastre quien así me confeccionará un mandil masónico , mandil que daré a un Maestro Masón muy sabio, que a su vez el mandil se la dará a un masón que deberá hacer nuestro trabajo sagrado en Logia. A cambio, yo obtendré lo que quiero: el gran conocimiento masónico." La mujer costurera respondió inmediatamente: "Tú necesitas tela , pero ¿qué hay de mí? No me interesa tu charla acerca de ti, de tu sabio maestro , de tu sastre , ni del masón que necesita un mandil mágico . ¿Qué hay de mí? Yo necesito de un hilo mágico para hacer esa tela mágica . Consígueme un poco y tendrás tu famosa tela ." De modo que Ernesto Pilares se piso en marcha, hasta encontrar un pastor de ovejas , a quien contó sus necesidades. El pastor de le dijo: tu necesitas lana para hacer hilo "¿Qué hay de mí? para comprar conocimiento, yo necesito oveja mágica para proveer tu lana.
Consígueme esa oveja mágica y te ayudaré."
De manera que el hombre se marchó en búsqueda de alguien que vendiese una oveja mágica . Cuando encontró a tal persona le contó sus dificultades y el hombre dijo: "¿Qué sé yo de conocimiento masónico, o de hilado de lana , o de mandiles? Todo lo que sé es que cada uno parece cuidar sus propios intereses. Hablemos, en cambio, de mis necesidades, y si tú puedes satisfacerlas, entonces hablaremos de esa oveja mágica , y tú podrás pensar todo el tiempo que quieras sobre el gran conocimiento masónico." "¿Cuáles son tus necesidades?" preguntó el Masón Ernesto Pilares al vendedor de ovejas.
"Yo necesito un corral donde guardar mis ovejas de noche, pues se están extraviando por los alrededores. Consígueme un corral, y luego pídeme una o dos ovejas mágicas."
De modo que el masón Ernesto Pilares partió en búsqueda de un corral. Sus averiguaciones lo condujeron a un carpintero que dijo: "Si, puedo fabricar un corral para la persona que lo necesita. En cuanto a lo demás, podrías haberme ahorrado el tener que escuchar los detalles, pues simplemente no tengo interés en mandiles masónicos o conocimiento u otras necias cosas que comentas . Pero tengo un deseo y te convendría ayudarme a conseguirlo, de lo contrario no te ayudaré a conseguir tu corral."
"¿Y cuál es ese deseo?", preguntó el Masón Ernesto Pilares.
"Yo quiero casarme con una mujer que todas las noches sueño y parece que no sé cómo encontrarla, pero ahora te la describo al detalle. Procúrame a esa mujer de mis sueños , y entonces hablaremos sobre tus problemas."
De manera que el Masón Ernesto Pilares se marchó, y después de hacer exhaustivas averiguaciones, y dar descripciones de las señas particulares de la mujer, encontró una monja que dijo: "Conozco una mujer joven cuyo único deseo es casarse con ese hombre que conoce solamente en sueños, ella es exactamente como la que describes, y ese carpintero es como ella lo describe . De hecho, ella ha estado toda su vida pensando en él. Debe ser alguna suerte de milagro que él realmente si exista, y que ella logre saber de él, por medio de nosotros. Preguntó la monja ¿Pero qué hay de mí? Cada uno quiere lo que quiere, y las personas aparentan necesitar cosas, o desear cosas, o imaginan que necesitan ayuda, o realmente quieren ayuda, pero no se ha dicho nada aún sobre mis necesidades."
"¿Y cuáles son tus necesidades?" preguntó el hombre.. "Quiero solamente una cosa", dijo la hermano monja. "Y la he querido toda mi vida. Ayúdame a conseguirla, y será tuya cualquier cosa que yo posea. Lo que yo quiero, ya que he experimentado todo lo demás, es el verdadero conocimiento, y añadió la monja, creo que tú y yo buscamos exactamente lo mismo ."
"Pero no podemos obtener el conocimiento sin el Mandil Masónico mágico ", dijo Ernesto Pilares.
"No sé lo que el conocimiento verdadero es, pero estoy segura de que no es un mandil ", dijo la monja. "No", contestó nada el Hermano masón Ernesto Pilares, dándose cuenta de que debía ser paciente, "pero con la joven para el carpintero podemos conseguir el corral para las ovejas. Con el corral para las ovejas podemos conseguir la lana , luego el hilo , luego hacer la tela, con la tela hacer el mandil y listo. Con la oveja podemos conseguir el hilado. Con el hilado podemos conseguir el Mandil . Con el mandil podemos conseguir el conocimiento." "Me suena absurdo, y en lo que a mi respecta, no iré a esos extremos", respondió la monja. A pesar de las súplicas del masón, la monja lo obligó a retirarse del convento .
Tantas dificultades y la confusión que éstas le produjeron al Masón Ernesto Pilares, que le hicieron casi renegar de su suerte y dejar todo . Se preguntaba si podría usar el conocimiento, cuando lo obtuviese, y se preguntaba por qué todas esas personas pensaban únicamente en sus propios intereses. Y poco a poco comenzó a pensar solamente en cómo conseguir ese mandil masónico mágico .
Un día el Hermano Masón Ernesto pilares erraba por las calles de un pueblo de mercaderes, platicando su situación con las personas. Cierto mercader llamado José lo oyó, y se acercó más para escuchar sus palabras, Ernesto Pilares decía: " Necesito de un mandil masónico mágico y consagrado para entregarla a un Sabio masón , de modo que otro masón más pueda hacer el sagrado trabajo masónico. El mercader se dio cuenta de que había algo excepcional en este errante viajero, y se dirigió a él:
" Masón errante, no entiendo tus palabras, pero tengo profundo respeto por una persona como tú que busca el conocimiento, y que se ha embarcado en el Sendero de la Verdad. Ayúdame por favor, si quieres, pues yo sé que las personas del camino Masónico , que cumplen una misión especial para bien del mundo,"
El viajero masón Ernesto Pilares levantó la vista, y vio la angustia en la cara de José el mercader, y le dijo: "Estoy sufriendo y he sufrido. Tú, indudablemente, estás en apuros, pero yo nada tengo. Ni siquiera puedo conseguir un poco de hilado de lana cuando me hace falta. Pero pídeme haré todo lo que pueda."
"Sabrás, Masón afortunado", dijo José el mercader, "que tengo una única y hermosa hija. Ella está sufriendo de una enfermedad que la ha hecho languidecer. Ven a verla y quizá puedas curarla con la magia curativa de los masones ."
Era tal la angustia del hombre y tan grandes sus esperanzas, que el masón viajero lo siguió hasta el lecho de la joven.
En cuanto ella lo vio, dijo: "No sé quién eres, pero siento que quizá puedas ayudarme. De todos modos, no hay otra persona. Estoy enamorada de tal y tal persona que solamente veo en mis sueños." Y describió a la perfección al hombre a quien el viajero había pedido que hiciese el corral para las Ovejas.
Tu hija quiere casarse con cierto respetable carpintero a quien yo conozco", le dijo a su padre José el mercader. El mercader estaba jubiloso, pues había pensado que la charla de la joven sobre el hombre de sus sueños había sido el síntoma, no la causa de su enfermedad. De hecho, había pensado que estaba loca.
El Masón Ernesto Pilares fue con el carpintero, llevándole a la mujer de sus sueños, quien construyó el corral para las ovejas. El vendedor de ovejas le dio algunos excelentes animales; los llevó al trasquilador de ovejas, que le dio lana , que llevó a la costurera, quien le elaboró la tela mágica . Entonces llevó la tela al sastre , recibiendo de él un hermoso mandil mágico . Llevó este mandil al Sabio masón . Cuando llegó a la casa del sabio masón, éste le dijo: "Ahora si puedo darte el gran conocimiento masónico; pues no hubieras podido entender el conocimiento , no sin antes traer este mandil, el trabajo por conseguirlo fue la clave , fue necesario que hubieses trabajado para un propósito superior y no egoístamente solamente para ti mismo."
La "dimensión oculta" de la vida que solamente el verdadero maestro masón conoce dijo el francmasón Mario Erneste , y agregó : que hace que éste induzca a los aprendices de masonería a desarrollarse en base a situaciones y vivencias especiales "Una Masonería Vivencial" y no tanto en base a grados masónicos de oropel, aquí , está bien reflejada en este nuevo cuento masónico.
Alcoseri