Al Encuentro del Secreto Masónico.

Por qué estamos aquí ¿Para qué estamos viviendo todo esto?  Es una gran ventaja no estar obligado a correr miserablemente solamente tras nuestra propia vida profana, cuando se busca la pura vida iniciática, y puedes sentirte agradecido por tener como masón iniciado una buena posición en este sentido para encontrarte contigo mismo, y posteriormente encontrarte directamente con Dios. Si todo lo demás te parece vano y te aburre es porque estás listo para ir a donde hay que ir, es decir, al Reino de lo Superior, ir tras eso que como dicen se esconde paradójicamente dentro de nosotros, y que  por insistencias de no sé quien buscamos siempre afuera, hasta que nos iniciamos masones y se nos hace entender que busca a ese Algo  es dentro de ti mismo, y que todo lo demás te será  aclarado por añadidura. Mientras se espera encontrar a ese  Gran Dios Interiormente, uno puede realmente reventar de desconcierto aquí abajo o mejor dicha afuera  en medio de la indiferencia de los masones que no han comprendido el mensaje masónico, y que sólo alientan las búsquedas vanas, vale decir, razonables para ellos como ocupar un puesto en Logia sólo para lucimiento propio, y obtener grados masónicos si siquiera comprenderlos tan siquiera un poco, otros ejemplos, es encontrar peleas sin sentido entre masones. O sea, ¡toda clase de cortezas muertas! ¿Cómo puede el mundo entero esperar beneficiarse del conocimiento de los hijos de la Viuda, mientras se orienta todo hacia los hijos del diablo y sus obras con buen sabor a escándalo pero que al siguiente día te dan dolor estomacal y que al final sólo engendran la oscuridad mental…? A ratos me pregunto cómo no me volví loco de angustia y pena en esta búsqueda enloquecedora; he necesitado un aguante físico y una templanza moral realmente únicas para resistir y no ser volatilizado de un lado u otro. Y no menciono... las inauditas dificultades respecto a soportar la impertinencia de los hermanos masones que son fanáticos de algún partido político,  fanáticos políticos   que han hecho de la Masonería y de este mundo lugares oscurecidos y feroces que, absurdos fanatismos políticos que hubiesen bastado para derribar a los masones con los criterios más fuertes, pero que nos surge una fuerza para soportarlo todo. ¡Además, vino a ser como trece huevos en una docena, como un cariñoso regalo del Altísimo Gran Arquitecto para alguien a quien quiere! ¿Cómo podrías apreciar algo masónico que te es dado sin pena ni búsqueda?... Dios pone a prueba mucho tiempo a sus elegidos dicen los cristianos... hasta el límite de sus fuerzas y de su paciencia, hasta los límites de la desesperación, me pregunto será así también en Masonería, soportando a los masones impertinentes y fanáticos; a los masones ateos, ateos que como moscas pestilentes se te aproximan tratándote de convencer de lo que ellos solamente dudan y no aciertan. Un hermano masón me dijo hace tiempo algo muy cierto ¿Sabes que sólo algunos masones entre los mayores iluminados de todos los tiempos han obtenido el conocimiento último y posesivo masónico? ¿Sabes que los que sólo se han beneficiado de dicho conocimiento sin poseerlo, también han esperado mucho tiempo y sufrido mil repulsas? Y concluyó;  mi hermano basta con que medites sobre la búsqueda de lo masónico y sus secretos. Dios es consciente,  no es sordo ni tonto pero es exigente y busca a los mejores, así mismo también nuestra madre Logia Masónica, es prudente y paciente, pero al final todo dará frutos. Lo que está en juego en todo esto de lo masónico  es tan fantástico y a la vez tan desquiciado que si tuviésemos plena conciencia de él posiblemente no nos atreveríamos a pedirlo, como ocurre con los que no pueden creérselo por su enormidad e inverosimilitud. Debes necesariamente empaparte de las palabras de los maestros masones, antes de que este jeroglífico empiece a desenredarse en algún lugar dentro de ti. La Iglesia Católica por su parte  actúa sabiamente al prohibir a sus feligreses la búsqueda del secreto del Universo. Es demasiado peligroso, demasiado agotador, demasiado terrible y si Dios en persona no te empuja hacia ello de una manera irresistible y no te inspira directamente, es inútil arriesgarse en el laberinto donde la locura nos acecha y devora 99 veces de cada 100. El secreto está en ti y los auténticos libros sagrados no son sino espejos muy imperfectos en los que puedes reconocerlo meditándolo como un loco. Y, por favor, créeme, ni la erudición, ni la ciencia oficial, ni siquiera la inteligencia consiguen algo, la misma religión no te dará respuestas, sólo la masonería te dará indicios claros del Gran Secreto del Universo, si el Señor del Secreto Máximo no te murmura la cosa al oído. Es demasiado peligroso saber el Secreto me decía un sabio hermano masón, me decía cuando lo tengas no sabrás literalmente que hacer con él, y es el temor lo que repele a los buscadores acostumbrados a las grandes dificultades, a las grandes sutilezas, a los enormes trabajos, pues no pueden creer, por su locura orgullosa, que Dios lo da gratuitamente a sus hijos  quietos  y atentos, que buscan por el medio indirecto de la lucidez mental, un camino hacia no intelectualizarlo, ni  emotivizarlo – sino así simplemente,  Vivirlo desde dentro . ¿Comprendes lo que significa sin perversidad? Ósea de forma Cándida como lo dice la misma Masonería  ¡Sin cortezas! En su sentido esotérico: La búsqueda del Secreto Masónico es idéntica a la búsqueda de la Piedra Filosofal o la del Santo Grial, o el vellocino de oro. En nuestra búsqueda del Secreto Masónico no debemos dejarnos escandalizar por nada ni por nadie, pues podríamos pasar al lado de la revelación tantas veces como nos velaríamos los ojos y nos taparíamos los oídos. Felices los que creen sin haber visto, pues verán y saborearán más que nadie  Alcoseri