El denominador común compartido por todos es que pueden ser dispersados o desintegrados por el poder de la mente. Dicho de otro modo, sólo pueden existir si se lo permite el iniciado , y el mismo acto de temerles sirve para generar las energías de las que se alimentan. Recordemos las pruebas de “Alicia en el País de la Maravillas” con las reinas agresivas: tras haber tenido que hacer frente a las numerosas rabietas, a Alicia se le ocurrió la verdad, evocada en su famosa frase: ¡« ¡No sois todos más que una baraja de cartas!!», Capítulo 12 – LA DECLARACION DE ALICIA, al decir esto Alicia inmediatamente desaparecieron, pues eso es lo que eran. Sin la creencia de Alicia en el poder de las reinas para asumir identidades individuales, eran simplemente piezas de papel impreso.
En la saga de películas y libros de Harry Potter encontramos a los Boggart
Un boggart es un no-ser amortal de forma cambiante capaz de transformarse en la imagen de lo que más teme su espectador. Debido a su capacidad para cambiar de forma, nadie sabe cómo es un Boggart cuando está solo, ya que cambia de forma instantáneamente al encontrarse con alguien. El boggart es una criatura mitológica de origen celta-anglosajón generalmente vista como un duende travieso y que causa problemas en una casa.
El término "boggart" proviene probablemente, de los vocablos bog, "pantano", "ciénaga", "inundación"; y "arte", que daría como resultado "arte fangoso" (comúnmente es considerado como fog, que significa neblina, provocando el arte neblinoso).
En la franquicia de Harry Potter se dice que adquieren el aspecto del peor temor de quien los ve, esto según la idea de J. K. Rowling,
Los «demonios >> de la tradición cristiana no son otra cosa que energías opuestas de otro sistema que deciden mostrarse de un modo infantilmente grotesco. La lógica es un buen aliado durante un encuentro fortuito del tipo menos deseable, aunque un poco de conocimiento oculto tampoco estorba. La fe en uno mismo y integridad es otra poderosa defensiva propia fuerza de voluntad y la sabiduría de la deidad tutelar, que posiblemente ha dispuesto el encuentro a modo de pruebas iniciáticas.
Evidentemente los enemigos del masón , no son siempre seres horripilantes , no siempre serán etéreos. Como ese refrán que decía mi abuela: «los enemigos nos están siempre esperando por la vereda», y la verdad estos enemigos suelen estar en nuestra misma logia masónica.
Siempre evite el error de recorrer el camino iniciático masónico con ideas firmes sobre los problemas que puede encontrarse ahí , pues con toda seguridad el mismo sistema sacará de su camino lo esperado, para que los problemas pensados no se materialicen, y lo que aparezcan otro tipo de problemas y de modo terrible le coja por sorpresa.
Teniendo en cuenta todas estas cosas, la protección ritual masónica no resulta aconsejable para el masón . Sus armas deben estar siempre con él, y no en una caja bajo la cama, o en un armario cerrado. Las armas personales del masón son las siguientes:
1. Su propia intuición.
2. El Logos masónico que le conecta con la divinidad tutelar.
3. El don que le ha dado personalmente el mismo Egregor masónico .
4. Fe en sí mismo y confianza en sistema masónico , que de una manera u otra le sacara adelante , aun en las perores circunstancias siempre habrá ayuda.
5. Poder de recuperación para levantarse rápidamente tras las inevitables caídas.
6. Lógica y Razón para utilizar la intuición de manera sabia y equilibrada.
7. Una brújula psíquica de confianza, cuyo «polo magnético» sea siempre el Oriente y no el Norte o Septentrión.
Sin embargo tome siempre en cuenta , que todas las trampas en las que caerá el Masón las habrá fabricado él mismo, y no serán actos perversos de una fuerza opositora exterior. Todo se puede exagerar; la lógica, por ejemplo, que a pesar de todos sus usos positivos tiene también sus contratiempos.
Me acuerdo de la historia auténtica de un masón ateo que, al enfrentarse a una manifestación espectral de una brujería , declaró que como tal cosa no existía debía estar mentalmente enfermo, por lo que él mismo se ingresó en un establecimiento mental, donde no le ayudaron en absoluto, al contrario lo empeoraron . Al quedar fijados en lo que puede parecer seguro, los modos de pensamiento ortodoxos pueden ser muy restrictivos, y tan responsables como la excentricidad o la psicodelia de muchas «locuras>> o rupturas mentales. Por otra parte, el rechazo de la convención por sí misma, sin pensar en su validez ética, es igualmente extúpyda. En general, el modo más seguro de tratar con los fantasmas, egocentricidades e inseguridades de la propia mente es mantener una buena disciplina, pero abierta siempre a las sugerencias y consejos.
Como el Camino iniciático masónico en grupal y es a la vez en solitario, ¿qué se le puede aconsejar al Iniciado que se encuentra frente a una aparición indeseable que parece quitarle lo mejor de sí mismo? El miedo es el peor enemigo del Iniciado; el poder mental es su aliado. En los mundos no materiales rige la mente, lo que significa que quien tenga los pensamientos más fuertes es quien está al mando de la situación. Durante la parte del recorrido iniciático es en mucha parte destinada a «la noche oscura del alma», y los peores miedos surgen de las cabezas más cuadradas y racionalistas. El peor monstruo de una pesadilla desaparece cuando el durmiente despierta, aunque bañado en sudor. Pero las gorgonas y demonios del abismo están siempre dentro de «nuestro ser», y son las que más hieren. Esto varía, evidentemente, de un francmasón a otro. Algunos masones están mentalmente abrumadas por preocupaciones materiales, como problemas trabajo, inseguridad, estatus, etc.; mientras que a otros masones esos valores no les preocupan. Algunos se regocijan con la expresión de una habilidad o arte que, para su horror, una inminente incapacidad amenaza con el de privarles de su zona de comodidad. El estrés es siempre relativo, y la vida iniciática masónica, enfrentémonos al hecho, está llena de situaciones de estrés. En ese caso, dirá usted, todo el mundo sigue una iniciación en algún grado, pues todo ser humano recorre su camino por la vida, y no hay mucha diferencia entre lo que vive un Mason de lo que vive un No Masón. Ciertamente, pero el énfasis debe ponerse en la palabra «calidad». Muchas personas «medias>> (no existen en realidad esas personas, pero permítasenos el término para distinguir entre los que están en el Camino Masónico y los que no) corren a ver a su doctor para que les recete tranquilizantes tras un par de pesadillas, o un encuentro accidental y ligero con un estado de conciencia alterado. Pero esas trivialidades no son nada comparadas con las secuencias mentales que irrumpen cuando la psique llega a los límites de su resistencia durante los estados de alta receptividad que experimenta el solitario masón . El Masón tiene que ascender a solas a las cumbres del máximo ideal masónico, y no me refiero a altos grados otorgados , sino a cristalizar la idea masónica dentro de uno mismo . Muchas manos fraternas se le tenderán durante el camino masónico, hará muchos amigos en logias, encontrará y perderá muchos amigos de su vida profana , y derramarán muchas lágrimas silenciosas en masonería.
La misma Masonería siempre cumplirán su parte de un modo natural, empleando normalmente como vehículo los amables oficios del apoyo fraternal, pero la Masonería no hará la tarea que tú tienes que cumplir por ti mismo. Las tareas serán agotadoras, y los <<> numerosos. Nadie en Logia cogerá las tareas en tu nombre, sólo tu corazón te dirá cómo abordar el problema y qué armas utilizar, y si no puedes con la tarea o la pruebla entonces El Gran Arquitecto del universo que te vigila y protege , te proporcionará la ayuda en el momento adecuado.
Una vez más, una mano divina moverá su pieza en el tablero de ajedrez masónico, y el masón o la francmasona cumplirán con éxito otro <«trabajo iniciático».
Alcoseri