Influencias de la Cábala Judía en la Masonería #1
Para aquellos que quieran detectar la contribución de la Cábala Judía en los rituales masónicos, y aclarar mucho de los aspectos de la Masonería es necesario estudiar a fondo el Mundo Cabalístico Judío, aunque la santa historia cabalística se enriquezca con nuevas leyendas. También debemos volver a una de las principales fuentes del pensamiento masónico: la corriente hermético-cabalística de la que la Francmasonería tomó la mayoría de sus ideas.
Sobre el edificio de la antigua sabiduría se edificó la Masonería , y así, se yergue “el conjunto de todas las cosas”, con una cúpula de dimensiones gigantescas, un sistema filosófico profundo, cuyo ingenio alumbra la totalidad de las ciencias antiguas, prestándonos aquel carácter de síntesis por el cual se sintieron atraídos los masones fundadores de nuestra Augusta Institución Masónica. Pero, no solamente la Masonería , y Sea cual fuere el ramo del antiguo saber de que nos ocupemos, sea cual fuere el autor a quien consultemos, siempre daremos con los rastros de aquel sistema llamado Cábala . Sus doctrinas formaron, no sólo las opiniones y convicciones de los hombres, sino su mismo modo de pensar, y por eso sólo podremos comprender la mentalidad de los antiguos cuando saquemos en claro, por lo menos, los principales problemas de ese sistema fundamental. Es esta la de estudiar la Cábala una tarea muy ardua, pero que nos da resultados asombrosos . Ya el nombre del sistema, cábala, es para el ser humano moderno un concepto bastante vago. Para unos, es una enmarañada colección de indicaciones sobre cómo sacar buenos resultados en el futbol -Las cábalas dentro del fútbol son clásicas, todos en este mundo tenemos una, amateurs o profesionales. Ya sea tan fácil como entrar con el pie derecho, persignarse o tocar con la mano el césped. Hasta algunas más complejas, cómo besar los palos de las porterias, guardar una camiseta especial bajo la del equipo o dar marometas antes de entrar (en serio). Incluso hasta para ver un partido tenemos cábalas o ritos futbolisticos.; para la gente de esta laya, cábala y maquinaciones futbolísticas son una misma cosa. Otros, por confundir la cábala con las supersticiones , creen que comprende "esos embrollos de ideas y ejercicios supersticiosos contenida en los libros de encantamientos y otros mamotretos".
Una minoría de gente culta la considera como una mística hebrea, que se difundió en Occidente durante la Edad Media. Y hay, por último, unos pocos que ven en ella el resultado de una antiquísima tradición que, en los tiempos de la Antigua Caldea o Babilonia , tocó en suerte de ser transmitida al pueblo judío y se transmitió, dentro del mismo, de generación en generación.
Tampoco se trata ahora, de considerar la interesante pero muy poco comprendida cuestión de la relación entre el propio judaísmo y la pertenencia a la masonería, ya que entre masonería y judaísmo no hay una relación más que de amistad , pero ninguna conexión política o religiosa con nuestros hermanos judíos.
No se trata de examinar aquí la teoría de la Conspiración de la « Judeo-Masonería » y las fantasías desarrolladas a partir de esta noción por los antimasones desde al menos finales del siglo XIX hasta nuestros días, ya que en Masonería no conspiramos contra nadie , ni contra ninguna nación o religión,
Sin embargo, en lo que respecta a la relación entre la herencia hebrea en Masonería, tanto cultural como espiritual , si existe , por un lado, y la masonería, por el otro, surgen unas primeras preguntas. ¿Fueron judíos los que diseñaron los ritos y liturgias masónicas?
Lo cierto es que sólo la cábala judía ha llegado hasta nosotros en forma de un todo más o menos orgánico, y a esta vinculación masónica con la Cábala Judía se debe el hecho de que en los templos y rituales masónicos hay muchas huellas de esta idea cabalística, y ya durante largo tiempo, la cábala junto con la Masonería fuesen sospechadas y desechadas, y que aún hoy, y hoy más que nunca, cualquier rastro que de ellas se halle como tema conspirativo de la Ultra Derecha.
La cábala judía se halla en la religión o metafísica de otros pueblos, sea considerado como mácula de esta religión o metafísica. Quien -por una concepción puramente nacionalista- así opina, desconoce el hecho de que, además de la cábala judía, hay otra cristiana; es más: hay una cábala de cada religión, de cada pueblo y de cada país. Si la cábala fuese un producto exclusivo del espíritu hebreo, habría que admitir que los judíos son los dueños legítimos de este saber milenario - pues que los judíos son el conjunto del pueblo de las doce tribus-, habitaron desde tiempos inmemorables, en todas partes del mundo e iniciaron en la metafísica a cuantos pueblos había en el planeta, así que la Masonería no es la única influenciada por la Cábala Judía, sino también el Catolicismo, el Protestantismo , y toda las demás sectas y religiones cristianas .
Lo cual es poco probable; y cuando estudiamos las fuentes históricas -, tenemos que descartar esa hipótesis por desacertada. Más convincente y confirmada por las fuentes históricas, es la opinión de que o todos los pueblos concibieron, cada uno por sí solo, ideas cabalísticas, o todos ellos, incluso los hebreos, recibieron esos conocimientos de una fuente común , que fue el pueblo Caldea , ya que recordemos que Nuestro Padre Abraham nació en Mesopotamia , más concretamente la Ciudad Caldea de Ur.
Por todo esto lo cierto, porque no se puede negar que dichas ideas se encuentran en todas partes del mundo. En otras ocasiones en los foros masónicos internet , hemos expuesto cómo, a lo largo de un pasado remoto , surgió una idea de interpretar la realidad con códigos y la Cábala es al menos la manifestación de esta idea interpretativa . Cada vez, una escuela de misterios iniciáticos resumió todas sus experiencias, nociones y conocimientos, y los divulgó, en forma de una síntesis, entre los más entendidos y que, a su vez, después de su advenimiento, expusieron aquel saber, ampliado por su propio genio literario , pero antes solamente fue de boca a oído .
Hace 12 mil años en Göbekli Tepe , un pueblo cuyo nombre ignoramos y de quien las fuentes sólo indican que lució bolsos , emprendió una grandiosa expedición de conquistas y estableció la hegemonía de la raza pre-semítica , que extendía su dominación por todo el sur de Europa, el norte de África y gran parte de Asia. Aquel pueblo, fundador del Imperio del primer imperio , no sólo creó un estado unido, con instituciones coordinadas y unificadas, sino que, agregando al saber heredado el aporte de su propia raza, formuló una nueva síntesis. La superioridad de ésta y de sus aplicaciones prácticas en todos los aspectos de la vida individual y en la colectividad, aseguró a ese imperio una estabilidad que duró más de 10 mil años , y sólo hacia 3200 a. J. C., a raíz de un cisma, aquel estado modelo empezó a decaer y se dividió luego en distintos dominios, ya ortodoxos, ya partidarios del cisma. Ese desarrollo produjo sangrientas luchas, y puede decirse que todavía no ha llegado a su término.
Con objeto de resolver ese terrible dilema, surgieron, de lance en lance, reformadores empeñados en armonizar la síntesis del imperio de Göbekli Tepe con la nueva situación, prometiéndose de ello el regreso de los pueblos a la felicidad y paz del antiguo imperio. Estas reformas son las religiones de los pueblos históricos, y los caracteres comunes a todas ellas, que siempre han llamado la atención de los teo-filósofos, se explican precisamente por ese origen de las religiones como renovaciones o, si se quiere, reencarnaciones de la síntesis espiritual del Imperio de Göbekli Tepe. Es, por otra parte, un hecho que todas las prehistóricas comprenden el culto propiamente dicho, que está destinado para el público, y una esotérica reservada para un reducido número de hombres escogidos; esta esotérica, que sólo era transmitida de palabra y bajo el sello del secreto, constituye la fuente de que brotó la cábala. No puede, pues, extrañar que en cada uno de los países de China, la India, Caldea, Egipto, Grecia y Roma, se haya descubierto una cábala análoga a la judía. Es que todos estos pueblos fueron partes integrantes del antiguo Imperio de Göbekli Tepe y, por tanto, partícipes de sus síntesis exotérica y esotérica, de ahí que, sin ayuda de los datos cabalísticos, no alcancen a comprenderse sus mitos, sus sistemas metafísicos y sus actos religiosos. De lo contrario, puede uno incurrir en graves errores como, por ejemplo, el de tomar por tontos, ignorantes, supersticiosos y rezagados, a todos aquellos pueblos que, en realidad, fueron grandes, gallardos y poderosos, que fueron urbanizadores y crearon instituciones estables y lógicas. Con todo, el tan importante estudio de la cábala quedó abandonado, ya por aquel prejuicio nacionalista, ya por lo verdaderamente intrincado y dificultoso de la materia, que no tarda en desalentar aún a los estudiosos y que indujo a los rabinos de la Edad Media a prohibir el iniciarse en tales estudios a las personas que no habían cumplido los cuarenta años de edad.
Etimológicamente, la palabra cábala quiere decir tradición recibida de palabra. Hasta la Biblia llamada de Esdras, que no es sino una recopilación de textos antiguos hecha ya en una época muy posterior, y no sin cierta arbitrariedad y tendencia, habla claramente de aquella tradición oral, cuya existencia es negada por la mayoría de los rabinos, simplemente porque quieren evitar que se le reproche al judaísmo el apoyarse, no sólo en la Ley Escrita, sino en otra distinta, mantenida en secreto precisamente por su carácter peligroso. Y es que en la Biblia está escrito que Dios ordenó a Moisés que mandara dormir en el Tabernáculo a 70 -según otra versión, 72- hombres escogidos, y prosigue la Biblia diciendo que Dios tomó del espíritu que estaba en Moisés, y púsolo en los durmientes, lo cual quiere decir, en buen romance, que Moisés inició a aquellos hombres. Pues bien; Azarsiph, sacerdote de Osiris, nieto de Ramsés II, conocido de todo el mundo por su nombre de iniciado egipcio, Moscheh o Moisés, que es la forma griega, y que significa "el sacado del agua" o sea "el bautizado", fue uno de los últimos a quienes los templos habían confiado la completa iniciación y, con ella, la tradición integra, el saber de los gloriosos tiempos de Göbekli Tepe , el conocimiento de la síntesis. Para que este saber no quedara sepultado en el océano de los tiempos, lo encerró, bajo el sello de hierogramas incomprensibles sin las claves correspondientes, en los cincuenta capítulos de su libro, se creó en el pueblo hebreo un baluarte viviente para su secreto de valor inestimable, y entregó las claves a los setenta que hubieron de guardarlas fielmente y de transmitirlas cada vez a los mejores. Así se explica lo relativamente sistemático de la cábala judía.
De ahí, también, su aplicabilidad a todos los órdenes del humano saber, puesto que es como la resonancia, perceptible aún hoy, de la más grandiosa síntesis que la humanidad ha producido y que nos habla, a nosotros, al cabo de 12 mil años, de la sabiduría de nuestros antepasados. Podemos cotejarla, ante todo, con las sagradas escrituras de todos los pueblos civilizados, ella nos revelará su significado oculto, místico. Podemos considerarla, luego, como una teosofía, ya que los más eminentes de sus discípulos se llamaron "iluminados por la luz divina". Por su método de hablar en imágenes, se nos presenta como una filosofía simbólica, y como comprende hasta una teoría de la ascética espiritual, es una teología mística. Su tema propiamente dicho, la revelación de los misterios, le imprime el carácter de una mitología, y como sus principios se aplican a las distintas categorías sobre las cuales obra la inteligencia humana, se derivan de la cábala una ciencia médica y una estética. Aquí nos enfrentamos con una doctrina de los espíritus limpios y los inmundos, más allá nos hallamos en la esfera de la magia, y cuando consultamos a la cábala desde el punto de vista estrictamente físico, nos da por respuesta una teoría de los cuerpos, de sus formas y de los movimientos de los globos celestes, y este aspecto de la cábala no es, por cierto, el menos interesante. Es, por último, una gnosis, una teofilosofía, y este hecho Viena a ser confirmado por el consejo que el Talmud da a quien se dedican al estudio de la cábala: aceptar la tradición sin renunciar al derecho de reflexionar.
Alcoseri