Los cuerpos celestes que nos muestran una organización cósmica evidente son las galaxias; el universo está ordenado con racimos de galaxias que se agrupan en cúmulos por efecto de su gravedad, y forman supercúmulos de galaxias que resplandecen en los cielos.
Nuestra galaxia pertenece a una estructura relativamente joven, llamada el "grupo local", que abarca cerca de 40 galaxias; y a la vez pertenecemos una estructura aún mayor llamada "supercúmulo de virgo".
Nuestro sistema solar gira en torno al centro de la galaxia donde se presume que existe un agujero negro supermasivo denominado Sagitario A*, al que le damos una vuelta cada 226 millones de años
En efecto, las galaxias agrupan cientos de miles de millones de estrellas, y cada una de estas estrellas está organizada en forma de sistemas planetarios. Nuestro planeta está, a su vez, organizado en naciones, por lo cual inferimos que si existen otros planetas habitados, estarán organizados en “clanes”, o tribus, o poblados, o naciones.
Podemos ver las galaxias como los “tronos”; como las primeras entidades administrativas dispuestas en el universo.
Daniel 7 dice en medio de una visión del “mar” del celeste:
9 “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
10 Un río de fuego [nejar di nur] procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían; y millones de millones asistían delante de él; el juez se sentó y los libros fueron abiertos”
Este episodio nos narra una ceremonia solemne y tiene “simetría” con la visión que ofrece la Biblia en Apocalipsis 4, donde 24 tronos ocupados por reyes antiguos rodean un trono central, ocupado por UNO cuya apariencia es como los resplandores de cristales preciosos.
El trono del que habla Daniel tiene “ruedas” y es como llama de fuego.
Debemos acomodar lo espiritual a lo espiritual para entender que un trono es “llama de fuego”; si este trono está establecido sobre conocimiento de lo alto, para ejercer juicio.
En la Biblia una y otra vez se aplica este símil del fuego con relación al conocimiento de lo alto.
Si el trono tiene “ruedas” como fuego ardiente significa que se mueve (ministra, asiste, dispensa) en la justicia del conocimiento Divino y en el reconocimiento de la soberanía de Dios.
Un río de luz procedía y salía delante de él, “un caudal (una tradición, una memoria) de conocimiento y sabiduría” procedía de él (tenía su origen en la honra y la gloria del ocupante del trono), y salía (era entregado) a los presentes.
¿Tiene alguna relación este trono con el orden sideral “galaxia”?
La galaxia “Vía Láctea” es nombrada por los hebreos nejar di nur literalmente Río de Luz y en este contexto “luz”, “fuego”, “conocimiento” están ligados en la comprensión de la misma idea.
El siguiente análisis de la palabra “or” , y otras palabras a las que da origen, nos muestra razones para pensar que la sola palabra (or) multiplica el significado del texto bíblico donde aparece:
or luz, aclararse. ori luminoso.
oriut luminosidad. orian estudio, enseñanza, doctrina. orianut erudición, sabiduría.
Tiene sentido que las galaxias estén regidas (gobernadas, custodiadas, dirigidas) por un trono (un rey-sacerdote de la genética “hombre”).
Nuestro planeta fue “asignado” a un “príncipe” (Ezequiel 28), que más adelante se rebelaría envaneciendo un sector de la creación en caos y soledad.
Los 24 reyes-sacerdotes que conforman la Asamblea del Altísimo (Salmo 82: 1; Apocalipsis 4 son seres humanos (de la genética “hombre”), son como ancianos (llenos de sabiduría), vestidos de blanco (justificados) y tienen coronas (son reyes), sobre sus cabezas (vigentes), de oro (puestos por Dios).
Salmo 82: 1 “elohim nitzeb be edet EL bekareb elohim ishpot” dioses presentes en asamblea Altísimo en medio dioses juzga
Son muchos los testimonios bíblicos que nos hablan de un organigrama universal, donde seres de la genética “hombre” ocupan los “cargos administrativos”, Inclusive, Jesús escoge 144.000 varones de entre las tribus de Israel (Apocalipsis 7: 4; 14: 1; 14: 3), los cuales se presentan en los cielos, “El monte de Tzión”, como “cuerpo administrativo” del Señor.
“…pues no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores del mundo de las tinieblas, los que tienen espíritu de maldad en las regiones celestes”. (Efesios 6:12).
La palabra que usa el apóstol Pablo para referirse a los “dominadores de las tinieblas” “cosmocrátoras” son los gobernadores del cosmos.
(Basado en las notas del maestro Ignacio Gómez Yackovich)