Desde un punto de vista alquímico, cada herramienta y por tanto cada oficial está asociado a un elemento del trabajo.
Azufre por tanto se asocia al VENERABLE MAESTRO .
Sal al nivel, por lo tanto, se asisia al 1 vigilante .
Mercurio por tanto se asocia al 2º vigilante .
Para que se produzca la Transmutación es necesario superar nuestras pasiones y someter nuestras voluntades, por tanto anular las tensiones.
¿Cómo logramos esto?
En primer lugar, en las columnas, el Masón concede gran importancia a su postura que debe favorecer la relajación.
"¿Cómo se hacen los movimientos de los Masón es? Por escuadra, nivel y Plomada ."
Entonces, espalda recta, columna vertical, piernas y muslos formando escuadra, manos en los muslos, brazos, torso y muslos formando un triángulo de escuadras , a esto en Masonería se la llama técnicamente el Sentado Tipo Faraón. Así los flujos de energía circulan armoniosamente de arriba a abajo: las tensiones desaparecen.
¿Dónde deshace las tensiones el Masón ? de lo contrario, en el Centro, el punto donde las tensiones se anulan entre sí.
Esto es lo que el Maestro de Ceremonias expresa a la Logia al pasear por el Pavimento de Mosaicos ajedrezados . Esto es lo que indica el Maestro de Ceremonias al señalar con su vara el Centro del Pavimento Mosaico en la apertura de la obra.
Desde una perspectiva espacial, la Logia tiene 7 puntos geométricos bien definidos . Por tanto, el Centro se sitúa en la intersección de estas 6 direcciones:
1 Cenit- 2 Nadir.
3 Septentrión - 4 Mediodía
5 Occidente - 6 Oriente
7 Centro o Centrum
Por tanto el punto central, está en el Ara Sagrada de la Logia .
La Sacralización del Espacio que tiene lugar al inicio de las obras conduce también a la sacralización del tiempo ya que la Logia es una representación del Espacio-Tiempo.
Acceder al Centro, al punto de ausencia de tensión, es también acceder al tiempo sin tensión, a un Tiempo inmóvil, sin Pasado, sin Futuro: el Eterno Presente: la Eternidad.
El Centro es, por tanto, el punto de cruce que permite un cambio de estado, una salida del Tiempo y del Espacio: de lo temporal a lo intemporal, de lo finito a lo infinito y de lo material a lo espiritual. El centro es el punto que esta a mitad del camino entre dos extremos.
Este es el desafío de la iniciación y de todo el programa masónico que es, liberarse del Tiempo del Mundo Profano, Trascenderlo o NO dejarse dominar por él.
En Imágenes y Símbolos se describe este no tiempo de la siguiente manera:
“Trascender el Tiempo profano, redescubrir el mítico Gran Tiempo equivale a una revelación de la realidad última”.
Un tiempo que invierte los valores humanos rehabilitando la inteligencia del Centro, es decir la Inteligencia del Corazón en detrimento de la inteligencia racional, aquella que no necesita palabras para expresarse.
Accediendo al Centro, nos damos cuenta de la unión de opuestos y complementos y de la fusión de todo lo que nos desune: nuestras pasiones. Esto es lo que llamamos reconciliarnos con nosotros mismos.
Estamos así reunificados, y esta reunificación es también una reorientación hacia la Unidad.
Esta salida del Espacio-Tiempo nos lleva a tomar conciencia de nuestra dimensión cósmica.
Cargados individualmente de esta energía alimentada por el Principio, debemos imperativamente multiplicarla y distribuirla: este es el milagro de la Cadena de Unión.
A través de la Cadena de la Unión , los masones se unen en Fraternidad, el masón se une al otro masón , a su prójimo, así a otro masón y a su vez a otro masón, hasta alegóricamente completar a todos los masones del universo, en un abrazó único.
Después de haber realizado su totalidad individual, juntos realizan una totalidad que los excede pero a la que contribuyen activamente, la nutren y son nutridos por ella.
Es el momento del compartir, es la realización de la Caridad, el momento donde el Amor fraterno inunda cada masón . Esta cadena de Unión forma un círculo alrededor del Centro, lugar de la presencia del Principio en el mundo manifestado.
Bien orientado, todos los masones pueden comunicarse con él en este momento, así el Hermano, la Hermandad y el Principio están conectados.
Entonces, cada uno de nosotros toma consciencia de nuestra dimensión divina, cada uno se siente parte de un Todo que lo trasciende y que cada uno contiene todas las características de esta Totalidad.
Así sometemos nuestra voluntad al Gran Arquitecto del Universo por tanto a nuestros deberes resultantes de la Regla, y la expresión de esta Regla, este compartir experimentado en la cadena de unión, esta transmutación de Sabiduría-Fuerza y Belleza en Paz-Caridad y Alegría, esta Gran energía que nos reanima se llama Amor Fraternal .
Una vez que las cadenas de nuestras pasiones han desaparecido, finalmente somos libres y con la Regla escrita en nuestro corazón podremos actuar.
“Ama y haz lo que quieras”, decía San Agustín en el frontón del templo de Thélème (Thélème significa voluntad en griego. "Ama y haz lo que quieras" no es invitación al libertinaje, sino a la responsabilidad de Amar.
Sí, mi hermano, el Amor es liberador y finalmente nos permite hacer nuevos avances en MASONERÍA .
Lo único que nos queda es hacer: “Hágase la voluntad de Dios”.
Hemos visto que el colofón cada Tenida Masónica es el descubrimiento del Amor:
Asi, del Otro yo mismo a través del reenfoque de cada persona.
- del Otro hombre:, mi prójimo.
- del Otro que está en mí: en el Principio.
Así fue como el laico tuvo fe al entrar en los caminos de la iniciación, el iniciado consolidó su esperanza, convirtiéndose en un adepto encontró el Amor.
En la perspectiva de realización que ofrece la REAA: conocimiento, amor, acción, toma conciencia de la necesidad de implementación.
La construcción del Amor Fraterno es el propósito del Masónico Ágape, una extensión esencial del conjunto.
La Fraternidad iniciática, que tiene su origen en el Espacio-Tiempo sagrado, es de naturaleza diferente a la fraternidad profana. Ella es la manifestación del Amor-Aguapé.
Si el trabajo de la Tenida en la Logia nos ha dado un vislumbre de esta Luz que es Amor, el Ágape la difundirá en el mundo de la materia.
Liberará así este mundo material haciendo el ágape un Espacio-Tiempo único de Libertad y Tolerancia, donde todo podrá ser dicho, comprendido, siempre y cuando todo sea dicho u oído con Amor.
Así el Espíritu espiritualizará la materia: lo Alto se casará con lo Bajo, es Com-Unión. es decir unión con.
Ágape es, por tanto, la celebración de la Boda de nuestras dos naturalezas: la material y la espiritual.
Por tanto, es de naturaleza alquímica. Realiza Solve y Coagula: separación-disolución y reunión-coagulación.
Al respecto, Jung nos explica que los pares de opuestos trascienden la conciencia” del latín trans-cendere que significa elevarse pasando más allá.
La experiencia del Amor proyecta la comprensión más allá de lo racional: a través de la experiencia accedemos a la comprensión inmediata y total sin intervención de la razón.
En Logia un masón alguna vez dijo : “Si habéis estado unidos a La Luz, ella misma os enseñará todas las cosas, os revelará todo lo que es importante de
aprender de otra manera más concreta que a través de las palabras. »
Rehabilita la primacía del Corazón sobre la Cabeza, es portador de Luz y por tanto de Vida ya que según el Prólogo de Juan:
“en ella estaba la Vida y la Vida era la Luz de los hombres”
Por tanto, vivir es amar.
Y amar es dar.
El perdón es una de las expresiones del don, no es olvido sino don renovado.