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General: Entendiendo a la Masonería , parte #1
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De: Kadyr (Mensaje original) |
Enviado: 26/11/2024 02:07 |
Entendiendo a la Masonería , parte #1
La Masonería pone más énfasis en la construcción de un templo ideal , que en ir a un Templo a adorar o Glorificar a Dios .
La idea masónica es que construyendo… es que nos construimos a nosotros mismos. Y es que en la observación de la misma Naturaleza observamos que la construcción del Universo nunca culmina; siempre se esta en constante renovación , adaptación , conservación , incluso destrucción y constante reconstrucción.
Incluso se piensa que una vez culminado algo , este algo entra en una degradación que termina en una disolución que termina en una destrucción final , sin oportunidad de renovarse .
“A fuerza de construir el ádyton , me dijo sonriente, creo acabé construyéndome a mí mismo” La palabra griega ádyton significa 'Santuario Interior' o Santo de los Santos.
El ádyton (griego τὸ ἄδυτον; literalmente, «lugar en el que no se puede entrar»; en latín, adytum) es un término de arquitectura que designa en un templo de Antigua Grecia a un espacio reservado para ciertas funciones, la mayoría religiosas. Se trata de una habitación o bien detrás del naos o bien encuadrada en el misma naos, en donde solo podían acceder los sacerdotes. Podía ser también subterráneo (se hablará entonces de cripta) o en cambio realzado sobre un podio.
El conocimiento que permite la construcción arquitectónica debe combinar conocimiento divino y sensitivo; el arquitecto es entonces la “ metáfora ” de lo que “ reensambla ”, no eliminando toda distancia, sino “ reproduciendo ” el orden. Del edificio, él es el mediador, eleva el alma presentando en evidencia la imagen de lo Invisible, es decir la Unidad de una armonía que el albañil no ve, pero que el arquitecto ve a través del ojo interior. (El éxtasis plotiniano, puro movimiento de la inteligencia, se opone radicalmente a la revelación) .
Por tanto, el templo se nos presenta como un todo estructurado y ordenado, que define un espacio sagrado. Una vez terminada, la construcción tiene funciones simbólicas en sí misma, de modo que la mente que discierne puede referirse a ella constantemente. Su forma cuadrada o rectangular, rematada por una cúpula, muestra la relación entre el cielo y la tierra, o entre el Zenit y en Nadir.
Pasar de la desarmonía del caos a la armonía del Orden, de la oscuridad a la luz, del exterior del templo al interior del corazón, ésta es la búsqueda del hombre, desde los albores de la humanidad, hasta la búsqueda de su historia, su presencia en la tierra y su futuro inexplicable.
El hombre del siglo XXI se parece al hombre de todos los tiempos, prisionero de la “ caverna ” que Platón evoca en su famoso mito, de espaldas a la luz e incapaz, sin saber o ya no saber volverse hacia ella. ¿Cómo podemos entonces encontrar nuestro hogar, el significado oculto de nuestra materialidad? Abandonando por un lado nuestra mente selectiva y dualista, redescubriendo por el otro a través del Conocimiento y del Amor el verdadero significado de la Verdad, la Belleza y el Bien, que es para nosotros los Masones contenidos en el templo material masónico, imagen velada y ocultada del Templo ideal.
Así la Masonería aparece, a través de la imagen simbólica del templo, como visión y afirmación de un mundo ordenado y orientado.
Construyan el Templo, construyan al Francmasón:
El objetivo de la iniciación masónica es dar a luz a un hombre nuevo, hacerlo libre y responsable, despojado de sus pretensiones y prejuicios, hacer del iniciado un hombre o mujer despierta y permitirle, mediante una especie de conversión de su inteligencia, de toda su alma, considerar el mundo de otra manera. , para cambiar la naturaleza de su visión del mundo, de los demás y de sí mismo.
Este trabajo tanto en el camino ascendente como en el descendente es esencial para cualquier masón que tenga el objetivo y la ambición de construir su muy propio templo interior , en el sentido más amplio del término. No existe, por tanto, una construcción real del templo sin un Arquitecto en el sentido etimológico del término.
La idea de herramienta, de instrumento, de arché y de tektonicos , conduce a la idea de trabajo, que permite formar el objeto trabajado y, al mismo tiempo, el sujeto trabajador, como es el arquitecto. Eupalinos, fue quien dijo que construyendo, se construyó a sí mismo . Este valioso trabajo, en el centro del trabajo de todo masón, debe ser un instrumento de dominio, de autoconquista, de regulación y orden, y al mismo tiempo, de liberación y libertad: buscamos perfeccionarlo y acercarlo. materia y espíritu, largamente denunciados por el discurso científico. Eupalino (del griego antiguo: εὐπαλῖνος ‘Eupalínos’) fue un arquitecto griego nacido en Megara quien construyó el gran túnel de Eupalino de Samos que atravesaba más de 2.4 kilómetros (en forma de túnel) en la montaña Kastro, construido probablemente en tiempos del tirano Polícrates.
Dentro del panorama del hacernos a nosotros mismos, se usa una analogía haciendo uso de los términos de la economía para acercarse al dominio del espíritu creador. De esta manera, ubica al productor como creador o artífice, el producto como la obra, el lector como consumidor, y a ello se suma la idea de valor, que en el territorio de lo literario concierne a un valor espiritual.
A partir de esta imagen del francmasón como creador o productor, se encuentra una relación que le permite, no sólo hablar de esa “Poética”, del artífice creador, sino de aquellas obras del espíritu o “productos”. La analogía, imagen y metáfora que usa para ello, es la figura del arquitecto masón. El arquitecto como el francmasón hace un uso de materiales, a partir de ellos construye, edifica una obra particular de la que son partícipes los espectadores. De igual forma, el francmasón escribe su obra con el material del lenguaje, que no es un conjunto de palabras de uso coloquial. El francmasón como el arquitecto está en la capacidad de transformar los propios materiales, para dar vida a obras imaginadas.
Valéry, en la figura del arquitecto, reflexiona sobre el ejercicio de creación; el oficio y la disciplina que requiere. En el texto “Victor Hugo: creador mediante la forma”, se señala cómo Victor Hugo era capaz de transformar todo lo que quisiera en poesía y a ello le suma la dedicación en la forma, que precisamente permite: “conservar las obras del espíritu. De la misma manera, el arquitecto hace uso de sus materiales y los transforma en una forma, que también está en la capacidad de aguardar un espíritu, una potencia”.
LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE SALOMÓN
De la destrucción del Templo de Salomón, sólo queda un recuerdo en la memoria de los hombres: un Templo imaginario... un Templo por reconstruir... un Hombre por reconstruir. El trabajo en esta empresa, el avance en este camino, en lo que llamamos el Camino Real, se realiza dentro de una comunidad tradicional cuyo objetivo es tratar de construir y reconstruir constantemente una Fraternidad, siempre esperanzada en el mundo de mañana pero siempre cimentada. entre nosotros, los masones, mediante la Cadena de la Unión. Construir el Templo es construir al Hombre, acompañado de la Sabiduría , sostenido por la Fuerza e iluminado por la Belleza.
“"No te he dado ni rostro, ni lugar alguno que sea propiamente tuyo, ni tampoco ningún don que te sea particular, ¡oh Adán!, con el fin de que tu rostro, tu lugar y tus dones seas tú quien los desee, los conquiste y de ese modo los poseas por ti mismo. La naturaleza encierra a otras especies dentro de una leyes por mí establecidas. Pero tú, a quien nada limita, por tu propio arbitrio, entre cuyas manos yo te he entregado, te defines a ti mismo. Te coloqué en medio del mundo para que pudieras contemplar mejor lo que el mundo contiene. No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni mortal, ni inmortal, a fin de que tú mismo libremente, a la manera de un buen pintor o de un hábil escultor, remates tu propia forma" : PICO DE LA MIRÁNDOLA.) .
La tradición es el ámbito de la transmisión de ciertos conocimientos históricos, culturales y simbólicos; gracias a la tradición comunicamos de generación en generación no sólo una Historia, es decir una cultura y un Mito, sino también un Rito y sobre todo los medios para interpretarlo a través del discurso y la enseñanza mutua. En este sentido podríamos pretender pertenecer a una lejana Escuela de estilo pitagórico... Más modestamente afirmaría que la enseñanza masónica no es un dogma sino un método.
El Mito (Mytos o Mutos = la Palabra) conlleva enseñanza en su aspecto purificado de cuento o fábula; nos devuelve al conocimiento de nosotros mismos en su forma más primitiva... Nos invita a descender a las profundidades de nuestro propio infierno para encontrar el fuego prometeico, esta llama divina que algunos ignoramos y que mal utilizamos a otros: al ignorante la avaricia, la envidia o el miedo; a los científicos el riesgo del orgullo, lo que Oppenheimer (inventor de la bomba atómica) había expresado tan bien y con pesar el día después de la explosión de Hiroshima en estos términos: “ Ese día, los científicos experimentaron el pecado ". ¡Ese día, hermanos míos, no fue un Mito!
El Mito, por tanto, nos restituye como hombre en nuestra desnudez existencial y, por tanto, angustiosa, pero el Rito y la enseñanza masónica son nuestros guardianes (¡el billete de regreso a la introspección, si me atrevo a decir!) : el Rito nos impone una cierta disciplina tradicional que nos evita. perderse en los caminos trillados del error; nos llama a descender a lo más profundo de nuestra conciencia, ciertamente, pero también nos da los medios para escapar de ella; La enseñanza nos convierte en aprendices, pero es sólo para superar mejor a nuestros maestros algún día.
De ahí este regreso a la Madre Tierra, a esta “ Cueva ”, la invitación a meditar sobre nosotros mismos (VITRIOL), seguida del silencio del Aprendiz y luego de la participación activa del Compañero - pero con modestia, rigor y tolerancia- debe conducir al neófito hacia una exaltación de su ser, un verdadero renacimiento simbólico en el plano espiritual. No se trata de adquirir conocimientos superiores en el sentido estricto de la palabra, sino de haber comprendido que yendo hasta el fin de uno mismo, pasando al Negro y al Fuego, rectificandonos, podemos pretender caminar hacia la Luz. .
Así, después del primer sacrificio que consiste en despojarse del " viejo hombre " en el Gabinete de Reflexión , es decir abandonar los propios prejuicios y las propias servidumbres, el enfoque masónico es sobre todo liberador en la medida en que es voluntario y no dogmático.
Alcoseri
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De: Kadyr |
Enviado: 26/11/2024 02:13 |
Entendiendo a la Masonería , parte #2
Hermanos masones y no masones, hoy 23 de noviembre de 2024, me complace iniciar este artículo con una reflexión sobre la Masonería, esa antigua y noble institución que ha sido objeto de fascinación y curiosidad para muchos.
Como maestro masón de la masonería azul del rito Escocés Antiguo y Aceptado, he tenido el privilegio de caminar por el sendero masónico durante 30 años, y he visto cómo esta orden ha transformado para bien la vida de muchos hombres y mujeres.
La Masonería no es una sociedad que esta más allá de lo humano de todos los días, aunque muchos la consideren así, la Masonería es una sociedad completamente humana y que aborda la problemática humana más básica y común, dando solución mediante el análisis y la acción. No es una organización política o religiosa, aunque muchos la confundan con estas. La Masonería es, en esencia, una escuela de moralidad y filosofía, que busca enseñar a los hombres y mujeres a vivir de acuerdo con los principios de la virtud, la justicia y la fraternidad.
En este artículo, intentaremos desentrañar algunos de los misterios y simbolismos de la Masonería, y exploraremos cómo esta orden puede ayudar a las personas a crecer y desarrollarse como seres humanos. Así que, querido hermano o querida hermana que me lees, te invito a unirte a mí en este viaje de descubrimiento y reflexión sobre la Masonería.
Hoy, me complace desarrollar este artículo en su segunda parte con una serie de reflexiones sobre la Masonería, esa antigua y noble institución que ha sido objeto de seducción y asombro para muchos.
La Masonería no es solo una sociedad fraternal, sino una escuela de misterios que busca iniciar a sus miembros en los secretos de la naturaleza y del universo. Nuestros antepasados, los constructores de las grandes catedrales góticas, sabían que la arquitectura era una forma de arte sagrado que reflejaba la estructura del universo y la naturaleza del hombre.
En la Masonería, el simbolismo es la clave para entender los misterios de la orden. El compás, la escuadra, la biblia y la regla son más que herramientas para medir y construir; son símbolos de la armonía, la justicia y la disciplina que debemos cultivar en nuestras vidas. El triángulo equilátero, con sus tres lados iguales, representa la Hipóstasis, la unidad y la armonía que debemos buscar en nuestras relaciones con los demás y con el universo.
Hipóstasis (del griego antiguo ὑπόστασις, hypóstasis, generalmente: «fundamento», filosóficamente: «estado de ser») es un término utilizado en textos filosóficos desde la antigüedad tardía, inicialmente para referirse a la existencia concreta de una cosa. Formalmente, hipóstasis es el estado subyacente o sustancia subyacente y es la realidad fundamental que sostiene todo lo demás. En el neoplatonismo, las hipóstasis del alma, el intelecto (nous) y «el uno» fueron abordadas por Plotino.
El término de origen griego es usado a menudo, aunque imprecisamente, como equivalente de ser o sustancia, pero en tanto que realidad de la ontología o metafísica, puede traducirse como «ser de un modo verdadero», «ser de un modo real» o también «verdadera realidad».
Volvamos a la Masonería
La Masonería también nos enseña que el hombre es un microcosmos, un reflejo del macrocosmos, y que nuestra tarea es buscar la unión con lo divino y la realización de nuestro verdadero potencial. Esto es lo que se conoce como la "Gran Obra", la búsqueda de la iluminación y la transformación personal.
En este segundo artículo, intentaremos desentrañar algunos de los misterios y simbolismos de la Masonería, y exploraremos cómo esta orden puede ayudar a las personas a crecer y desarrollarse como seres humanos.
Recuerda que, como maestros masónicos, debemos siempre buscar la verdad y la sabiduría, y compartir nuestros conocimientos con aquellos que buscan la iluminación. La Masonería es un camino de auto-descubrimiento y crecimiento personal, y espero que este artículo en su segunda parte te sea de utilidad en tu propio camino espiritual.
Sigamos adelante:
Más allá del Mito y del Rito, existe pues este método que consiste en aplicar Reglas y seguir Enseñanzas. La primera regla es guardar silencio y tratar de comprenderse, aprender a comprenderse a uno mismo: ¡el famoso “ Conócete a ti mismo ” de Sócrates!
El segundo es trabajar incansablemente con la esperanza en el corazón y la cabeza en las estrellas, trabajando tanto en uno mismo como en los demás; el tercero consiste finalmente en conformar nuestras acciones con nuestros ideales, es decir poner nuestra acción masónica al servicio del Bien, de lo Bello y de lo Justo...
¿Es esto complicado? No, ciertamente no, pero es sobre todo difícil porque el camino que discurre entre el Blanco y el Negro del pavimento de Mosaicos ajedrezados de nuestros Templos es un Camino estrecho: “La dificultad no es algo que se encuentre en el camino, sino que la dificultad es el camino mismo "! No podemos expresar mejor esta dificultad que citando la siguiente expresión: “ El masón no es ese sabio imperturbable sobre el que caerán las ruinas del Universo sin que él se estremezca. Él conoce el dolor como lo conoce otro hombre. Está sujeto como cualquier otro a todas las debilidades humanas. En las grandes catástrofes está, como todos los demás, en el fondo del abismo; pero, a través de su formación en el Taller, con sus Hermanos y gracias a ellos, no debe ser el último en levantar la cabeza, en mirar hacia las alturas. Sabe con toda modestia que no va a cambiar el mundo, no olvida que es sólo una gota en el balde. Pero él sabe que los océanos están hechos de estas gotas: que cualquier empresa humana sólo puede ser colectiva y que, para tener éxito, la Sabiduría debe presidir la construcción del Edificio del Templo ”!
Somos constructores: el Aprendiz corta su piedra, el Compañero construye muros, el Maestro construye una Catedral... Eso está bien, dirás, pero ¿quién transmitirá el conocimiento? ¡Muy sencillo durante la obra! Para comprender y restaurar la Luz, todavía necesitamos tiempo; ¿Es todavía necesario que el grano de trigo que se ha podrido y luego haya germinado, se convierta en trigo en ciernes y se alimente de sus raíces - es decir de la Tradición - para crecer y finalmente dar su fruto... Sólo así será posible - pretendemos restaurar lo que hemos recibido pero aquí es también donde radica la dificultad del Arte Real.
Es esta “ exaltación ” de las posibilidades del hombre lo que caracteriza nuestro Rito Escocés Antiguo y Aceptado. En efecto, a diferencia de la masonería inglesa llamada “ Moderna ”, centrada en los problemas sociales, abogando por una autoridad no despótica, una moral liberada del yugo de la Iglesia y una sociedad liberada del fanatismo, la Masonería “ Antigua ” - de la cual forman parte- se vuelve hacia el individuo: ofreciéndole un enfoque iniciático, opone al partido de los filósofos un verdadero ascetismo mediante el estudio de las ciencias sagradas, la investigación de la autonomía espiritual y la superación personal a través del Conocimiento.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es, por supuesto, también el depósito de una filosofía estructurada en el siglo XVIII en el marco del pensamiento de la “ Ilustración ”; comprendemos, por tanto, que la oferta que hace a sus seguidores está imbuida de esta filosofía universal de pensamiento y acción, que el concepto de humanismo adquiere toda su dimensión elevando en alto la confianza en el hombre cuya perfectibilidad no puede ser puesta en duda. De la misma manera que al hombre del Siglo de las Luces, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado ofrece al hombre del siglo XXI la estabilidad e inmutabilidad de los espacio-tiempos de libertad que son las Logias para trabajar sobre uno mismo -incluso para su propia mejora y, en consecuencia, la mejora de la humanidad.
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De: Kadyr |
Enviado: 26/11/2024 02:13 |
EUPALINOS: EL ARQUITECTO DE SI MISMO
Eupalinos o el arquitecto es un diálogo inspirado en el Fedro de Platón. Se nos presenta en este texto el diálogo entre Sócrates y Fedro que se da en el inframundo, una vez, Fedro y Sócrates han partido de la vida en la Tierra. El diálogo considera muchos temas que van desde: el tiempo, la vida, la muerte, la estética, la filosofía, entre otros, hasta: la creación, el creador y la obra. Estos últimos temas representados en la figura de Eupalinos, el arquitecto. Sócrates, por una parte, representa al filósofo, el sabio, el hombre que desea saberlo todo, quien concibe la idea en su vastedad y se aleja del mundo sensible para acercarse al conocimiento ideal. Por otra parte, Fedro es el hombre de preocupaciones terrenas, quien se deleita con la belleza, es el esteta, el sujeto que permite las abstracciones del mundo para vivir.
Las dos posiciones de estos personajes, generan un diálogo ameno y profundo sobre la figura del creador, en este caso representado por el personaje de Eupalinos, quien no aparece en la conversación, pero es retratado por las palabras de Fedro.
De la imagen y la representación que se plantea de Eupalinos, quisiera destacar: la conciencia del creador, la reflexión por el oficio, la facultad de ensoñación, el cuerpo sensible Vs el cuerpo espiritual y la aspiración a la perfección. En el diálogo entre Fedro y Sócrates cuando se empieza a hablar de Eupalinos, algo que llama particularmente la atención es cuando Fedro afirma en relación a Eupalinos:
Fedro, me dijo, cuanto más medito sobre mi arte, más le ejerzo; cuanto más pienso y obro, más sufro y más me alegro como arquitecto; y más sentido de mí mismo cobro, con claridad y goce cada día más ciertos .
Hay aquí, una primera manifestación de lo que considero un ejercicio de conciencia del creador, una meditación profunda sobre el trabajo que realiza. De la misma manera, opera en el francmasón , quien no sólo crea cuando se sienta a escribir. De la meditación sobre su arte, se esclarece su oficio y es posible la creación. De otro modo, no habría luminosidad en el panorama de escritura y se iría a ciegas. Más adelante, se agrega a las palabras de Eupalinos:
Me acerco a una correspondencia tan exacta entre mis anhelos y mis facultades, que me parece haber convertido la existencia que me fue otorgada en una especie de obra humana. Y añadió Eupalinos: “A fuerza de construir, me dijo sonriente, creo acabé construyéndome a mí mismo”.
En todo esto , vemos la manera en la que creador a la vez que crea la obra, también se crea a sí mismo, en tanto, es capaz de aprender y evolucionar en función de su creación. Evidencia la armonía entre los anhelos y las facultades, es decir, entre la imaginación y el hacer. La conciencia del creador le lleva también a un segundo aspecto que es la reflexión por el oficio, por su quehacer. Eupalinos señala la manera en la que armonizó o direccionó los pensamientos, en los actos de su arte, y añade: “distribuí mis atenciones; volví sobre el orden de los problemas; empecé por donde antes terminara, a fin de espaciarme más lejos”. Luego habla de la integridad entre el pensar y el hacer: “mas lo que pienso es hacedero; y lo que hago se conforma a lo inteligible”.
El pensar en Eupalinos, lleva a un tercer aspecto relevante y es la ensoñación
Ávaro soy de ensoñaciones, y como si ejecutara concibo. Jamás ya, en el espacio informe de mi alma, vuelvo a contemplar esos edificios imaginarios, que son a los reales lo que las quimeras y gorgonas a los animales verdaderos” -
Al lugar del sueño y de la imaginación le da la posibilidad de inventar, además, la facultad de contemplar otras obras de arte, otros edificios, y de allí nutrir su inspiración. Eupalinos concibe la creación como ensueño, no como ciencia, no precisa de fórmulas exactas, ni de control sobre los resultados. Eupalinos sabe del misterio que entraña en su oficio, que el lugar del sueño es un territorio efímero, pero que puede permitir las más bellas creaciones
Siento que mi necesidad de belleza, igual a mis recursos ignorados, engendra por sí sola figuras que le satisfacen. Deseo con todo mi ser…Vienen a mí las potencias. Bien sabes que las potencias del alma proceden extrañamente de la noche… Se adelantan, por pura ilusión, hacia lo real. Yo las llamo, y con mi silencio las conjuro…Helas aquí, agobiadas de claridades y de error”.
Regresemos de nuevo al mundo masónico.
La instrucción para el grado de Aprendiz es explícita sobre este tema: nuestras herramientas son la Regla, el Mazo y el Cincel... Esto implica imperativamente que todas nuestras horas deben ser utilizadas útilmente, que es el deseo de superación lo que nos impulsa y que debemos hacer que nuestra " piedra " se ajuste a su uso para llegar a ser un miembro útil y consciente de la sociedad... Esto significa que una vez realizado el trabajo de " reflexión " sobre nosotros mismos, todas nuestras acciones deben tender a una orientación humanista. y no, no contentarse con un retraimiento egoísta que consistiría en enriquecerse con conocimientos que no serían compartidos…
Hemos aprendido sobre los símbolos, los materiales y el método: este es el plano dibujado; El trabajo puede entonces comenzar... recordando:
Esa construcción es la parte de la arquitectura que consiste en utilizar los materiales por su calidad, por su naturaleza para satisfacer las condiciones de solidez, idoneidad y belleza.
Ese trabajo debe ser esencialmente personal; es con esta condición que se convertirá en una obra útil que podrá integrarse en un todo infinito: “ Cualquier obra iniciada no puede completarse mejor que por sí misma ” (Descartes) , aunque se podría replicar que la realización de ciertas obras requirió varias generaciones. (¡Constructores de catedrales!) . Se trata, pues, en la Masonería de trabajar para cambiar al hombre en su totalidad y no de intentar desarrollar poderes humanos particulares.
Esta transmutación no puede realizarse más que mediante la Iniciación, cuyos métodos no tienen nada en común con la práctica exclusiva de la ciencia: Ciencia y Conciencia, Conocimiento y Conocimiento ... Por lo tanto, es imperativo introducir en estos binarios el medio plazo. relación. Pero aunque la orientación es posible, la comunicación sigue siendo muy difícil.
A la luz del pensamiento del Siglo de las Luces, todo nos remite a la toma de conciencia del hombre de su historia, de su futuro y de su realización en la sociedad. Aunque el advenimiento de la Ciencia, en los siglos XVIII y XIX y más aún a principios del XXI, nos pareció capaz de resolver todos los problemas materiales, el pensamiento humano tenderá inevitablemente y al mismo tiempo hacia una necesidad. por la Justicia, por lo Bello y Verdadero …
De este idealismo, como de esta ambigüedad, nacerá la necesidad de una " Verdad existencial " y, por tanto, en algún lugar una sed de lo absoluto... Bajo esta apertura, el futuro está en movimiento y el hombre, un " haz de preguntas " en esencia, encontrará en sí mismo las respuestas ( a través de “ Mayéutica ” de Sócrates) ...
Alcoseri
Entendiendo a la Masonería , parte #3
El Camino parece trazado pero el peligro principal de " desviación " permanece, llevando a los extremos - la historia es testigo de ello -, sean de la naturaleza que sean... También las Luces del pasado son también las del futuro para alguien quien desea encontrar los medios para pensar por sí mismo, para quien se da los medios para construir, por su propia y libre voluntad, el Templo Universal cuyas metas estarán siempre enfocadas al servicio del Bien.
La construcción de este Templo exige pues el autoconocimiento y, por tanto, una cierta sagacidad de la mente siempre “ despierta ”. Entonces recurriremos al conocimiento intuitivo, que es el único vector de comunicación real a través del Símbolo.
" El Símbolo": "te hace pensar y meditar... Es una ventana abierta al mundo ". El aspecto simbólico adquiere entonces todo su valor significativo, por dos razones:
Valor a nivel del Iniciado que está “ en búsqueda ”… por lo tanto individualista.
Valor a nivel del Hombre que tiende “ hacia el otro ”… por tanto altruista.
Ambos situados entre “ Materia y Espíritu ”.
De esta doble dualidad existencial, la Unidad puede así renacer a través del Mito y el Rito... Nuestro Rito y nuestro Ritual nos invitan a buscar nuestra esencia dentro de nosotros mismos, es decir este concepto de Unidad, como a encontrar en el Otro. estas necesarias y fructíferas diferencias…
Este descenso a lo más profundo de nosotros mismos, este nacimiento que consistirá en convertirnos en lo que debemos ser, no está exento de dolor, tanto físico como moral... Dificultad última de la obra: el paso a “ Negro y Fuego ” - Le VITRIOL del Gabinete de las Reflexiones - para lograr el júbilo interior del espíritu, es decir la construcción de nuestro propio Templo interior, propuesta preliminar a la de cualquier idea volcada hacia afuera, hacia un Templo de la humanidad.
En efecto: ¿cómo podemos aspirar a la construcción de un Templo Ideal, de un Templo Masónico dedicado para" todos los fines " si es sólo pasando por la propia edificación de nosotros mismos, una piedra modesta cuyo desbaste y luego pulido condujo a su integración en el edificio del Templo?
En este nivel, como en cualquier otro, cada piedra tiene su lugar, por modesta que sea...
La iniciación y el simbolismo deben orientarnos hacia la realización de un renacimiento total desde un centro propio de nosotros mismos y que conduzca al conocimiento de Sí mismo, independientemente del de los demás, incluso si este otro es un espejo de nosotros mismos. Se trata de realizar una revolución moral porque la revolución puramente material no puede encontrar eco en la restitución del hombre en el mundo de la razón y de la justicia al que aspira, es decir, la sed de un ideal superior . Por tanto, es necesario imbuirse de un estado de conciencia tal que se pueda hacer una especie de previsión del futuro inmediato -aunque sea de forma muy vaga de la obra que se va a crear. Entonces la construcción del templo encontrará plenamente su medida y su valor real, tanto en la realización propia como en la de los demás.
Frente a los símbolos que decoran el templo, y más particularmente el Delta radiante, el compás , la escuadra y el Libro de la Ley Sagrada, el Aprendiz abre los ojos a la " Luz " y trabaja para desbastar su " Piedra en Bruto ". de sus prejuicios, de sus certezas... El descubrimiento del simbolismo será, para el nuevo Iniciado, material para su integración en la obra común de construcción del templo: la Sabiduría debe preside la construcción del edificio, la Fuerza lo sostiene y la Belleza lo adorna…
Este equilibrio, estable pero sutil, debe inducir en adelante en el masón toda la línea de conducta de su Ideal, es decir, una sed de Absoluto, puesta al servicio del Bien, de lo Bello y de lo Justo, a pesar de sus propias imperfecciones, como las de sus dudas...
Los textos fundacionales de la masonería destacan que la noción de fraternidad está en el centro mismo de la idea masónica: es primero una fraternidad iniciática y luego una fraternidad de Seres Humanos . Podemos decir así que se plantea primero como una cualidad espiritual y luego, en consecuencia, como una virtud ética.
¡Nunca olvidemos que nuestra Orden es ante todo Iniciática, Esotérica , Tradicional y Espiritual!
Si efectivamente hay una diferencia entre buena voluntad y capacidad, sólo el trabajo sobre sí mismo permite al masón “ continuar fuera el trabajo iniciado dentro ” (evitando esta brecha a veces indecente entre el Templo y la vida exterior) . Así, habiendo hecho de alguna manera sus Humanidades para construirse a sí mismo, el eterno Compañero que somos participará en la construcción del hombre en general, es decir del otro , del " todo otro ", haciendo el mundo que lo rodea. hacerlo más humano, testimoniando así su humanismo; esta idea que el hombre tiene de sí mismo en su mayor realización intelectual, moral, incluso religiosa o estética, al lograr una síntesis armoniosa de conocimiento y virtud, nos permite realizar dentro de nosotros mismos la realización de un ideal.
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De: Kadyr |
Enviado: 26/11/2024 02:14 |
EL CUENTO DE LAS HORMIGAS MASONAS.
Antes de seguir adelante vayamos a un Cuento , que dará luz al entendimiento de lo que es la Masonería.
Una vez, una hormiga visito un Templo Masónico, y caminaba sobre el piso ajedrezado de una Logia , vio a seres humanos caminando sobre ese piso de losas blancas y negras .
—¡Qué asombroso es esto! —dijo la hormiga—. Esta cosa tan notable, gigantes con vida propia, pisando sobre esta hermosa superficie, seguro estos gigantes caminan en busca de comida, tal como lo hacemos nosotros las hormigas ¡Y qué grandes saltos dan ! Parecen hormigas, en búsqueda de algo , hablan , se comunican , pero no entiendo su leguaje – expresó la hormiga .
Salió del Templo Masónico y le platicó de esto a otra hormiga, la cual estuvo igualmente interesada en el Tema y enalteció la capacidad de observación y reflexión de la primera hormiga.
Pero otra tercera hormiga expresó:
—Ya he escuchado de esto de los gigantes , a los que llaman los sagrados textos de las hormigas denominándolos “Los Seres Humanos” , que aplastan hormigas , pero que sus comidas son deliciosas , he leído que nosotros las hormigas debemos cuidarnos de los Seres Humanos , ya que usan incluso venenos para asesinarnos.
De este modo, estás hormigas , pensaron deberían ir a donde la primera hormiga , había visto a estos gigantes seres humanos , más por curiosidad que por otra cosa .
Llegaron las hormigas a la Logia Masónica de los seres humanos , y pasado un tiempo, una hormiga escaló a un ser humano , subiendo por una de las piernas , y llegando hasta la misma cabeza , la cual exploró minuciosamente, al estilo de las hormigas, escudriñándolo todo, y desde la cabeza de aquel ser humano ,pudo ver mucho más .
Al regresar junto a sus compañeras, exclamó:
—¡Hormigas! Tengo importantes noticias para vosotras. Esos seres humanos son partes de un algo mayor, y esta organización son millones de gigantes , y su organización es el que les da movimiento a todos.
Luego llegaron más y más hormigas a aquella Logia Masónica, tanto que aprendieron el idioma, pero no entendían lo que pasaba en aquella logia , a pesar de entender el idioma . Las investigaciones continuaron . Respecto a los mecanismos de aquella Logia, las hormigas sólo tenían una idea aproximada, pero el significado e intención de reunirse en Logia, y para que propósito no lo entendían , sabían no lo descubrirían mediante sus métodos habituales de investigación como hormigas : necesitaban ser “instruidas” para tal propósito; así fue que uno de los masones se dio cuenta que las hormigas estaban interesadas en la Masonería, que las comenzó a instruir , las inició masónicamente , y luego de un tiempo , las hormigas comprendieron lo masónico gracias al masón que las inició e instruyó. No pasó mucho en que las hormigas conformaron su propia Logia Masónica y así hasta hoy siguen haciendo masonería en su logia masónica dentro del hormiguero.
Y es que es la única forma de entender verdaderamente lo masónico , y es estudiándose a si mismas, trabajando la idea masónica y resolviéndose a si mismas.
Asi termina este cuento.
Regresemos al comunicado :
Por lo tanto, sin duda debemos construir al Hombre porque, tanto en su ser Social y Político como en su ser Espiritual y Cultural, muchas veces aparece desgarrado, perdido, roto y más particularmente debido al hecho de que este Hombre de hoy está sufriendo la gran tragedia de ¡Su generación que vive a caballo entre dos mundos, es decir, un mundo que nunca deja de morir y otro mundo que no nace!
¿Puede nuestra acción sobre el Mundo ser otra que la de nuestras capacidades profesionales, asociativas, educativas, familiares, relacionales, trascendidas por el trabajo de perfeccionamiento de nosotros mismos y el valor del ejemplo que lo traduce? Esta experiencia, que se enriquece con la Iniciación y el proceso iniciático, construye el Ser y su contacto con el mundo que lo rodea en una relación más verdadera y auténtica.
Saber no es saber; conocer es aprender del Otro, mientras que Conocer es aprender de uno mismo, en la relación con el mundo, de la propia experiencia como Hombre Total, a la vez Hombre pensante y Hombre vivo. La iniciación está ahí para recordarnos constantemente que no somos un intelecto separado del Mundo sino totalmente inmersos en él.
Para comprender la Verdad del Mundo y realizar este acto de Conocimiento (que es del orden de la experiencia) , tenemos que reaprender a leerlo, a descifrarlo para cambiar nuestra visión sobre lo que creíamos saber y que ignoramos. . en su propia realidad.
El Camino Iniciático parece así dirigido hacia estructuras más profundas y anteriores, que revelan lo que somos como Hombre, una forma de vida efímera que cuestiona el sentido de su finitud. El mito nos recuerda que nuestro intelecto y sus frutos son sólo herramientas de conocimiento en el Cómo de las cosas pero no en el Por qué donde la fuerza motriz es la intuición, trascendiendo nuestros límites físicos, intelectuales y emocionales.
El acceso al conocimiento no es el acceso a una carrera universitaria que estaría reservada a una elite intelectual, excluyendo a otros. Acceder al conocimiento no es acceder al conocimiento literario o, más generalmente, cultural. Si los libros nos ayudan es sólo por nuestro posicionamiento sobre el pensamiento que transmiten. La cultura en los Caminos del Conocimiento sólo sirve para proporcionar los medios para comunicarnos para intentar compartir nuestra propia experiencia.
El enfoque masónico, como camino hacia el Conocimiento que es su fundamento iniciático, se acerca así simbólicamente a la " peregrinación " donde, para alcanzar una meta, dejamos nuestra dulce tranquilidad, aquí del espíritu, allí del bien ser. físico, para mejorar nuestras capacidades de percepción a través de todos nuestros sentidos para vivir la vida y no sólo pensar en ella.
Nuestras opiniones se originan en nuestro Ego, no en nuestra Esencia. Nuestro camino, como cualquier camino esotérico, apela así a la función analógica del pensamiento humano. Trabajar sobre el símbolo y luego sobre el mito significa cargar el objeto símbolo con un significado plural, despertando en nosotros estas asociaciones subconscientes que nos separan del Arquetipo.
Si hay todo por descubrir, no hay nada que añadir, es un trabajo de “ resta ”, de sustracción de los personajes con los que nos identificamos, de lo que creemos ser y que es sólo eso que queremos, o incluso lo que nos da miedo.
En el corazón de nosotros está la Esencia, el objeto de nuestra búsqueda. Así, la enseñanza del Rito Escocés Antiguo y Aceptado permite, a través de una cierta síntesis de tradiciones ( “ Hay muchas moradas en la casa de mi Padre ” : Juan Jn 14, 1-6) , aprehender “ un nivel más elevado de espiritualización del Iniciado que sigue así el camino tradicional de su realización interior .
El masón se incorpora así al plan constructivo de la arquitectura universal y por tanto participa de la armonía cósmica; porque al final de la realización ascendente, el Iniciado encuentra su unidad; ya no está solo, es el símbolo de la Unidad reconstituida, tiene la alegría profunda de pertenecer a un “ bloque ”. Es porque trabaja sobre sí mismo que el Masón construye la Fraternidad espiritual que lo vincula a sus Hermanos y puede participar en la construcción del Templo la humanidad.
Alcoseri
B P-G
Según Eupalinos, en el control de estas potencias está la clave y el peligro. Las potencias que vienen de un territorio enigmático, originario y espiritual. Aspectos que para Valéry configuran el territorio de la poesía. Posteriormente, Eupalinos habla de la importancia de la libertad en el ejercicio creativo, y la posibilidad de no poseer el objeto a totalidad como lo haría el filósofo, sino, permitir algunas cosas en el territorio de lo desconocido; la abstracción, en función de obtener lo justo para la construcción artística.
Un ejemplo de este proceso expuesto por Eupalinos está en la mención que él hace sobre la construcción del templo que levantó para Hermes. Eupalinos cuenta, que puso en esta obra un recuerdo de un día de su vida, y que sin que nadie lo supiera, era una moza de Corinto a la que él amó. Eupalinos señala que el templo: “fielmente reproduce sus particulares proporciones. Para mí, el templo vive. Me devuelve lo que le di.” (p.84). El recuerdo y la inspiración hacen parte del lugar del ensueño, de la imaginación, a partir de allí el arquitecto crea y misteriosamente se transforma en otra cosa, que no es inteligible de la misma manera por quien aprecia la obra, pero que en otra instancia, eterniza el sentimiento que llevó al creador a concebir la obra. Lo mismo sucede con el poema, el cual puede congelar un instante de la vida del francmasón y hacerlo manifiesto por el lenguaje, sin que sean suficientemente claras para el lector, las razones que condujeron a su escritura, o la alegoría que esconde.
Un cuarto aspecto, es la concepción de un cuerpo sensible Vs un cuerpo espiritual. Eupalinos afirma que los hombres, no atienden a toda la comprensión del cuerpo, ya que “no sacan de él sino placer y dolor y actos indispensables, como el vivir” (p.94), Eupalinos afirma que las personas en general no aciertan a servirse de toda su naturaleza. El arquitecto le habla al cuerpo y le pide a éste la enseñanza de las exigencias de la naturaleza y el sentimiento de las cosas verdaderas. Para Eupalinos el cuerpo es la “medida de su mundo”, algo apenas equiparable con el universo. Eupalinos profundiza en la concepción de cuerpo y lo pone al alcance del proceso creativo, de la construcción.
En otra instancia, se habla del espíritu y la necesidad de conciliar el cuerpo, con la fuerza creadora del arquitecto, en función de la creación. El arquitecto habla de un tiempo en el que él se atribuía: “ensoñaciones que iban a dar en una impotencia ilimitada” (p.96), mientras el cuerpo vivía, quizá un poco de manera inconsciente y desconectado de su imaginación. Habla entonces, de la importancia en que el cuerpo y su “yo” del ensueño armonicen, ese “finito e infinito que traemos, cada cual, según su naturaleza, se unan en construcción bien ordenada” (p.96). La idea de finito e infinito que enuncia Eupalinos, en este apartado, podría remitir a la que expone Baudelaire, en El pintor de la vida moderna, en el que se plantea un cuerpo y alma del arte; en el cuerpo se evidencia lo temporal, lo variable y concierne particularmente a la forma de la obra artística; en contraste, se habla de un elemento, que para Baudelaire es el alma del arte (que posiblemente concierne al espíritu según lo comprende Valéry), y le atribuye lo infinito.
De la misma manera, en la que se entiende el cuerpo físico y material, cabría preguntarse por la posibilidad de un cuerpo espiritual. Siempre he pensado que la poesía hace parte de ese cuerpo inmaterial, que todos tenemos y que difícilmente escuchamos en medio del ruido del mundo; un cuerpo intangible, originario, que nos permite una escucha y sensibilidad particular, que no depende de un saber académico, ni profundo de la poesía. Pienso que allí donde un cuerpo que no se ve toca a otro que es intangible, sucede la poesía. Sin ahondar mayor en este aspecto, supongo que Eupalinos, al hablar del espíritu y de su “yo” creador, que lucha con ese cuerpo sensible que habita la naturaleza, se refiere a ese otro cuerpo de la poesía, un cuerpo espiritual.
Finalmente, un quinto aspecto al que invita la configuración de Eupalinos, está en la aspiración del arquitecto o del creador, a la perfección. Eupalinos nos invita, como se ha señalado anteriormente, a pensar en: una conciencia del creador; una continua reflexión; el manejo y cuidado de las potencias; la integración del mundo sensible y el espiritual en función de la creación; todo ello, contiene en el fondo la aspiración a una: “riqueza incorruptible” (p.97). La presencia máxima del creador o del arquitecto para Valéry, sería algo cercano a la genialidad. En el texto “Discurso en honor de Goethe”, Valéry retrata a Goethe como un genio y le atribuye esta denominación, porque para él, Goethe cuenta con un espíritu de fuerza y libertad extraordinaria. La genialidad de Goethe reside en la operación de su espíritu y la sensibilidad plena en soledad. Goethe hace parte del grupo de hombres que “están por encima de nosotros como seres que sólo están más familiarizados que nosotros con lo que más profundo tenemos” (Valéry, 1995, p. 114). La genialidad de Goethe sería equiparable a la aspiración de perfección del arquitecto.
El arquitecto es el hacedor, creador, productor, que permite en últimas la obra de arte. Pero allí no termina su rol, Eupalinos también es crítico de lo que otros y él mismo crean. Es allí donde entra la obra, al escenario de reflexión.
El constructor como crítico y la obra poética
Fedro le cuenta a Sócrates en un apartado, la manera en la que Eupalinos concibe los edificios, ya que para él existen tres tipos: los mudos, los que hablan y los que cantan. Para Eupalinos, el edificio es la materialización del ensueño, de la idea, es la obra. En dichas categorías enunciadas por el arquitecto, hay una clara presencia estética y crítica que depende del efecto de la obra en el espectador. Los edificios mudos son aquellos que generan desdén, y como señala su nombre, poco sugieren en quien lo observa. Respecto a la crítica sobre una obra de arte, aplicable a la literatura, no hay crítica más desfavorable que esta, aquella que indica que el texto no dice nada.
Los edificios que hablan son aquellos que para Eupalinos se valen del lenguaje franco, que dicen a penas lo justo de lo que significan o albergan, “la piedra gravemente declara lo que encierra”. Son estos los edificios como las obras, que capturan a las masas, que sugieren, pero no deslumbran. Pienso en esos poemas que muchos se aprendieron de memoria en una época determinada y sirvieron a los hombres para declarar sus sentimientos, pero que escasamente sobrevivieron en el tiempo. Por último, están los edificios que cantan, que son la expresión más genuina del asombro. Son capaces de poner la naturaleza al servicio de la obra. Cantan, porque traen una música misteriosa. “¡Qué claridad proponen al espíritu! ¡Cómo sus partes se desarrollan! ¡Cómo descienden hacia su labor!” (p.88). Dichos edificios son dignos de admiración, en ellos se manifiesta el arte de manera pura. Es para Eupalinos una belleza tal, que colinda con lo tiránico. Acá uno podría pensar en aquellos grandes libros, clásicos, que perduraron y que aún hoy parecen modernos, y esas obras contemporáneas de las que fuimos capaces de grabar algunas líneas, no sólo en la memoria sino en el espíritu.
Eupalinos considera la obra como una construcción ordenada en la que en la que entra todo: lo material, lo divino y lo espiritual. En esta labor se encuentra el acto, el hacer que enuncia Valéry en su “Poética”. Una metáfora que ayuda en la comprensión de este hacer es la de la cera. Eupalinos narra
vi un día una gavilla de rosas, y lábrela en cera. Terminada ésta, la dejé en la arena. El Tiempo veloz redujo las rosas a la nada; y el fuego devuelve prontamente la cera a su naturaleza informe. Pero huida ya la cera del fomentado molde, y extraviada, el deslumbrante licor del bronce viene, en la arena endurecida, a casarse con la hueca identidad del menor pétalo […] Esas rosas que fueron frescas, y ante tus ojos perecen, ¿no son las cosas todas y la misma vida movediza? Esa cera que modelaste, imponiéndole tus hábiles dedos […] ¿no es la imagen de tu trabajo cotidiano? […] el fuego es el Tiempo mismo, que abolirá por completo o disiparía en el vasto mundo […] en cuanto al bronce líquido, sin duda significa las potencias excepcionales de tu alma y el estado tumultoso de algo que quiere nacer (p.92)
Encontramos en esta metáfora; las rosas como manifestación de la vida; la cera como el trabajo del constructor o del artista; el fuego como el tiempo, que, entre otras cosas, mide la temporalidad de la obra; y el bronce como las potencias misteriosas de la creación. Eupalinos además añade la importancia de conducir el bronce, como se conducen las potencias de manera adecuada, jugar con todos los elementos acertadamente, transformar de forma precisa todos los materiales en función de la obra. Y a esto último, también el arquitecto le suma el aprendizaje continuo del orfebre.
El arquitecto, como se ha expuesto, es el responsable del hacer; pero también es capaz de tener un sentido estético y crítico; reflexiona sobre su oficio y divide en esa conciencia de lo que hace los momentos de la creación; también, hay en él, como creador, una aspiración a la perfección. En esta configuración del arquitecto está toda la esencia de la “Poética” de Paul Valéry; la forma en la que él concibe el proceso creativo y la obra poética, a partir de la configuración del constructor.
A manera de conclusión, encontramos en Paúl Valéry, una mirada detallada del proceso creativo que se equipara a la del constructor, el crítico y el filósofo, que permite un acercamiento a aquello que resulta tan complejo de encasillar y que nos limitamos a nombrar como poesía. Sólo la comprensión holística de la naturaleza de la poesía, otorga las herramientas necesarias para una debida apreciación estética, ya que, qué limitada es la mirada de quien nunca se ha sentado con un lápiz en su mano a batallar sobre una hoja en blanco y lograr la armonía de elementos para que surja un buen poema, o quien nunca ha permitido escuchar del francmasón los secretos de su oficio.
Escasa es la lectura de un poema, de quien desconoce que éste es “un discurso que exige y que causa una relación continua entre la voz que es y la voz que viene y debe venir. Y esta voz debe ser tal que se imponga” (Valéry, 1990, p.117). No existe nada más molesto, de quien influenciado por lo superficial: “el accidente le resulta más precioso que la sustancia” (p.32). Jorge Luis Borges, habla en una de las conferencias de Siete noches, sobre percibir la poesía, sobre el sentimiento de belleza, y considero que éste sólo es posible en su totalidad si se entiende con acierto de qué lugar originario proviene. Ya lo decía Truman Capote de mejor manera: “el país está lleno de gente que lo sabe todo, pero que no entiende nada”. El presente texto, no es más que una síntesis de algunos datos, que quizá sirvan como ruta para entrar en todos los caminos que considera Paul Valéry en su “Poética”, que es bastante lucida tanto para académicos, como para escritores o lectores de paso. Por último, no olvidar que “La poesía se forma o se comunica en el abandono más puro o en la espera más profunda: si se toma por objeto de estudio es ahí donde hay que mirar: en el ser, y muy poco en sus alrededores” (p.38).y M R
Alcoseri
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De: Kadyr |
Enviado: 26/11/2024 02:14 |
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