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Rol Principal: Prologo: Amanecer tragico en ciudad Leaf
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| De: DemOn 666 (Mensaje original) |
Enviado: 09/04/2020 01:23 |
 Prologo: Amanecer trágico en ciudad Leaf
La antigua ciudad Leaf, una de las ciudades primigenias de la nueva era, ¿Cuantas calamidades no habrá visto esta vieja ciudad? Sus calles estan repletas de historia, y aun así, a pesar de todos sus misterios y bondades, se mantiene en el olvido de muchas personas que hoy en dia circulan por ella. Para muchos es una ciudad de paso, para otros es un simple punto turistico, solo para aquellos con una visión mas allá de lo convencional sabrán que se trata de algo mas que una ciudad con historia, es una ciudad de magia y de poder.
Es la vispera de un dia intrigante, recien llegan los rumores sobre la caída de la emperatriz de Pargea, y sobre la sublevación de los elementos como regiones independientes. La ciudad Leaf se encuentra en un punto estrategico entre la region de fuego y de viento, es frontera, y puede ser suceptible. ¿Que les deparará a los habitantes de esta ciudad?
Averiguelo en
SIXTH ELEMENT
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ASHITAKA
En plena carrera me tropecé con un sujeto cuyas pintas eran bastante lamentables, el cual además parecía tener una personalidad similar ya que no me dirigió buenas palabras, precisamente. Más bien se quejó por el encontronazo de malas maneras. Vaya, aún apenas y había salido del establo donde había dejado a Yakul y ya parcía que podía meterme en problemas. Decidí ignorarlo y seguir pero tan solo dando unos pocos pasos más adelante, mientras miraba aún atrás, vi cómo otra persona se le acercaba al primer sujeto y además le daba algunas indicaciones...
"Vaya, él si que parece amable" -pensé- "Además podría serme de utilidad..."
Fue entonces cuando dejé de avanzar y volví sobre mis pasos un poco, para encontrarme con ambos, haciendo un pequeño gesto amable con la mano para saludar.
Disculpad que me entrometa en vuestra conversación -comenté con una leve sonrisa y un poco apenado por interrumpir-, pero creo que eres originario de aquí, ¿verdad? - pregunté girándome hacia el jóven de pelo rojizo- Me gustaría saber si conoces dónde se encuentra el hospital y si serías tan amable de indicarme cómo llegar a él.
Al mismo tiempo también pude notar algunas miradas de interés de varios transeúntes hacia Yakül, probablemente no era un tipo de montura que estuvieran acostumbrados a vislumbrar y quizás estaba llamando demasiado la atención...
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Apollonius :
Despues de varios días volando de ciudad en ciudad, al fin, a la distancia puedo ver las puertas de ciudad Leaf.
Las ciudades anteriores tenían un solo tema en común, el creciente caos que se avecina, el miedo y la insertidumbre esta comenzando a hacer estragos en la gente, los caminos ya no son tan seguros como antes, tan solo espero que una ciudad tan grande como esta no se vuelva un manicomio.
Mis alas estan cansadas, lo mejor será aterrizar a las afueras para pasar desapercibido y entrar con forma humana para no llamar tanto la atención.
No me caeria nada mal encontrar una posada donde pueda descansar y beber algo refrescante.
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Yui
Tenía unos meses de estar en la ciudad, había estado viajando por muchas ciudades, pueblos, montañas, incluso permanecido en mares e islas, estancarse en la Ciudad de Leaf era más por necesidad que por deseo, sus proviciones y dinero se estaban agotando, por lo que opto por trabajar.
Para ella no tan grato permanecer tanto tiempo entre los humanos, no es que no se hubiera acostumbrado a ellos, pero siempre había tratado de ser lo más amable con esa raza que solía mantener a veces a los de su especie en las paredes, lidiar con eso le provocaba un poco de ira, así que antes de solicitar trabajo, observaba que no hubiera alguna cabeza de dragón colgada.
-Solo un poco más y podré dejar de trabajar en esta posilga- Se dijo a sí misma mientras se apoyaba contra la pared, detrás de un muro donde nadie la veía, a parte de eso, estaba cansada, por lo que necesitaba sentarse a comer algo -De aquí marchare a otras tierras, lejos de la frontera
Estar tan cerca de ese lugar le provocaba pánico, temía que su padre aún viviera, o pero, que alguno de sus hermanos fuera a buscarla.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la puerta se abrió, lo que le indicaba la llegada de nuevos clientes.
d
No estaba
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Kakyoin:
Mi andar fue interrumpido por aquel otro viajero que alcance a visumbrar, a diferencia del primero éste era mucho más amable... o al menos tenía mejor ánimo. Lo escuché con atención y asentí ante su cuestionamiento, lo cual le dió pie a preguntar por el hospital en la ciudad.
- Puedo acompañarte si gustas. No es muy diferente al sendero que hay que seguir para llegar a la zona donde están las posadas y los comercios, pero está a una distancia mayor y es más fácil perderse -
Definitivamente esto escapaba a mi plan original, aunque era interesante hacer algo diferente, ¿no es así?
- Me llamo Noriaki Kakyoin, por cierto - me presenté ante aquel chico, haciendo una pequeña reverencia - Me imagino que eres un viajero, ¿no es así? Debes de haber visitado lugares interesantes... -
Al pronunciar aquello comencé a caminar hacia el corazón de Ciudad Leaf para guiar a aquel joven hacia el hospital que no estaba muy lejos de esa zona.
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ASHITAKA
El muchacho me atendió de forma educada y me dijo que era relativamente sencillo de encontrar el hospital ya que estaba junto a otras zonas de relevancia, y por tanto dentro de una de gran bullicio en la ciudad. Pensaba que me iba a dar algunas indicaciones para guiarme y poder llegar hasta allí por mis propios medios, pero su generosidad fue tal que inclusive se ofreció a acompañarme, un acto que lógicamente por cortesía y modestia por mi parte, iba a rechazar. No quería convertirme en una "carga" para él, aunque fuese de manera temporal.
Sin embargo, él insistió, y tras presentarse con una semi reverencia (la cual correspondí educadamente) comenzó a andar en dirección al hospital, por lo que yo también emprendí la marcha y lo seguí.
Pues si te soy sincero... Este es el primer viaje largo que hago -Y era la realidad. Habitualmente, había estado casi siempre encerrado en mi aldea, o en los bosques y territorios colindantes de la misma, ya que mi tribu era bastante hermética con respecto a sus costumbres y al mundo exterior (algo que, por otra parte, no me molestaba lo más mínimo, hasta ahora había sido tremendamente feliz en este entorno)- Así que me temo que no tengo grandes historias que contar... Pero he de decir que sí que he conocido a mucha gente por el camino, y pocos tienen una conducta como la tuya. Es agradable encontrarse con alguien así para variar... así que gracias, tanto por tu amabilidad como por las indicaciones presenciales - le comenté con una leve sonrisa-
La mayoría del tiempo que caminábamos apenas y lo miré directamente a él exceptuando este último momento, ya que estaba absorto observando el libre albedrío de mi alrededor. La gente, sus comportamientos y actividades, estructuras... empapándome del entorno, por así decirlo. Esta, sin duda alguna, era una ciudad muy peculiar. Muy diferente al resto de lugares en los que había hecho una pausa en el camino hacia aquí, pomposa a su manera, y algo enigmática.
Tu eres de aquí, verdad ¿Noriaki? -pregunté dubitativo, no sabía cómo querría que le llamase- ¿Qué puedes contarme interesante acerca de esta ciudad?
Sin duda el hecho de que me acompañase podría ser positivo más allá de encontrar el hospital e indagar en él, ya que si no tenían o se negaban a darme información, mi plan B era preguntar a la gente de la propia ciudad, para ver si habían conocido casos de enfermedades con síntomas similares, y poder así encaminarme hacia la cura de la misma. Quizás él tenía dicha información, aunque no quería presionarle desde un principio, menos aún después de su amabilidad inicial. No quería parecer un aprovechado. En caso negativo, pasaría pues a mi plan C: ir a la taberna y hacer lo propio ampliando el espectro de personas.
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Azra Elant
Asentí ante la información brindada por ese extraño sujeto. Y sin darme cuenta ya se estaba encaminando en otra dirección, bien, ese tipo me agradaba, iba al punto sin tener que entablar conversación innecesaria. Me gire en dirección hacia donde me índico el sujeto, en el camino observe a una dama de buen ver (Kuu), se observaba extraviada, pero no iba a ser yo la persona que le diera indicaciones, tenía demasiadas preocupaciones en la cabeza, y además me encontraba sobrio. Decidi pasar de ella, en otra situación le hecharía la mano. Al llegar a la posada decidi acercarme a la camarera mas proxima (Yui)
Oye tu!! Tienes cerveza!? Si es así, traeme la mas fuerte que tengas!
Le indique casí con un tono autoritario. Debí parecer grosero, pero yo no me podía llevar bien con la sobriedad...
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Kakyoin:
- ¿En verdad? En ese caso, creo que elegiste un destino interesante para llegar -
Aunque, más bien, pensé que sus motivos debían de ser lo más interesante detrás de su viaje y arribo a Ciudad Leaf, definitivamente no era algo que veías todos los días en comparación con los comerciantes habituales, pero preguntar habría sido de mala educación.
- Hay todo tipo de gente, es algo que puedes ver con más claridad al viajar... o al tratar con viajeros - hice una pausa, riendo un poco avergonzado por su halago - Lamento mucho que no hayas conocido a nadie medianamente amable hasta este momento, pero tampoco puedes culparlos, ser desconfiado es una buena estrategia para evitar meterte en problemas, ¿no lo crees? -
Si bien mi atención visual estaba enfocada en el viajero mientras hablabamos, la mayor parte del tiempo mantenía la atención en los alrededores, había que ser cuidadoso en esta ciudad para no perderse y para no toparse con algún estafador. Notando que el viajero parecía tan interesado en los detalles de los alrededores, algo usual ante cualquier novedad, sería fácil que alguien más malicioso lo tuviese en la mira. Su comentario llamó mi atención entonces, ante el cual asentí ligeramente con la cabeza y esbocé una modesta sonrisa.
- En efecto, nací y crecí en este lugar - dudé un momento, su pregunta posterior daba pie a pensar que su labor era de investigación - ¿Qué puedo decirte? Supongo que cosas que ha debiste haber observado. Es una ciudad bulliciosa, muchos viajeros, comerciantes o turistas, convergen aquí ya que es una ciudad fronteriza. Algo más "profundo" que puedo decir es que es una ciudad que, historicamente, ha visto de todo y ha sobrevivido al paso del tiempo al grado de que podría ser tan antigua como otros sitios en la región que ahora están en ruinas o han sido devorados por la naturaleza... Me atrevo a decir que guarda muchos misterios - hice una pequeña pausa, ya habíamos llegado al corazón de la ciudad después de todo, el hospital estaba unos metros más lejos - Tal vez si me cuentas que tipo de información es la que quieres obtener, podría responderte de forma más puntual... -
Mencioné al observarlo directo a los ojos, antes de volver a retornar mi atención en los alrededores. Saludando de vez en cuando a algunos de los comerciantes a los alrededores y con quien me relacionaba prácticamente a diario mientras nos aproximabamos al hospital, ya visible para los dos.
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ASHITAKA
Él tenía razón... quizás debía ser yo también más desconfiado de ahora en adelante. De hecho, si hubiera adoptado esta actitud antes, me habría ahorrado algún que otro encuentro que no solo fue una pérdida de tiempo, sino en el que se aprovecharon de mí a cambio de información bastante confusa y poco fiable.
Seguí escuchando atentamente lo que me decía, prestando especial atención a los detalles en esta ocasión, ya que cualquier elemento podría ser un hilo del que tirar. Hasta que al fin, fue él quien directamente me cuestionó acerca de mis intenciones. Al parecer ya se había dado cuenta de que buscaba algún tipo de información, solo que desconocía de qué tipo y para qué.
Pues verás... -hice una breve pausa para pensar bien las cosas, tampoco quería contar demasiado- Algunas personas de mi aldea enfermaron hace poco, y pese a nuestros extensos conocimientos en hierbas medicinales y remedios naturales, hemos sido incapaces de revertir dicha situación...-me tomé una breve pausa para tragar saliva y continué- Más que una enfermedad, parece algún tipo de maldición, algo mágico. Una magia muy antigua y poderosa que, por lo visto, ya causó estragos en un pasado aún más antiguo y difuso, por lo poco que he podido averiguar al respecto a través de ciertos escritos.
Sea como fuere -volví a mirar a mi alrededor, cada vez más gente se encontraba chismorreando y nerviosa, algunos incluso notoriamente alterados... parecía que había ocurrido algo grave- Todo apunta a que si hay una solución (proseguí), esta se encuentra en esta ciudad. Y cuanto antes la encuentre, mejor. -Volví a mirar fijamente al hospital-
Por eso quería investigar en los archivos del mismo, aunque no estoy seguro de que se me permita. O hacer algunas preguntas a los mejores sanadores de la zona, asumiendo que estos se encuentren allí -señalé el edificio, ya estábamos muy cerca- Dime... conoces alguna historia o leyenda al respecto? ¿Alguien experto en temas de magia, y más concretamente en curaciones?
Lógicamente, quien tuviese la solución a este problema quizás ya ni se encontraría entre nosotros, mucho menos en la misma ciudad. Pero probablemente eran conocimientos que traspasaban generaciones, eras y elementos. Mi afinidad y noción acerca de la magia era nula (así como le pasaba al resto de integrantes de mi clan) pese a que mi interpretación de la misma era bastante apta. Probablemente esto hacía que el problema fuese más difícil de lo que, probablemente, en realidad era. Nada estaba claro, así que todo lo que podía hacer era divagar. ¿Existirá una cura? Será mágica o terrenal? ¿O quizás era la propia ciudad...?
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Yui:
En efecto, un hombre alto con una cicatriz en el ojo había entrado a la posada, por lo que había salido al encuentro con él, quien inmediatamente le ordeno servirle un trago de cerveza, la más fuerte que tuviera.
-Si, en un momento...- Estaba cansada de lidiar con ese tipo de clientes, gente que no tenía ni la descencia de pedir las cosas por favor o decir gracias. Había tomado un tarro y llenado hasta la orilla con la cerveza más fuerte que podían tener, no era taberna, pero tenía algo bueno para los clientes -Aquí tiene ¿algo más en lo que pueda servirle?-
Se quedó de pie, esperando a que el hombre tomara una decisión.
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Kakyoin:
El viajero comenzó a platicarme, aunque sin entrar en demasiados detalles, la situación que lo había sacado de su localidad natal para empezar.
- ¿Una maldición? Algo así... ya solo se lee en los libros más viejos o lo cuentan los seres con mayor longevidad -
Divagué un poco, no era algo común hablar de maldiciones o algo que involucrara magia, pero eso se debía probablemente a que era algo que se salía completamente de la rutina de diario. Realmente parecía muy seguro de que aquí encontraría algo de utilidad, considerando la antigüedad de la ciudad. Su plan era investigar en los archivos del hospital, algo que muy probablemente no sería autorizado de hacer, o entrevistar a los sanadores. Tanto bullicio, la situación de su pueblo y que su búsqueda lo haya traído hasta acá... definitivamente este día traería cosas interesantes.
- En realidad, nada que tenga una similitud suficiente a lo que mencionas. Los escritos más antiguos son de historia en general, no propiamente en "medicina" - le respondí con franqueza, observando hacia el interior de la edificación - pero... lo más seguro es que encuentres algo valioso en este lugar, hay muchos elfos trabajando como sanadores y ellos son algunos de los seres más longevos y sabios de esta región. Lamento no ser mucho más de ayuda para tu predicamento -
Le sonreí de forma solemne antes de acompañarlo al interior del hospital. Normalmente era un lugar tranquilo, ya que usualmente son los viajeros los que mas necesitan del servicio de hospitalización. Sin embargo, nuevamente este sitio se veía envuelto con la inquietud general que brotaba en la ciudad debido a las habladurías, ¿tan grave era lo que estaba sucediendo fuera de Ciudad Leaf?
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.jpeg) Zafrena: Despues de la partida de mi emperatriz, quedé varada en leaf en busqueda de alguien que me ayude a controlar mis poderes, causar estragos en este lugar tan tranquilo no me vendrían bien, necesito ayuda, pero ¿Quién? Quién podrá ser tan hábil para poder ayudarme con mi entrenamiento y sobre todo, a entender que sucede con todo este problema, sin mi reina,solo me queda fortalecerme para poder protegerme. |
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Azra Elant
Mis ojos se abrieron como platos al contemplar el delicioso manjar de los dioses, tome el tarro con impetú y bebí hasta el fondo del delicioso alcohol.
Es mejor que el Sexo!!!!!
Grite, sin preocuparme quien me viera o que pensaran de mi. Sonreí ampliamente, ahora que mi cabeza era mas lucida que en estado de sobriedad y resaca observe a la camarera
Muchas gracias joven dama...
Le pagué, y con mayor claridad observe con detenimiento a la joven
Tu no eres de por aquí verdad? Desentonas de entre la gente, y no lo tomes a mal, no es algo precisamente malo, aunque tampoco bueno...
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Jhin
Algo había alterado mi sueño, haciéndome despertar de mi hibernación. Había sido algo muy extraño, esto no debería de haber sucedido, sin embargo esta alteración se sintió como si una fuerte sacudida golpeara este mundo, y todo lo que hay en él. Lo cual era tan sorprendente... como abrumador.
Pese a que algo hacía que se me estremeciera el cuerpo por lo que se avecinaba, yo solo quería volver a mi letargo. Pero probablemente esto era imposible ahora. No, al menos, hasta que se solucionara lo que sea que estuviera sucediendo. Así que decidí poner rumbo a la ciudad más cercana en mi forma de dragón.
Grggr... -gruñí de mala gana-
Odiaba tener que hacerlo, pero la manera más rápida de llegar era volando. Cuanto antes entendiese qué pasaba, antes podría entender cómo volver al sueño eterno dentro de mi cueva, y obviar de nuevo al resto de estúpidos seres que pueblan este mundo y sus estúpidas vidas.
Esa ciudad no era otra que Leaf, en la región del viento. Me encontraba ya sobrevolándola puesto que llevaba casi medio día de viaje. Divisé desde la lejanía lo más arriba posible la ciudad para que me detectasen el menor número de personas posibles, así como divisar algún claro de la misma donde aterrizar causando poco revuelo. Por muchos años que hayan pasado, no creo que ver a un dragón sea algo que esté normalizado hoy en día.
Y así hice; comencé a descender a una velocidad endiablada hasta que instantes antes de aterrizar cambié a mi forma humana, cayendo ya transformado en ella. Creé un poco de alboroto con la onda expansiva, tanto en el suelo bajo mis pies como en algunos de los decorados de alrededor. Sin embargo, había seleccionado bien el lugar: tan solo había un par de personas en la lejanía, y una justo en el lugar donde caí. Era una mujer (Zafrena), probablemente se vió algo afectada por la onda expansiva, pero ni me importaba ni me preocupaba lo más mínima. Hacia ella me giré, y tras esbozar un sonido de queja le pregunté:
Eh, tu, mujer. ¿En qué año estamos y qué ha pasado?
La miraba con cara de pocos amigos, esperaba que me respondiera rápido y me generara los menores problemas posibles.
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De: Pixi |
Enviado: 15/04/2020 17:19 |
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Arthur:
El viaje había sido largo, agotador hasta el momento, si la señal a lo lejos del camino estaba correcta en ese momento ya me encontraba en la ciudad Leaf; se escuchaban rumores en el camino de que era una ciudad milenaria y llena de historia, sobreviviente a guerras y calamidades épicas de leyendas pero a mis cansados ojos solo veía una ciudad más, hermosa de eso no hay duda, pero no encontraba algo que la hiciera destacar además de su tamaño. Me pesaban los pies debido a viajar con mi armadura puesta y como había prometido a mi familia, mantenía un perfil bajo por lo que no podía viajar volando como dragón, caminaba como un humano y eso era más satisfactorio en cuanto a la gente que había ayudado… pero mucho más agotador.
Entrando a la ciudad, comencé a buscar una taberna para al menos sentarme y comer algo decente, necesitaba descansar un poco del largo viaje y--
- ¡HE TU! ¡JOVEN VIAJERO! ¿BUSCAS AVENTURA Y TOMAR BUENAS DESICIONES EN TU VIAJE? VEN… VEN… TENGO LO QUE NECESITAS! –
Un hombre bastante animado llamo mi atención, se dirigió directamente a mí y comenzó a hablarme de las pericias y peligros de los viajes, yo lo escuche atentamente y asentí a mucho de lo que decía, pues era cierto, había momentos en los que no sabía a donde dirigirme o que hacer, donde dudaba en mi corazón si me quedaba en un lugar o no, sus palabras estaban llenas de sabiduría y empatía lo que me lleno de un gran alivio y asombro por lo bien que conocía mis problemas así que me sentí en confianza. Leaf no parecía ser tan mala ciudad después de todo.
Después de unos minutos, continúe mi camino hacia alguna taberna, sonriendo con emoción pues en mis manos ahora poseía un artefacto mágico que disiparía mis dudas con la sabiduría de milenios, lo único que debía hacer era expresar todo en palabras y agitar la esfera oscura, observar con atención y leer su respuesta. Mira el anuncio de una taberna y me detuve; ¿valdría la pena probar?.
- Oh, sabia esfera, ¿en este lugar encontrare personas que me necesiten, descanso y buena comida? – agite la esfera y espere, en un pequeño ojo de cristal apareció la respuesta “Definitivamente”. Una amplia sonrisa decoro mi rostro y entre a la taberna, esta no se vía muy grande... o limpia, pero la esfera milenaria que me costó tanto dinero obtener no podría equivocarse. A Lo lejos vi a un hombre mal encarado recibir un gran tarro de licor y algunos otros comensales en varias mesas, me dirigí a la barra y me senté en uno de los asientos, retirando mi capucha y finalmente descansar mis pies.
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ASHITAKA
Noriaki actuó de nuevo tan amablemente como siempre, disculpándose por no poder serme de más ayuda, ya que no conocía a ningún sujeto de tales características. Negué con la cabeza. Ya había hecho demasiado, no tenía que sentirse así.
Ambos llegamos ya al hospital, donde entramos tras decirme con una sonrisa que probablemente si existía algún sitio donde podían ayudarme, era aquí. Sin embargo, el panorama no auguraba que tal suceso de final feliz se fuese a dar... ya que había mucho ajetreo e incertidumbre dentro de la estancia, al igual que sucedía en los alrededores de la ciudad, sobre todo conforme avanzábamos por el corazón de la misma.
Me acerqué al que era el único médico de la entrada. Si él estaba ahí, probablemente fuese el recepcionista. Aunque también se le veía algo atareado. Mi intención era la de molestar lo menos posible, así que le pregunté educadamente acerca del tema de sus diarios y archivos sanitarios, algo que descolocó en un principio al sujeto. Su negativa posterior fue bastante contundente, a lo que agregó que actualmente tenían ciertas órdenes estrictas de atender tan solo a aquellas personas del elemento viento, o residentes de la ciudad de Leaf, y que yo no reunía ninguna de ambas condiciones.
Pe, pero... -comenté trastavillado mientras lo seguía mientras el se alejaba de mí- Mire, tan solo necesito algo de información acerca de posibles casos con respecto a maldiciones que hayan tratado aquí...
Su respuesta volvió a ser esquiva y de rechazo:
"Mira, estamos muy liados y tu pareces estar muy sano, está claro que el hospital no es el lugar para ti ahora mismo"
Tras esto salió por un portón grande y lo vi irse a la lejanía, mientras me cuestionaba acerca de qué hacer. Está claro que nadie aquí que pudiese ser realmente de ayuda iba a ser colavorativo conmigo, menos aún por la situación que parecía se estaba viviendo en la ciudad. Tampoco quería formar un alboroto, ni intentar robar los archivos... eran cosas que no iban conmigo, sobre todo esto último.
Tan solo la entrada de algunos médicos junto con un par de cuerpos con lo que parecían graves heridas por quemaduras me sacaron de los pensamientos en los que me encontraba absorto. Miré entonces hacia Noriaki, extrañado, y me acerqué a él
Vaya... Todo esto es muy raro... ¿Qué crees que esté pasando?
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