PONCE, PUERTO RICO - Una enorme pista para carros a escala ocupó el pasillo central de la plaza Juan Ponce de León, en esta ciudad, donde ayer hubo una exhibición de los diminutos autos, que de un juguete de niños se han convertido en un objeto de colección. Marta Iris Gracia Vega, organizadora de la exhibición, explicó que la actividad pretendía rescatar el auge que años atrás tuvieron estos pequeños carros a escala y también buscaba que los coleccionistas sacaran sus piezas para exhibirlas.
A la actividad, donde había competencias de auto y a los niños les permitían deslizarlos por la enorme pista, sólo llegaron cuatro coleccionistas que, además de exhibir cotizadas piezas, vendían e intercambiaban los carros. “No ha respondido el público... eso no importa, vamos a seguir tratando”, comentó la mujer.
Mientras, Yeremy Wilson, de cinco años, escogía dos carritos de una mesa para que su papá se los comprara. El pequeño guardó los autos en un bolso y, tras un poco de resistencia, los mostró. Más tarde, los utilizaría para una competencia en la que había trofeos para los primeros lugares.
Gracia Vega, quien además de vender estos diminutos carros ofrece charlas sobre el tema y utiliza una pequeña pista para llevar este entretenimiento a los cumpleaños, dijo que para muchas personas estos carros pueden significar un simple juguete con el que un niño se divierte largas horas, pero para algunos adultos representa una pieza de colección que, en muchos casos, resulta costosa.
Explicó que entre los carros mejores cotizados están los que llegan con los llamados “errores”. Eso se debe a dos o tres piezas que aparecen con un detalle en particular, como letras de un color distinto, a las que normalmente tiene ese modelo.
Luis Torres Pagán, uno de los que ayer exhibía parte de su colección, dijo que tiene unos 6,000 carritos que guarda desde hace unos 10 años. Mostró un Camaro de 1967 al cual, según dijo, los libros de coleccionistas le dan un valor de $2,000.
El carro más común son las Corveta. Los primeros de estos carros eran vendidos en bolsitas plásticas, no en cajas como actualmente se consiguen en el mercado. La marca más común es la Hot Wheels, pero también los hay Matchbox y Johnny Lightning.
Benito Quirós, de la comunidad El Tuque, dijo que tiene sobre 3,000 de estos carros y ha pagado hasta $30 por uno de ellos. Indicó que gran parte de su colección la adquirió en un viaje a Estados Unidos.
La plaza Juan Ponce de León está en la calle Mayor de Ponce y es un pintoresco lugar, antes llamado la Plaza de los Perros. Allí encontrará amolador de tijeras, coleccionistas, artesanos, vendedor de plantas medicinales y hasta zapatero, entre otros oficios, algunos en peligro de extinción.