No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela,
sino su última esperanza.
No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente;
no es viejo el que mantiene su fe en si mismo,
el que vive sanamente alegre, convencido de que
para el corazón puro no hay edad....
El cuerpo envejece. pero no la actividad creadora del espiritu.
Goethe concluyo (Fausto) a los 82 años;
el Ticiano pintó obras maestras a los 98;
Toscanini dirigió orquestas a los 87;
Edison trabajaba en su laboratorio a los 83;
Benjamin Franklin contribuyó a redactar la
constitucion de los Estados Unidos a los 81....
Para el profano la ancianidad es invierno;
para el sabio es la estción de la cosecha. (Proverbio Judio)
El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara.
Hay una primavera que vuelve jamás y otra que es eterna;
la primera es la juventud del cuerpo
la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez
no es la decadencia lo que ésta recuerda:
son los primeros destellos de la inmortalidad.
Es por ello cosa estupenda ver un viejo que asume la segunda
parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera.
Para ello tendrá que empezar por aceptar
que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer
y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se averguensa de ponerse, no siente nostalgia
de su brillo matutino, no piensa que las horas del día le estan
echando del cielo.
No se experimenta menos luminoso ni hermoso
por comprobar que el ocaso se aproxima,
no cree que su resolana sobre los edificios sea
menos importante o necesaria.
Cada hora tiene su gozo El sol lo sabe
y cumple hora a hora su tarea..... Ah!!!,
si todos los ancianos entendieran que su sonrisa
sobre los hombres puede ser tan hermosa
y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!.
UN ABRAZO APRETADITO
Y FELIZ JUEVES