DE NOCHE TODOS SOMOS MIOPES
Maritza Ortega me consulta: “¿Qué es ceguera nocturna? ¿Es lo mismo que miopía nocturna? ¿Todo el mundo padece de ceguera nocturna o es algo de pocas personas?”
En esta consulta se abordan dos afecciones de la vista que son distintas.
Empecemos por la más simple, pues es única y además la padecemos todos: la miopía nocturna.
Puede que a la mayoría de quienes leen esto les resulte sorpresivo enterarse de que la especie humana posee una adaptación que, en condiciones de mucha oscuridad, le permite enfocar con mucha mayor precisión que cuando hay luz los objetos cercanos, pero en detrimento del enfoque de los objetos lejanos.
Tiene sentido. Los seres humanos no vemos bien en la oscuridad, y por ello nuestro campo de visión se reduce a pocos metros a nuestro alrededor.
En nuestros inicios como especie, ello significó que para sobrevivir y movilizarnos en entornos oscuros nos resultaba de mucha utilidad ver bien de cerca “por default”, sin que los ojos tuvieran que estar alternando el enfoque entre larga y corta distancia.
¿No me cree? Haga usted un sencillo experimento.
En una habitación iluminada, a cierta distancia, fíjese en la pared contraria a usted, donde ojalá haya algún cuadro o letrero con letras o detalles más o menos pequeños, pero distinguibles.
Luego apague la luz (aunque procurando que la habitación no quede totalmente a oscuras, claro). Descubrirá que muchos detalles que antes podía definir con claridad, ahora se ven borrosos.
De hecho, si tiene a mano uno de esos lentes correctores “para ver de lejos” que venden en las calles, y se los coloca, encontrará que a pesar de la oscuridad recuperará su capacidad para ver los detalles que en la oscuridad se volvieron menos definidos.
Mañana nos ocuparemos de la ceguera nocturna, que no es una, sino varias. O mejor dicho, son varias las causas posibles.