HISTORIAS QUE NOS CONTARON… Y NO FUERON CIERTAS
III Parte (pequeñas preguntas sobre historia)
Continuamos abordando estas pequeñas preguntas sobre datos históricos que resultan no ser tan ciertos como creíamos.
¿Es cierto que Mahoma dijo “si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”?
En el Corán, por lo menos, no aparece esa frase, y al menos que yo sepa, Mahoma mismo nunca la dijo. Lo que he averiguado es que la frase es creación del filósofo Francis Bacon.
¿Por qué los pieles rojas cortaban las cabelleras de sus enemigos?
En primer lugar, el término “pieles rojas” (que se utilizó durante dos siglos para definir a los indígenas norteamericanos) ha perdido actualidad y se considera peyorativo, pues no sólo no se corresponde con la realidad (ningún indígena en toda América tiene la piel de tonalidad rojiza), sino que además generaliza inapropiadamente, pues las etnias autóctonas americanas eran muchas y muy diversas. Ahora bien, el “típico” piel roja, que habitaba en tipis cónicos, usaba largos tocados de plumas y cazaban bisontes, estrictamente hablando, correspondería a la etnia de los sioux o dakotas. Guardaban semejanzas en cuanto a costumbres con otros grupos, los llamados apaches y los comanches, pero eran más bien superficiales.
En segundo lugar, si bien es cierto que todos esos grupos cortaban las cabelleras de sus enemigos derrotados, queda la duda de si ello formaba parte de sus costumbres ancestrales.
Por un lado, se postula que lo empezaron a hacer en el siglo XVII, debido a que los franceses exigían que sus mercenarios (muchos de ellos, por cierto, aborígenes) presentaran la cabellera de los enemigos que habían matado para pagarles a tanto la cabellera (o sea, como para demostrar que habían cumplido su cuota). Según esta idea, ya para el siglo XIX la “nueva” costumbre estaba tan asentada entre los indígenas, que la consideraban propia.
Pero otros historiadores postulan que esto es más bien un mito que quieren creer quienes no admiten que los aborígenes americanos también tenían su vena sangrienta, y que existen pruebas arqueológicas, pictográficas y documentales de que la práctica existía antes de la llegada de los europeos.
Continuamos mañana.