LAS VENTANAS DEL ALMA
Laura Gómez me pregunta lo siguiente: “¿Por qué se dice que los ojos son la ventana del alma?”
Los seres humanos evolucionamos para convivir, aunque con dificultades, colaborando como un grupo. Las ventajas de ser gregario son muchas: dentro de tu grupo encuentras apoyo emocional, físico, protección contra los depredadores, mayor posibilidad de conseguir alimento y abrigo (puesto que tus compañeros son como tus manos multiplicadas, y viceversa).
Pero para que un grupo funcione, debe ser capaz de mantener a sus miembros unidos y cohesionados a pesar de sus individualidades, y de posibles pendencias entre ellos. Por eso, todas las especies gregarias han desarrollado método para comunicarse entre ellos. Estos métodos van desde los más simples, como los mensajes químicos, hasta los más elaborados, como el lenguaje humano.
Suele ocurrir en la evolución que aunque la especie se ubique en una escala más alta, conserve rasgos de su proceso anterior, cuando era menos evolucionada. Es por eso que vemos cómo nosotros todavía conservamos la comunicación química, y reaccionamos a diversos olores corporales, o a feromonas.
Una forma de comunicarse que está a medio camino entre el lenguaje químico y el lenguaje verbal, es el de los gestos. Siendo que nuestro mayor indicador de identidad para los demás es nuestro rostro, es lógico que se haya desarrollado una amplia gama de gestos, muecas, movimientos musculares casi imperceptibles pero que todos los seres humanos instintivamente interpretamos, puesto que está en nuestro acervo evolutivo saberlos interpretar. Es un lenguaje sin palabras muy expresivo.
Pero como el foco principal, lo que más llama la atención en el rostro son los ojos, y es además en torno a ellos que se ubican la mayoría de los músculos encargados de la gestualidad facial, es inevitable que estemos mirando los ojos cuando alguno de esos gestos se produzca, y es así como una mirada nos suele decir tanto, incluso con más fuerza que las palabras, de modo que si alguien dice que está feliz, pero su mirada es triste, sabemos que el mensaje real es el que nos indican sus ojos. Es así como los ojos revelan, frecuentemente, lo que verdaderamente ocurre en el interior de la persona.