Jimmy Morales me consulta lo siguiente: “¿Me podría explicar la diferencia entre un juego perfecto, un no hit no run y un medio juego en el béisbol?”
Como es sabido, un partido de béisbol se compone de nueve entradas, que pueden extenderse a una o varias más hasta que un equipo triunfe.

En condiciones ideales, cada equipo presentaría 27 bateadores (tres por entrada o inning) para enfrentarse a los envíos del lanzador. Pero esto sólo puede suceder si ninguno esos bateadores logra alcanzar la primera base, sea porque fueron puestos “out” por la vía de tres “strikes” (lanzamientos que pasan por la llamada “zona de strike”, aproximadamente entre los hombros y las rodillas del bateador, y por sobre el “home”) o porque a pesar de conectar la pelota con la pelota la misma fue atrapada por un jugador de la defensa sin haber antes picado en el terreno. Eso es lo que se suele llamar “juego perfecto”, y es tan poco frecuente, que en toda la historia, ya centenaria, del béisbol de las grandes ligas, sólo ha habido 23 oficiales (con la particularidad extraordinaria de que en esta temporada se dieron tres).

Cuando algún bateador logra llegar a primera base, sea por la llamada “base por bolas” (lanzamientos fuera de la zona de strike a los que, además, el bateador no hace “swing”, o el intento completo de batear) o por un error (jugada de la defensa por la que pierde el control de la pelota cuando debería ser fácil su dominio). En estos casos, se dice que el lanzador obtuvo un “no hit, no run”.

Se debe diferenciar de la “blanqueada”, que simplemente significa que el equipo perdedor no obtuvo ninguna carrera aunque conectara hits.

El “medio juego” deviene de la forma un tanto complicada en que el béisbol computa quién va adelante en la tabla de posiciones, previendo que durante la temporada no todos los equipos llevan los mismos partidos jugados. Por ejemplo si los Yankees llevan un registro de 27-12 (donde veinte son los ganados y doce los perdidos, y por tanto 32 partidos jugados) y los Medias Rojas llevan un registro de 24-10, se restan 27-24 (o sea, 3) y 12-10 (o sea 2) y luego se suma 3+2 (o sea, cinco). Esto se divide entre dos, y el resultado final, 2 juegos “y medio”, representa la “distancia” que hay entre ambos equipos, siendo el primero el que tenga más partidos ganados.