¿Qué es la radiactividad?
Sábado 01 de Junio del 2013
Por:
Por: Ronny Ugarte Quirós.
La imagen tradicional de un átomo es la de unos electrones orbitando en torno a un núcleo conformado por protones y neutrones
Rescato hoy esta columna de la ceveteca, en respuesta de una pregunta de Carol Bonilla.
La imagen tradicional de un átomo es la de unos electrones orbitando en torno a un núcleo conformado por protones y neutrones.
Los electrones tienen cargas negativas, los neutrones no tienen carga y los protones tienen carga positiva.
Resulta fácil comprender que los electrones se mantengan girando alrededor del núcleo gracias a la atracción que sobre ellos ejercen los protones, pues todos sabemos que cargas opuestas se atraen.
Pero también sabemos que las cargas iguales se repelen, y he aquí que tenemos un núcleo con dos o más protones, todos con cargas positivas, que por tanto deberían repelerse, y aún así se mantienen unidos. ¿Por qué?
Lo que ocurre es que la repulsión o atracción dependiendo de las cargas es un fenómeno propio de la atracción magnética. Sin embargo, el magnetismo no es la única forma de atracción presente en el universo. En realidad hay cuatro.
Existen la “atracción nuclear débil”, la “atracción nuclear fuerte”, la “atracción magnética” y la “atracción gravitacional” (por cierto, se ha logrado demostrar que las tres primeras son manifestaciones del campo electromagnético, por lo que estaríamos en presencia de dos campos, el electromagnético por un lado y el gravitacional por otro, y como no parece lógico un universo “partido en dos”,la física actual se encuentra a la búsqueda de una teoría que permita ver ambos campos como uno solo, la así llamada “teoría del campo unificado”, pero eso es otra historia).
No vamos a entrar en detalles sobre cada fuerza atractiva, pues de todos modos no es necesario. Baste decir que las dos atracciones nucleares son tan potentes, que sobradamente mantienen al núcleo unido.
Pero en átomos más pesados, que contienen muchos protones, la situación empieza a cambiar, pues comienza a tener preponderancia la fuerza magnética, y los protones se empiezan a repeler, de modo que el núcleo se vuelve inestable, y empieza a disparar protones y neutrones. Eso, básicamente, es la radiactividad. Por cierto, también es válido utilizar el término “radioactividad”, aunque es mucho más común el alternativo.