Animales inmortales
Un célebre animal inmortal, proveniente de la mitología griega, fue la Hydra de Lerna, una serpiente de nueve cabezas, de las cuales la del centro era inmortal, y las restantes tenían la capacidad de duplicarse si alguna de ellas era cortada. Curiosamente, a pesar de esa asombrosa capacidad, la Hydra pudo ser matada por Hércules.
Viernes 21 de Junio del 2013
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Por: Ronny Ugarte Quirós.
Katherine Gumera me escribe lo siguiente: “Podría escribir sobre animales inmortales de leyenda, y si existe algún animal real que viva tanto como para poder decir que casi es inmortal”.
Un célebre animal inmortal, proveniente de la mitología griega, fue la Hydra de Lerna, una serpiente de nueve cabezas, de las cuales la del centro era inmortal, y las restantes tenían la capacidad de duplicarse si alguna de ellas era cortada. Curiosamente, a pesar de esa asombrosa capacidad, la Hydra pudo ser matada por Hércules.
Lo más asombroso es que existe, en realidad, un pequeño animal llamado hidra, que habita las aguas dulces de las regiones templadas y tropicales, y que fue bautizado así precisamente porque tiene semejanzas con el animal legendario, aunque se trata de un pólipo de apenas unos milímetros de largo, y que tiene la capacidad de regenerar un nuevo individuo a partir de cualquier pedazo que se le corte, o incluso de células individuales.
El más famoso es, sin duda, el Ave Fénix. Cunde la idea equivocada de que la leyenda habla de que cuando envejece y muere, se consume en llamas, y de las cenizas vuelve a surgir como un polluelo, reiniciando su ciclo de vida.
El mito original es parecido, pero no incluye fuego ni cenizas. Habla de un ave del tamaño aproximado de un águila, con plumas doradas y rojas, que habitaba en Oriente Medio y África Meridional, y que vivía 500 años, periodo tras el cual moría, y de sus restos en descomposición surgía una larva sin forma, que rápidamente crecía hasta convertirse de nuevo en el ave original. El mito del ave resurgida del fuego fue una elaboración de tradición cristiana surgida en la Edad Media.
Pero si les asombró el asunto de la hidra, resulta que existe una pequeña medusa que, según todos los conocimientos actuales, y salvo por depredación, tiene la capacidad de vivir para siempre. Se le conoce como Turritopsis nutricula, y cada individuo, si llega a viejo, puede revertir el proceso y volverse a convertir en pólipo (algo así como si las gallinas se convirtieran en huevos nuevamente) para reiniciar su ciclo vital. A menos que se los coman como parte del plancton que alimenta a animales más grandes, estas medusas podrían repetir el ciclo indefinidamente, siendo, por definición, inmortales.